Por Carlos Luna Arvelo:
He seguido, a cierta distancia, la polémica que se generó en
el chavismo a propósito de la Ley Antibloqueo.
De las distintas opiniones y posiciones cuestionadoras,
entre quienes se pronunciaron haciendo objeciones al proyecto que terminó
siendo aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente la semana pasada, me
sigue pareciendo que es la de Luis Britto García, la más consistente de todas
ellas.
En la entrevista que le hace Ernesto Villegas, presentada en VTV el domingo 11 de octubre, al ser preguntado acerca de sí le satisfacían los cambios que se hicieron al ser aprobado el proyecto por la ANC, el entrevistado contestó textualmente:
“Mira no, los cambios
en el borrador eran unos cambios formales, pero algunas de las cuestiones de
fondo, sobre las cuales yo hice observaciones, meramente, pues permanecen
iguales, claro uno sabe que esa ley es sancionada en medio de un cuadro de agresión contra
Venezuela tremendo, ojalá que quienes la administran la sepan usar para el bien
del país, es lo único que puedo decir, … en todo caso, ya eso ha sido aprobado, es Ley de la
República y hay que obedecerla, hay que atenerse a ella.
Las afirmaciones de Britto dejan claro que más allá de la
Ley, lo fundamental es que quienes la administran la sepan usar para el bien
del país. Nadie debería desconocer, como bien lo destaca el entrevistado, el
contexto del “cuadro de agresión contra Venezuela” en el cual se está aprobando
esta Ley. Sin dejar de reconocer que, aunque la ley puede tener aún muchos
aspectos cuestionables de fondo, es la voluntad de quienes administrarán la ley
la que finalmente la pondrá al servicio de una buena causa, como lo es el bien
del país y no al servicio de particulares.
Luis Britto, como un revolucionario convencido que es, asume
que el bien del país depende de la buena voluntad del presidente y de quienes
manejan el poder desde Miraflores. Buena voluntad para “el bien del país”.
El entrevistado remata aclarando que al haber sido aprobada la propuesta se convirtió en Ley de la República, por tanto “hay que atenderse a ella, hay que obedecerla”. Postura absolutamente distinta y contraria a quienes, a partir de la aprobación de esta Ley, se han pronunciado a favor de conformar un frente anti gobierno, utilizando la ley como excusa.
Estas posturas me recordaron la feroz campaña del
antichavismo que tuvo como epicentro las 49 Leyes Habilitantes del año 2001 y
que terminaron conduciendo al golpe contra Chávez en 2002.
Decíamos, al principio de estas notas, que la postura de
Britto García es la que consideramos más coherente de todas, porque sin dejar
de cuestionar lo que considera cuestionable, en este asunto, deja claro que
mantiene la esperanza de que la dirigencia de la revolución cumpla con el papel
que le corresponde en beneficio del país.
Algunos de las filas del chavismo, con razones más que
legítimas, parece que han ido perdiendo la fe en los dirigentes de la
revolución. Luis Britto se anota entre quienes aún mantiene la fe en estos
dirigentes, así como no debemos condenar a quienes dejaron de creer, tampoco es
válido que se condene a quien lo siga haciendo. Especialmente considerando que
en amplias bases populares del chavismo aún mantienen viva la apuesta por los
dirigentes, más allá de sus errores y equivocaciones.
carloslunarvelo72@gmail.com
«La era esta pariendo un corazón, y hay que quemar el cielo si es preciso por vivir...».
ResponderEliminarDice una afamada canción de la 'Nueva Trova' cubana, pero en el caso de Venezuela tenemos que 'entender y atender' las nuevas realidades que experimenta no solo nuestro país sino el planeta.
Quien suscribe milita en el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y en éstas circunstancias (nuevas realidades) percibo que hay una actitud infantil de parte de algunos camaradas tanto del PSUV (partido del gobierno) y del PCV cuando no perciben la difícil situación que afronta en Gobierno y de los riesgos que tiene la revolución actualmente en «estado de coma» y que la decisión de 'deslindarse para avanzar' es similar a haberle «quitado los aparatos» que la mantienen viva para terminar con sus agonía.
Lic. Gustavo «Panter» González