Dr. Carlos Pérez Morales:
La crisis por la Covid-19 augura nuevas reglas en las relaciones comerciales, los hábitos de consumo y en el peso del Estado frente al mercado
Miguel Ángel García Vega
La mayoría de los analistas económicos de todo el mundo han
pronosticado que una gran depresión económica surgirá durante o después del
paso de la pandemia causada por el coronavirus SARS-Co-V2.
Para controlar la pandemia, los distintos países tomaron
drásticas medidas de contención. La principal medida de contención tomada en la
mayoría de los países del mundo, fue la paralización de todas las actividades
gubernamentales, comerciales e industriales, amén de guardar distancia con
otros seres humanos y el lavado continúo de manos.
Como consecuencia del coronavirus, el descenso en la producción
y el consumo tendrá un importante impacto en el número de puestos de trabajo,
en los ingresos de la familia y en la capacidad de recuperación económica. Por
el momento, los gobiernos se mueven entre o confinar a todo el mundo, que sería
la mejor solución en términos sanitarios, pero implica un grave perjuicio para
la economía, o mantener la actividad económica al precio de un probable colapso
sanitario y, por tanto, de un elevado coste en términos de vidas humanas.
Como consecuencia de la pandemia urgirá una depresión: el
impacto económico de COVID-19 será más profundo que cualquier recesión que se
recuerde. "El informe de política monetaria presentado al Congreso en
junio por la Reserva Federal señaló que "la gravedad, el alcance y la
velocidad de la consiguiente desaceleración de la actividad económica han sido
significativamente peores que cualquier recesión desde la Segunda Guerra
Mundial".
Los sistemas de salud, particularmente en los países más
pobres, ya están colapsando bajo la presión. Mientras luchan por hacer frente
al costo humano de esta desaceleración, los gobiernos dejarán de pagar la
deuda. Por todas estas razones, los países de ingresos medios y en desarrollo
son especialmente vulnerables, pero la carga de la deuda y la probabilidad de incumplimiento
ejercerán presión sobre todo el sistema financiero.
Otro problema surgido durante la pandemia es la interrupción
en las cadenas de distribución. La guerra comercial entre China y Estados
Unidos presagia años complicados para la aldea global.
No habrá una recuperación sostenible hasta que el virus esté
completamente contenido. Probablemente eso signifique una vacuna. Incluso
cuando haya una vacuna, no activará un interruptor para que el mundo vuelva a
la normalidad. Algunos recibirán la vacuna antes que otros. Algunos a los que
se les ofrece no lo aceptarán. La recuperación vendrá poco a poco. (Time, 17 de
agosto de 2020).
Un Informe de la CEPAL indica que, desde antes de la
pandemia, América Latina y el Caribe ya acumulaban casi siete años de bajo
crecimiento, con un promedio de 0,4% entre 2014 y 2019. La crisis que sufre la
región este año 2020, con una caída del PIB de -5,3%, será la peor en toda su
historia. Para encontrar una contracción de magnitud comparable hace falta
retroceder hasta la Gran Depresión de 1930 (-5%) o más aún hasta 1914 (-4,9%).
Este será el resultado del COVID-19 en la región y será peor si la enfermedad
dura por un largo período de tiempo. (CEPAL, 2020).
Es hora de que los países tomen medidas para poder enfrentar
la gran depresión mundial que nos espera.
Historiador/Geógrafo
carlosperezmorales@hotmail.com
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