Por Rolando Prudencio Briancon:
Venezuela no es cualquier país; no sólo por sus grandes
riquezas naturales petroleras, mineralógicas, acuíferas y su biodiversidad;
sino por el peso histórico que ha representado para la redención, la liberación
de sus pares, que bajo la emancipadora espada de nuestro libertador Simón
Bolívar hoy somos pueblos libres tal como Bolivia (que lleva su nombre en honor
a él), y también Perú, Colombia y Ecuador; quienes pese a ser parte de los
países bolivarianos, hoy han cerrado filas pidiendo la intervención imperial de
Venezuela, junto al resto que conforman el Grupo de Lima.
Claro que también la historia tiene sus ironías, y hoy
Venezuela está en un punto en el que nuevamente va a ponerse a prueba para
mostrar esa mística que tiene; no sólo de vencer las adversidades, como lo hizo
para liberarse del yugo español, y de hacer lo propio para con los países que
alcanzaron esa condición; sino que además la verdadera prueba para Venezuela es
volver a ser el ejemplo para los países,
que la lucha contra el imperio norteamericano sigue y seguirá.
No en vano fue aquella frase del libertador Simón Bolívar
retumba y retumbará por siempre; no sólo por ese valor histórico, sino por su
vigencia contemporánea, y mucho más aún por la situación que vive hoy
Venezuela; no sólo por la crisis económica y política que atraviesa; sino
porque la vigencia de aquella visión histórica del libertador Bolívar, es hoy
un reto recuperarla y revivirla, tal como cuando sentenciando decía: Los
EE.UU., parecen predestinados por obra de la providencia a sembrar de luto y
miseria nuestra América. Y que desde ya se refería a que lo que puede pasarle a
Venezuela, le puede pasar a cualquier otro país de Latinoamérica, de quienes la
Doctrina de James Monroe sentenció que: América es para los americanos.
Vale decir que de lo que en verdad es Venezuela no hemos
visto en toda su dimensión como representa su resistencia, cuando no sólo es
agredida por las oligarquías criollas, sino por las fuerzas conservadoras
externas (EE.UU. y Unión Europea). Y es que lo que apenas estamos observando es
la punta del iceberg de una tradición de lucha, y que ésta será de larga
duración, y en las que los venezolanos ha demostrado estar preparados para
vencer los más vesánico ímpetus imperiales que quieren llevarla al punto de no
retorno para que sea un protectorado proimperialista, como ya lo ha anunciado
el gobierno de Trump, reconociendo a Juan Guaidó como su presidente
“encargado”, y enviando Eliot Abraham a como emisario especial de los intereses
norteamericanos en Venezuela.
La verdad es que ahora puede ser en cierta manera coherente
en contenido de aquel desconcertante decreto que declara: “Venezuela una
amenaza para los EE.UU.”, y no porque sea una coartada para conspirar contra
ella; sino porque Venezuela no es cualquier país; Venezuela; es la cuna del
libertador que nos legó la libertad, y por al que hoy no dejará de ser leal ni
con el libertador, ni con la libertad; más aún cuando es su propia libertad la
que está en juego.
EE.UU., tiene miedo a Venezuela, porque sabe que los
venezolanos no le tienen miedo.
¡Váyanse al carajo gringos de mierda!
prudenprusiano@gmail.com
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