miércoles, 24 de junio de 2020

La pandemia y las disputas políticas por la supremacía mundial desploman las economías avizorando la recesión más fuerte de la historia: ¿Qué hacemos en Venezuela?



Por: Carlos Ellis:
Parece que se aproxima el fin de los tiempos, pero no es así, es solo una aproximación a tiempos difíciles: Esto obliga a un análisis internacional que rompa el paradigma y refiera las líneas de acción para los tiempos por venir, una clara y científica recomendación.

Partimos de la presencia de una enfermedad viral que transita y afecta a toda la población del planeta sin distinción alguna, que la estructura que sostiene el modelo económico mundial se desploma y que la corporatocracia global y las élites gobernantes de los países más desarrollados se disputan la supremacía relacionando estos factores de forma directa con los hechos que se manifiestan en la “primera potencia” como un acto natural de un proceso que va desequilibrando a un sistema; acontecimientos que requieren su debida y sabia  interpretación porque enmarca de forma simultanea una  distorsión en lo  político y en lo económico que asolará el orden social en todo el planeta; en consecuencia es necesario para el análisis separa el  pensamiento político de lo económico con  miras a  la  construcción de una agenda de grandes y necesarias transformaciones que aseguren la permanencia en el conglomerado llamado “Sistema de naciones”.


Todos los factores están unido a una posible catástrofe: Lo político a su gente y los pueblos, lo económico a la cantidad requerida de recursos y su apropiación, y la competencia al mínimo desarrollo de cada país para restar subordinación y ocupar posición en la estructura social internacional; así, en el cruce de estos factores, los más fuertes seguirán firmes en el orden que reine y los menos serán realmente afectados.  En esto no deben caber dudas.

La quebrantada primera economía del planeta, Estados Unidos de Norteamérica vive hoy perturbaciones de alta intensidad para el orden interno, por ser una sociedad frágil que evitó el mestizaje y construyó una civilización sobre la violencia del poder, el genocidio de nativos y la esclavitud; allí su expresión. También es de acertada interpretación que los acontecimientos que se desarrollan abren una oportunidad a la cúpula bancaria, financiera y liberal (demócrata) para destronar las pretensiones de una élite empresarial bolsista (republicana) que configura un nuevo orden económico para el periodo “post pandemia” y por eso su obligada reelección. El COVID-19 para la fecha alista 110.000 muertos en este país de las 380 mil en el mundo, la compra de armas se incrementa en un 30%, el desempleo supera los 45 millones de ciudadanos, se caen las principales Bolsas de Valores y entra su economía en un periodo de recesión que supera cualquier evento parecido en toda su historia; esto afectará al planeta entero por ser la economía una estructura globalizada.

Cabe destacar que EE. UU requerirá mayor cantidad de recursos de los antes consumidos para poder apalancar su actividad económica y competir con una República Popular de China que por ser fabricante de medios de producción y competitiva lleva un paso avasallante en el control total del mercado mundial de productos de alta rotación; este fenómeno hará del sistema de naciones más incisivo y especialmente a los Estados Unidos de Norteamérica más agresivo con relación Venezuela.

Ante la realidad por venir, debemos tomar en cuenta que el factor que más afecta y en especial los países menos desarrollados es, no haber comprendido que la “Sociedad Internacional”, su sistema, descansa en la sociedad de productos y por eso debemos convertirnos en una sociedad productora de producto, y que para esto es obligatorio ir a la fabricación de medios de producción. El análisis real y la totalidad concreta internacional para esta materia lo señala: Japón, China, Vietnam, Israel, Australia, Alemania, EE. UU, Canadá, Suiza, Italia y Bélgica, entre otros, lo entendieron hace décadas y por eso son sociedades avanzadas en comparación con la nuestra; la mayor vulnerabilidad es la dependencia en herramientas, instrumentos y tecnología que a su vez se refleja en la subordinación ante los demás actores del sistema.

El análisis respecto a Irán país petrolero y el apoyo con el combustible a Venezuela, su resistencia ante un bloqueo de más de diez años obedece a que fabrica medios de producción; por eso nuestra orientación debe ser que iniciemos con la fabricación de los más primitivos: machetes, picos, palas, martillos o escardillas,  solo transformando nuestro acero,  nuestros metales para cubrir el mercado interno en la industria ferretera y luego para la apertura de los mercados e inicio del difícil periodo “post pandemia” podamos tener algunas herramientas para producir o por lo menos restar dependencia en estos rubros.

Obligados estamos a estudiar de China el desarrollo en los últimos 40 años (Deng Xiaoping, 1978), ¿qué hicieron? Se partió de un marco teórico industrial que definió con mayor énfasis el pensamiento económico sin descuidar el político, e inicio un proceso de fabricación de instrumentos y herramientas primarias, así fue incorporando ítems que se requerían para la industria ferretera y la construcción de máquinas para la generación de productos; hoy controla más del 65% del mercado mundial de productos de alta rotación, descubrió que el Sistema Internacional es una sociedad de producto. Taiwán,  su historia e importancia no supera una simple ubicación geográfica y esto no impidió que creara un sistema productivo industrial competitivo; Vietnam, gracias a su cambio de paradigma hoy es el núcleo central de producción de la Asociación de Naciones del Sur Oeste Asiático “ASEAN” unión con capacidad para producir el 8% de esos productos de alta rotación que se consumen en el mundo, siendo sus integrantes: Camboya, Laos, Birmania,  Malasia, Filipinas, Indonesia que es miembro de la OPEP y  Singapur;  esto nos lleva a formular la gran pregunta: ¿Es el asiático, en su base productiva más capaz que la estructura laboral venezolana? Es solo cambiar el paradigma dentro del marco de la revolución.

Sabemos que la industria petrolera causo el impacto y diseñó la Venezuela de hoy; cuando se produce ese impacto surge la necesidad de taladros, de bombas centrifugas, turbinas, calibradores, esmeriladores, cinceles, candados, equipos para soldar  y siempre con el acero  en nuestro poder; surge nuevamente una gran pregunta ¿Porque para el momento de ese impacto no se hizo sentir, instalando industrias, produciendo estos productos tanto para la industria, el mercado interno como para la exportación? o ¿ Porque el país quedo viendo el progreso y el nuevo frente de consumo, sin saber que estos instrumentos los necesitaríamos todos los tiempos futuros.

Hoy casi todos los productos de ferretería son de tecnología abierta; ósea,  cada país los desarrolla y es un tema de analizar la ausencia de competitividad que genera subordinación en la interacción internacional. En el espacio regional podemos señalar a México y Brasil, son productores de estos rubros y hoy presentan, aunque tengan mayor nivel de contagio del COVID-19, mejores condiciones para enfrentar el periodo “post pandemia” con el seguro declive de la economía mundial.  Un país sin herramientas, equipos y maquinas no se puede desarrollar, los indicadores macro y micro económicos usados para determinar los comportamientos de todos los países del mundo obedecen a la fabricación de medios de producción y ningún informe lo señala.

Si Venezuela dejara de importar los miles de millones de dólares que se importan anualmente, y lo invertimos en cumplir las fases para la fabricación de medios de producción y generar productos cien por ciento venezolanos, estaríamos produciendo más de 100 millones de dólares distintos a los imputables a la Renta Petrolera, un bloqueo como el que experimentamos nos afectara menos. Es hoy, con la pandemia, con el mercado mundial paralizado, con la caída de los precios del petróleo, con la baja producción y con las necesidades que van surgiendo producto de la recesión económica mundial que debemos promover la fabricación de medios de producción, no hay otra salida.
carlosellis1@gmail.com

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