miércoles, 25 de marzo de 2020

Coronavirus la excusa perfecta

Por Jesús Sotillo Bolívar:
La falsedad es tan antigua como el árbol del Edén. Orson Welles

Las pandemias son tan viejas como la misma humanidad. En diferentes épocas de la historia pueden apreciarse estos brotes de enfermedades que generan pánico y que ponen en evidencia la crisis existencial de los seres humanos que frente al temor de la muerte buscan explicaciones fantasiosas y generalmente, como ha sucedió tiene sesgos raciales y crasa ignorancia.


Hace mucho tiempo en mis inicios de estudios universitarios, el Profesor Pablo Troncone, metodólogo, profesor de la Escuela de Trabajo Social de la UCV (qepd), gran amigo y asesor, me dijo, te traje un libro, quiero que lo leas. Hoy no recuerdo el autor, pero si el nombre del texto, que me impresionó: La Historia del Microbio.

El autor relataba como a través de la historia de la humanidad los microbios generaban un sin número de enfermedades, mortales muchas de ellas, que al no tener curas oportunas por la ciencia a la sazón, se les buscaba todo tipo de explicaciones y causales que vista retrospectivamente, rayaban en lo absurdo.

Es así como al Vomito Negro, a la denominada gripe española, la Viruela (Llevada por los españoles que ocasionado la muerte de miles de indígenas en regiones conquistadas),  la Tuberculosis, la peste negra (referida por Giovanni Boccaccio en El Decamerón y la mortandad que ocasionó en Florencia Italia) Todas produjeron miles de muertes en diferentes partes del mundo, se creía que su origen era sobre natural e incluso lo más grave, se buscaban culpables en razas y en motivaciones religiosas.

 En ese libro, se señala que muchas de estas pandemias se le achacaban a los judíos, negros, amarillos y otros grupos étnicos y religiosos, porque la humanidad no encontraba explicaciones racionales para esos fenómenos.

En el marco del pánico que se genera con situaciones tan calamitosas como esas, surgen los profetas de siempre, los que ven señales de que el Apocalipsis se aproxima, el mismísimo diablo en persona dirige las acciones de mortandad y otros hablan de maldiciones bíblicas. Algunos incluso, hablan de Sodoma y Gomorra las ciudades que, sumidas en la perdición, recibieron el castigo divino.

Esta civilización, ya no es tal, dicen algunos, el mundo está perdido, nadie respeta a nadie, la pederastia, los abusos sexuales, la matanza de ciudadanos inocentes, las drogas y sus estragos; todas estas aberraciones, son señales de que el fin del mundo se acerca y mutatis mutandi, regresan como un fantasma del pasado las supersticiones medievales.
Lo cierto es que esta nueva cepa denominada Cornavirus en un principio y luego por la OMS, CONAVID-19. Mientras la ciencia investiga y busca el antídoto correspondiente, está sirviendo como excusa para darle PARA darle matices políticos,

Ud. Ve, por ejemplo, algún presidente, que, por la muerte de alguien por el Virus, toman la televisión para reivindicarse y aunque en sus países hay muerte por ejemplo de líderes sociales y luchadores por los derechos humanos, por centenares, ni siquiera se investiga. Pero ellos, se colocan un tapabocas para no hablar de esos casos y disfrazarse, poner rostro de preocupación ante las cámaras, cuando la realidad es que poco les importa ser promotores de la violencia que genera millones de muertos y migrantes de sus propios países.

En Europa, por ejemplo, se han creado murallas, para negar el acceso a millones inmigrantes, que muriéndose de hambre en sus países buscan tener una vida más digna. Mueren familias completas en las llamadas pateras, pero no se hace un plan mundial para mitigar estos problemas, que muchos de esos países han generado precisamente por la acción colonialista e imperialista de los que proponen murallas para contenerlos.

Mientras el mundo entra en pánico por esta Pandemia, gobiernos que pretenden ser gendarmes mundiales para usufrutuar la riqueza natural de otros, someten a otras naciones, a regímenes sancionatorios, que le impide a los habitantes de esos pueblos adquirí las medicinas más elementales para mitigar enfermedades crónicas u ocasionales. Mientras Ud. Los ve por televisión o Tuitiando mostrando sus condolencias y presentando caras de preocupación, que más bien son muecas hipócritas, porque ellos y sus ejércitos matan a millones de ciudadanos, más que cualquier virus.

Por ejemplo, podríamos preguntarnos, ¿El Coronavirus ha matado más gente que las bombas sobre Nagasaki e Hiroshima? ¿Cuántos muertos han producido las dos guerras mundiales generadas en Europa? ¿Acaso los entendidos no hablan de 50 millones de muertos? ¿Cuántos mató Hitler, con el argumento de la raza aria superior? ¿Cuántos muertos producen el Dengue y la Fiebre Amarilla? ¿Cuantos se mueren de hambre en diversas regiones del orbe? No creo que haya virus más letal en este mundo que la política perversa de algunos países, que, para el confort de sus propias sociedades, no les importa invadir, colonizar a otros pueblos y apoderarse de sus recursos naturales.

Si hay algo por lo que luchar en la actualidad es contra la hipocresía
Profesor de la UCV

jesussotillo45@gmail.com

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