Por Rolando Prudencio Briancon:
Tanto se ha esmerado en especular estúpidamente Trump sobre
la tragedia humanitaria de Venezuela, llegando a ordenar incluso la
intervención a la patria de Bolívar con aquella “Ayuda Humanitaria”, y que no
pudo meterla, debiendo retirarse con el rabo entre las piernas; hoy para colmo
de los colmos los tiros le están saliendo por la culata.
Trump en ese su suicida sueño -que se está convirtiendo en
una pesadilla para los ciudadanos norteamericanos- de “Hacer Grande América
Otra Vez”, y habiendo recibido apoyo en las elecciones que ganó del lobby de la
RNA (Rifle National Association, por sus sigla en inglés), no se imaginó que no
atreverse a restringir -por lo menos- el
uso de armas en los EE.UU., se vaya convirtiendo hoy en una pesadilla para los
ciudadanos norteamericanos que cada vez deben pagar con sus vidas esa su
victorioso sueño de volver a ser grandes .
Es cierto que los EE.UU., y como todo imperio que es, para
llegar a ser lo que ha sido, se ha basado en la violencia. Es la violencia y el
uso de la fuerza lo que en mayor grado les ha dado a los estadounidenses su
esplendor. Y esa es la razón por lo que ante la evidencia de que la hegemonía
estadounidense está en decadencia, una de las formas de volver hacer grande
América, es permitiendo que el uso de armas siga campeando sin que nadie le
ponga el cascabel al gato.
Son ya innumerables los casos en los que un ciudadano
estadounidense, enajenado por esa mercenaria mentalidad que produce y ha
producido siempre el cine, y hoy los video juegos, decide tomar un arma de
fuego y acabar con todo aquello que se mueva. Así ha sucedido en escuelas,
restaurantes, locales comerciales, universidades, etc.; tal como el día de ayer
en la localidad de Alabama (Elkmot), un niño de apenas 14 años de edad ha
acabado con toda su familia, compuesta por 5 miembros, abriendo fuego con una
pistola 9 milímetros.
Decía al inicio, son ya interminables los casos en los que
se producen este tipo de matanzas en los EE.UU.; pero lo más inaudito es que la
opinión pública, como la Alta Comisionada de Derechos Humanos: doña Michel
Bachelet, la OEA, el Grupo de Lima, la U.E., etc., se concentran sólo en ver
Venezuela, sin mirar lo que pasa en los EE.UU., y que su presuntuoso presidente
quiere todavía intervenirla, porque le preocupa la situación humanitaria de los
venezolanos, cuando en su narices su ciudadanos; y ahora sus ¡NIÑOS están
matando a sus propios padres y hermanos!
Es hora de que el mundo se quite el velo de creer que Trump
tiene el visto bueno de todos para callarse ante estas tragedias, que como dijo
el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, y el alcalde de esa ciudad Bill de
Blassio, en ocasión del anterior tiroteo, en el Paso Texas, y en el que
murieron 20 personas y 26 resultaron heridas, que: “Trump cobardemente se doblega
ante la Asociación Nacional del Rifle, mientras hay una epidemia de la
violencia de las armas que está desgarrando nuestra nación, y la gente está
muriendo”.
Así que si vemos un poco más allá de nuestras narices la
verdadera tragedia es Trump; tanto para el planeta, como para su propio país.
prudenprusiano@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario