Por Prof. Manuel José Montañez Lanza:
Papeles para el Debate
El último halcón, como también se le conoce al sr. John
Bolton, es el encargado principal de asesorar al gobierno norteamericano en
cómo manejarse con America Latina; siendo el artífice de la política hacia el
Continente desde el senado, el cubano americano, Marcos Rubio, quien se reunió
a inicios de noviembre de este año en la Casa Blanca con el experimentado
Consejero de Seguridad Nacional, para venderle (mejor dicho imponer), su
“visión” como si fuera la del Senado de los EE.UU., respecto de Cuba y
Venezuela; como también, que acciones debía comenzar a tomar el capitán
Bolsonaro, si deseaba que lo mantuvieran en Washington, como un “fuerte aliado”
de Trump durante su mandato.
Las directrices parecería están claras. Bolsonaro deberá
romper de forma inmediata las relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela.
Otras "dictaduras", según ellos, existentes en America Latina, como
por ejemplo, Nicaragua y el Estado Plurinacional de Bolivia, están en la mira
como próximos objetivos de la Administración Trump, si no se alinean a la
geopolítica que formulan los asesores presidenciales (y tras de ellos, los
neocom), al actual gobierno norteamericano contra nuestra querida y amada,
America Latina. A como de lugar, tienen previsto retomar el control perdido de
lo que ellos consideran es su “Patio Trasero”. En mi opinión, el Presidente
Trump, se encuentra en una crítica disyuntiva e incluso, acorralado entre
querer aplicar su visión “Aislacionista” de las RR.II. (Que es fundamental para
poder impulsar sus propuestas de rescatar la economía interna estadounidense),
versus la agenda abiertamente injerencista de sus antecesores.
En el cuadro de lo anterior, se evidencia, a todas luces,
una lucha interna por el control hegemónico de la política norteamericana entre
dos grandes y poderosos grupos. Por un lado el músculo económico de los Neocom
expresado en el aparato bélico de la industria militar que opera junto al
sector financiero y por el otro, quienes fundamentalmente desde el sector
construcción y capital no especulativo, acompañan al hoy Presidente Trump. No podemos
olvidar ni dejar por fuera en esta reflexión, al lobby sionista que fue
determinante para que Trump llegara a la Casa Blanca; al respecto, al mudar la
embajada de los EE.UU., a Jerusalén, cumple con su promesa de reconocer a ésta
como la capital de Israel.
Regresando al tema central de nuestro análisis, durante la
visita del “último de los halcones” a Brasil, el sr Bolton le indicará al “administrador” de
Planalto, aplicar una modalidad o versión del “Programa Parole” para los
médicos cubanos, buscando se produzca una deserción en masa de los galenos de
la Isla que aún se encuentren diseminados en varios estados del Brasil y en
naciones cercanas como por ejemplo, Venezuela y Bolivia. Lo anterior pasaría
por garantizarles residencia permanente, pero antes deben prestarse a declarar
ante los medios nacionales e internacionales que abandonaron el Convenio
Estatal, por no tener todas las libertades necesarias en Cuba. La política de
Bolsonaro hacia los médicos cubanos es una vulgar copia del “Programa Parole”
que en su momento histórico impulsó George W. Bush mediante el cual ofrecían
“beneficios” exclusivos a los profesionales cubanos que abandonaran misiones
oficiales en el exterior; tales como, la residencia automática y visados para
sus familiares, pero sin garantías de revalidación de sus títulos.
Al respecto, cabe destacar que quienes se han acogido a
dicho programa a lo largo de los años, no han podido ejercer como médicos en
EE.UU., como tampoco podrán hacerlo en Brasil, dada la fuerte oposición, en el
caso de la Patria de Anita de Garibaldi, del Colegio Médico Brasileño. Supongo
que lo mismo sucedería tanto en Venezuela, como en Bolivia, dado que dichos
gremios en las respectivas naciones, son controlados por grupos ideológicos
adversos a los gobiernos progresistas en ellos existentes.
La intención principal de impulsar dichas acciones no es la
de atenuar una emergente crisis social, en aquellas zonas abandonadas por los
médicos cubanos contratados de forma oficial, sino acusar y señalar al Estado
Socialista Caribeño, como el principal responsable de la crítica situación
existente en más de 700 municipios brasileños, tal y como lo ha reconocido
anteriormente la OMS. Ellos buscarán mantener el programa “mais médicos”, pero
sin beneficio directo del Estado cubano, será el emblema que circulará en las
redes sociales y medios internacionales, según se pudo corroborar a través de
una fuente periodística dentro del Ministerio de Salud brasileño.
Este golpe será esencial en los planes de la Administración
Trump contra una de las trabas internacionales que a juicio de ellos,
representa “el castrismo”. El gobierno brasileño estaría dispuesto a asumir el
arribo de centenares de médicos cubanos, a cambio de que éstos responsabilicen
a Cuba de ser el causante principal de la fuga de sus talentos e incentivar una
crisis migratoria, en la cual los cubanos volverían a estar como una de las
nacionalidades de mayor peregrinaje y diáspora mundial. Cualquier parecido con
lo que han intentado ocurra en Venezuela y Haití, no es, mera casualidad.
Aparentemente la medida pudiese ser contundente; sin
embargo, no se puede obviar que Bolsonaro tiene en su contra a un “poderoso
grupo”, encabezado por empresarios y personalidades radicadas en Brasilia y Sao
Paulo; mismas que ejercen en la actualidad, una fuerte presión para que se
mantenga una política exterior diáfana y no de confrontación tanto con la
Habana, como con China, Rusia e incluso Venezuela (Ésta última, en el marco de
una posible activación de la denominada “Operación Tenaza” contra la Tierra que
vio nacer al Padre Libertador), no obstante su alineamiento directo con
Washington.
Ahora bien y para cerrar este ciclo reflexivo, una cosa es
hacer campaña electoral para ganar unas elecciones incluso manipulando las creencias,
mente y valores de los electores, tal como también lo hicieron en otros países
en los últimos años para imponer presidentes y otra, intentar desconocer luego
de ello, la dinámica internacional y la experiencia y sabiduría en materia de
Política Exterior y Relaciones Internacionales de la Cancillería más antigua de
nuestro Continente.
Veremos que le dicen y recomiendan desde Itamaratí al nuevo
inquilino de Planalto.
monlan2001@gmail.com
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