sábado, 26 de enero de 2019

Estreno torpe y vacío de Jair Bolsonaro en Davos


Por Eric Nepomuceno:

Por primera vez un presidente brasileño abrió el Foro Económico Mundial que se realiza anualmente en Davos, en los Alpes suizos, y que reúne la flor y la nata de los dineros del mundo: el ultraderechista Jair Bolsonaro tenía a su disposición 45 minutos para hablar de sus programas y proyectos a una platea colmada de empresarios, agentes financieros, banqueros e inversionistas.
Fue su estreno como presidente en el escenario global. Habló durante escasos seis minutos y 38 segundos. Y de todas las 740 palabras leídas con la dificultad habitual, que le impide proferir frases de más de media docena de ellas sin interrumpirse, ninguna dejó de ser inocua y genérica.

Los malvados dicen que el gran trabajo de los que escriben los discursos leídos por Bolsonaro es hacerlos cortos, lo más cortos posible, para evitar que el capitán les agregue tonterías o, peor, diga algo que luego resulte en alguna pregunta directa cuya respuesta él difícilmente encontraría.
Pues en Davos fue exactamente así. Bolsonaro dijo que era una ‘gran oportunidad’ de revelar ‘el momento único’ que Brasil vive, y para ‘presentar a todos’ el nuevo país que él y sus ministros están construyendo.

Dijo que ‘por primera vez un presidente armó un gobierno de ministros cualificados’, y que ‘tenemos credibilidad para llevar a cabo las reformas que necesitamos y que el mundo espera de nosotros’. También anunció privatizaciones, pero a ejemplo de las tan mencionadas reformas, no ofreció ninguna pista de cómo serán, o cuándo y con qué amplitud.
A partir de esa frase y a lo largo de las 526 palabras restantes, Bolsonaro fue incapaz de emitir una única y solitaria frase que ultrapasase la frontera del vacío absoluto. Llegó a decir que pretende ‘invertir pesado’ en seguridad para que ‘ustedes nos visiten con sus familias’, y pasó a mencionar la belleza y la exuberancia de la Amazonia, las playas y las ciudades brasileñas.

Los que escribieron lo que Bolsonaro leyó, en todo caso, sabían que no se trataba de un evento de promoción turística. Por eso se apresuraron a incluir temas como la preservación del medio-ambiente, la apertura comercial al mercado global (‘tengan la seguridad de que al final de mi mandato Brasil estará entre los 50 mejores países del mundo para hacer negocios’), y una nueva política externa en la cual ‘el costado ideológico dejará de existir’. Ninguna mención a cómo eso ocurrirá.

Fue cuando volvió a aparecer un Bolsonaro en estado puro: ‘vamos a proteger a la familia y a los verdaderos derechos humanos’. ¿Y cuáles serían los verdaderos derechos humanos? ‘Vamos proteger el derecho a la vida y a la propiedad privada’. Traduciendo: esa la razón del decreto que permite a los brasileños mayores de edad tener cuatro armas de fuego en casa.

Antes del agradecimiento final, y todavía en estado puro, aseguró: ‘Teniendo por consigna ‘Dios por encima de todo’, estoy seguro de que nuestras relaciones traerán infinitos progresos para todos’.
En Brasil, la primera consecuencia del discurso del capitán en Davos se hizo sentir en el mercado financiero: sensible caída de la Bolsa de Valores, sensible aumento del dólar y el euro.

Mientras Bolsonaro profería vaguedades frente a una platea interesada esencialmente en propuestas concretas, Arabia Saudita suspendía la importación de carne de pollo de 33 de 58 frigoríficos brasileños. Se trata de otra clara advertencia dirigida a la ‘nueva política externa sin costado ideológico’ que pretende transferir la embajada de Tel Aviv para Jerusalén, en una contundente muestra de sumisión (nada ideológica, desde luego…) a la Casa Blanca de Donald Trump. La medida significó un corte de 30 por ciento de las exportaciones brasileñas de carne de pollo, que tienen a Arabia Sauita como principal destino.
Como cierre de oro, no hubo la anunciada conferencia de prensa al final de las vacuidades emitidas por Bolsonaro.

En este caso, sin embargo, ninguna sorpresa: al fin y al cabo, el primogénito del presidente, el senador electo Flavio Bolsonaro, está más que involucrado en escándalos, y a cada nueva revelación surgen crecientes indicios de que la marea de lodo podrá acercarse a los pies del padre.
La verdadera lavandería de dinero que fue detectada y ahora es investigada por el Ministerio Público involucra a funcionarios tanto del despacho del entonces diputado estatal Flavio como del entonces diputado nacional Jair. Sobran pruebas de que todos o casi todos depositaban mensualmente parte de sus sueldos (en algunos casos, integralmente) en la cuenta de Fabricio Queiroz, mezcla de chofer, guarda-espaldas e íntimo amigo del clan presidencial.

Mientras en Davos, Bolsonaro cubría su platea de banalidades, se anunciaba en Río que un capitán de la Policía Militar fue acusado de participar en el asesinado de la concejal Marielle Franco, en marzo del año pasado.

Su nombre es Adriano Magalhães da Nóbrega, y hace dos años fue homenajeado por Flavio Bolsonaro, que, además, empleó en su despacho a la mujer y a una hija del amigo íntimo de su papá.

rumbos200@gmail.com

1 comentario:

  1. BOLSONARO ES FAMILIA DE TRUMP SOLO DAN DISCURSO DE 140 CARACTERES COMO LOS TWITER, DEBEMOS SER CONDESCENDIENTES CON ESTOS ANALFABETOS CONVERTIDOS EN POLÍTICOS POR LAS TRANSNACIONALES. GERMÁN SALTRÓN NEGRETTI. VENEZUELA.

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