Por Jesús A. Rondón:
Terminamos siete días de cuarentena radical, en la cuales
solo operaban los sectores esenciales, pero la dinámica política no se detiene,
y en esta oportunidad trataremos los relacionado con la participación del
electorado en la elecciones parlamentarias y los problemas para estimarla en
los venideros comicios, así mismo comentaremos de manera critica la publicación
de los resultados preliminares de un
informe sobre derechos humanos en Venezuela, realizado por una Misión de
Naciones Unidas, terminando con un breve relato de un caso cercano de Covid-19,
además de la síntesis de los indicadores
de esta semana.
La abstención en los comicios parlamentarios.
En estos veinte años de revolución bolivariana muchas cosas
se han pulverizado, entre ellas encontramos la credibilidad en los reportes que
publican las encuestadoras. Las empresas privadas que consultan aspectos claves
en la opinión pública, se han terminado ubicando en uno del lado de la
polarización política. Sus reportes, parecen coincidir con las expectativas de
bien sea del chavismo o de su oposición (según quienes sean sus clientes), lo
que lleva a ser cuestionados por que el menos beneficiado. Poco importa el rigor
metodológico, en estos momentos para el público, pues percibe que los reportes
buscan legitimar el discurso de un actor político determinado. Tal ha sido la
implicación de las empresas encuestadoras en la política, que es llamativo que
dos altos ejecutivos de las más importantes firmas, participan activamente en
ambos bandos políticos, a saber, Luis Vicente León, de Da análisis en el bando
opositor a la revolución bolivariana, como diputado a Asamblea Nacional y Oscar
Shemel, como diputado en la Asamblea Nacional Constituyente. No significa que
el trabajo científico, se haya dejado de hacer, sino que lo que se publica,
como en todo el mundo, es lo que quien paga la encuesta decidió que se hiciera
público.
En relación a las elecciones parlamentarias del venidero mes
de diciembre hay múltiples escenarios, y los reportes de las empresas
encuestadoras lo vienen presentando, pero visto lo expuesto en el párrafo
anterior, conviene revisar brevemente la participación electoral en los
comicios parlamentarios en los últimos veinte años, para tener un contexto
mínimo.
En el año 2000, se realizaron unas elecciones en el marco de
la relegitimación de poderes, resultado de la aprobación de una nueva
constitución; la participación se ubicó en 56, 05 %, y la mayoría de diputados
y diputadas seleccionados eran chavista. Cinco años más tarde, la oposición no
hizo postulaciones y el chavismo ganó todos los escaños, con una participación
del 25 % del electorado. En 2010, hubo contienda, y el chavismo superó a su
oposición para volver a tener mayoría parlamentaria, en esa oportunidad, la
participación fue de 66,45 %. En las últimas elecciones realizadas en 2015,
hubo una participación del 74,17 % y dio una victoria inédita a la oposición
venezolana al chavismo, la cual obtuvo mayoría en el parlamento. Como vemos,
cada elección en las últimas dos décadas, se da en un escenario muy particular,
lo que inhibe la posibilidad de inferir, como en otros sistemas políticos.
Dicho lo anterior ¿Qué tenemos de cara a la participación en
estos próximos comicios? En principio se estima que la participación va a estar
afectada, fundamentalmente por las condiciones de la oposición. El contexto actual no es similar a ninguno en
los cuales se dieron elecciones parlamentarias antes, es decir se caracteriza
por una división en la oposición, donde un sector participará, mientras que el
que encabeza Juan Guaidó se niega. También encontramos que se esperaría que
quienes siguen a Juan Guaidó, no vayan a votar, pero gran parte de este grupo
se encuentra decepcionado, pues las rutas propuestas por este no han conducido
a un escenario coherente con sus promesas, lo que eventualmente puede dar paso
para que escuchen un mensaje alterno en la oposición al chavismo, que considera
la vía electoral como parte de la ruta para construir una nueva mayoría, o al
menos para no devaluarse políticamente.
Desde el chavismo las maquinarias electorales están listas y
en preparación para movilizar a su base electoral, que tampoco es una tarea
sencilla, pues los efectos de la situación económica en la población son un
lastre para la participación electoral.
Como hemos apuntado en otras entregas, el Gran Polo Patriótico, hoy es
menos fuerte, debido a la decisión de un grupo de organizaciones políticas
revolucionarias de conformar la Alianza Popular Revolucionaria, como
alternativa electoral al Partido Socialista Unido de Venezuela, pero
reivindicando los principios de la revolución bolivariana.
Faltan un par de meses todavía y en estos seguramente
asistiremos a eventos significativos que definirán la participación en los
próximos comicios.
Los derechos humanos como arma de descalificación.
Dentro de la estrategia orquestada para descalificar la
revolución bolivariana, esta semana se ha hecho público los resultados
preliminares de un informe de la “Misión de determinación de hechos para
Venezuela sobre las violaciones de derechos humanos desde 2014” de Naciones
Unidas. La publicación se realiza en un contexto donde el Secretario de Estado
estadounidense Mike Pompeo hace una gira por el sur de Nuestra América, que
incluye a dos de nuestros vecinos, Guyana y Brasil.
El informe con los resultados preliminares, abarca un poco
más de cuatrocientas páginas, se realizó sin una visita al país y al margen de
la relación de cooperación que el gobierno bolivariano ha establecido con el
Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Entre los
integrantes de la Misión se encuentra un reconocido abogado, vinculado a la
defensa de los intereses remanentes de la dictadura de Pinochet en Chile (ahora
convertido en defensor de los derechos humanos).
No se trata de negar o no los hechos en estos momentos, sino
que estos se encuentran en una narrativa impulsada por el gobierno de los
Estados Unidos de América, para descalificar a la revolución bolivariana, lo
que invalida de principio las afirmaciones que se pueden encontrar en dicho
informe, pues son claramente tendenciosas y parcializadas.
Esta noticia ha sido un deleite para la empresa de
comunicación global, que solo se quedan con las vagas afirmaciones de los
miembros de la Misión y seleccionan extractos que son de su interés, sin hacer
un ejercicio mínimo de investigación periodística.
No son nuevas las tensiones que existen en los organismos
como Naciones Unidas, para lograr una correlación de fuerzas favorable a los
intereses estadounidenses, en relación al tratamiento de Venezuela. Tampoco son
nuevas estas maniobras, que no constituye una declaración del organismo, sino
de un grupo de trabajo, que como vemos tiene una labor cuestionable.
Una historia cercana de Covid-19.
Durante semanas he presentado estadísticas del
comportamiento epidemiológico del Covid-19 en el país, también les he comentado
las medidas que implementa en gobierno bolivariano. No les he contado una
historia real de un contagio, porque sencillamente no la conocía, ningún
miembro de mi familia o compañero o compañera de labores afortunadamente, había
sido diagnosticado positivo, hasta ahora.
Así que me permito contarles brevemente, un caso cercano
sobre un compañero de trabajo, cuya familia se contagió y luego él. En
principio ninguno se reportó al sistema nacional de salud pública, pues
sintieron temor de ser aislados en los lugares previstos para tal fin, de tal
manera que se recluyeron en sus casas.
Solo que mi compañero, que inicialmente no presentaba síntomas, los
comenzó a experimentar y empezó a sentir miedo, pues los relatos más terribles
que había escuchado, llegaron a su mente. Ahora sí, pidió apoyo. Se comenzó a buscar un centro médico público
para su atención y encontramos las distancias, entre la realidad y el discurso
oficial.
Solo tres elementos apuntaren en función del caso que narro,
primero, los traslados no están garantizados con accesibilidad y seguridad;
segundo, la admisión en los centros médicos es limitada y hace que los
pacientes tengan que rotar por varias entidades sanitarias; tercero, una vez
ingresados la dotación de medicamentos es escasa y los familiares deben
sufragar los gastos de los que no existen. También, podemos dar cuenta del
personal médico que está agotado, con síntomas de fatiga, pero comprometido en
que se ha convenido en llamar la primera línea en la lucha contra el Covid-19.
Con esto no quiero descalificar de manera alguna los
propósitos propuestos por nuestro gobierno bolivariano para controlar el
Covid-19, sino problematizar el accionar en lo concreto, lo que significa
superar todas y cada una de las limitaciones para garantizar la atención médica
de oportuna y de calidad.
Ahora sí, pasemos a lo de siempre. Culmina la semana de
cuarentena radical e iniciamos otra, donde están autorizadas actividades
económicas distintas a las esenciales. Este sábado, las fuentes oficiales
informan que se han diagnosticado 65.949 personas como positivas en las pruebas
para la detección del Covid-19, de las cuales el 84 % se encuentran
recuperadas, mientras que la cifra de fallecidos asciende a 539, lo que
significa un aumento considerable en relación a la semana pasada cuando se
contabilizaban 477.
Esta semana abordaremos el “Informe Estadístico Covid 19”
del Centro Venezolano de Estudios sobre China, de fecha 18 de septiembre, con
una perspectiva diferente, indicando que a la fecha presenta 2.260,7 casos por
millón de habitantes en Venezuela, solo siendo más bajo en la región, Uruguay
(583,5) y el más alto Brasil (20.970,3). En cuanto a los fallecidos nuestro
país, reporta 18,3 casos por millón de habitantes, otra vez superado por
Uruguay que presenta la tasa más baja en la región, en contraposición con Perú
que tiene el índice más alto, al presentar 944,6 muertes por millón de
habitantes. Finalmente, Venezuela presenta 393,9 casos activos por millón de
habitantes, manteniendo la misma proporción que con los fallecidos, referidos
anteriormente.
Noticias breves:
• Luego que
se informara de la detención del ciudadano estadounidense, que formó parte de
los Marines de la fuerza armada gringa, junto a un grupo de venezolanos en los
alrededores de una refinería en el occidente del país, voceros del gobierno
estadounidense negaron el envío de personal bajo su mando a operaciones en
Venezuela. Es decir, lo habitual la negación de operaciones en curso. El
Ministerio Publico anuncio que se procesarán por delitos relacionados con
terrorismo.
jesusalbertorondon@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario