Por Norma Estela Ferreyra:
Cuando un país pretende no perder el dominio del mundo, como
pretende EEUU, recurre a todo tipo de armas, ya sean bombas atómicas o de otra
clase, porque cada guerra debe ser diferente para que nadie sospeche la
estrategia. Aunque, a decir verdad, no
es EEUU sino el Poder Mundial sionista y neoliberal, el que desde el Wall
Street de ese país, esclaviza a mismo
pueblo norteamericano para usarlos e incitarlos a las guerras, para que
económicamente se hagan cargo de las fabricación de armas físicas o biológicas,
creando previamente, el terror en los mismos
ciudadanos, de ser atacados por otro Estado y apoye esos proyectos que
pretenden llevan adelante.
Es así, como unas pocas familias que integran ese Poder
Mundial, se enriquecen a costa de ellos
y del resto de la humanidad.
Quiero aclarar, que he leído muchos artículos tanto en
libros, en periódicos, en revistas y en canales de YouTube, donde pude escuchar
a médicos conocidos hablando sobre este tema y que me han llevado a formar mi
propio criterio, del que me hago cargo, con derecho a equivocarme.
Creo que la guerra biológica actual es demasiado
pretenciosa, pues quiere quitarle a China su gran poder económico, donde nadie
puede competir, inventando y difundiendo por todos los medios de comunicación
masiva y adulterada, noticias y estadísticas irreales.
La manipulación no comenzó con la pandemia, sino mucho
antes, o sea, con la robotización del ser humano y el uso hipnótico del
WhatsApp, hasta convertir a las actuales generaciones en seres totalmente
quietos, que solo aprietan teclas en un teléfono para comunicarse con amigos y
familiares, constantemente. El envío de fotos suplanta al contacto, a la visita
personal, al contacto de la piel, la mirada, la palabra pausada. Ahora la
conversación es breve, insulsa, que a la vez, depende y controla al grupo de amigos o a su pareja, de
un modo superficial y vulgar, con sólo algunas excepciones.
Los seres humanos de estas nuevas generaciones, están convertidos
en zombis, que caminan sin saber adónde pisan, que no miran ni escuchan otra
cosa que el chat del celular, que conducen el auto usando el celular, más allá
de las prohibiciones.
Y los niños no saben cómo llamar la atención a sus padres,
quienes terminan dándoles un aparato para que no los molesten. Es triste y
denigrante comprobar esas situaciones, donde el maestro deja usarlo durante la clase, para poder hacer lo mismo,
cuando puedan.
La gente se atonta y nos pueden hacer creer que una pandemia
de gripe, nos amenaza seriamente en un
mundo de 7 mil millones de habitantes, por un virus que enferma a 300.000 y los
muertos reales, no llegan a 80.000, con las típicas exageraciones.
Nos pueden decir que no salgamos de casa los mayores de 60,
cuando el virus, puede infectar hasta a cualquiera, Que nos lavemos las manos
con gel de alcohol, cuando el jabón es más efectivo. Que no salgamos a los
supermercados o que no viajemos en colectivos, porque tenemos riesgos de
contagiarnos, cuando en mi país se muere la gente por dengue, neumonía y otras
clases de gripe o por accidentes de
tránsito, por crímenes en ocasión de robo, por efecto del alcohol, de violencia
de género y por raquitismo como efecto de los índices de pobreza actuales,
heredados del ex presidente.
Las personas entran fácil al juego de las mentiras eternas,
sin razonar con su propio cerebro, dejando abiertas todas las puertas para la
esclavitud salvaje a la que será sometido, si sigue sin reaccionar ante estos
programas preparados por la clase más rica, que nos domina.
No vi a la gente cortar carreteras, donde diariamente mueren
muchas personas en accidentes de tránsito. No vi cerrar las escuelas, cuando la
polio hacía fiestas y debíamos colocarnos un alcanfor colgado desde el cuello.
No ví a la gente ir a las villas de emergencia con comida para los que pasan
hambre y no tienen trabajo. Ahora, los veo en pánico. No importa cuántos mueren
en los hospitales públicos, porque carecen de
insumos o en los Privados, donde los jubilados son pasados por todas las
máquinas nuevas que tiene que pagar, y las hacen funcionar, no importando
cuanto irradien al paciente.
La medicina se convirtió en un negocio rentable. Mientras
más pague la mutual, más enfermedades encuentran. Son una verdadera vergüenza.
Por supuesto, que hay excepciones, siempre las hay. Y
algunos, nos dicen la verdad en estos casos y escriben desmentidos en
revistas científicas, que solo ellos leen, jamás los pacientes.
Claro que el transporte público de trenes, taxis, remixes y colectivos tiene que
seguir funcionando, a pesar de que los transportistas son los más expuestos al
contagio. Pero no los detendrán porque necesitan que todos vayan a trabajar.
Pueden contagiarse para el bienestar de los patrones.
Cosas verdees Sancho, en este mundo, que ya tiene preparada
una falsa invasión extraterrestre, por si fracasa la pandemia. Yo aún espero que todos reaccionemos, que no
seamos más zombi es y ágamos que estos proyectos fracasen. ¿Será o no será? La pandemia
ya no progresará.
¿O preparamos los Platos voladores?
NORMAEF10@hotmail.com
Agradezco me envien información sobre el Coronavirus, como esta afectando en España .
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