lunes, 10 de diciembre de 2018

Viaje de Bolton al gigante sudamericano los reales objetivos de su visita


Por Prof. Manuel José Montañez Lanza:
Papeles para el Debate

El último halcón, como también se le conoce al sr. John Bolton, es el encargado principal de asesorar al gobierno norteamericano en cómo manejarse con America Latina; siendo el artífice de la política hacia el Continente desde el senado, el cubano americano, Marcos Rubio, quien se reunió a inicios de noviembre de este año en la Casa Blanca con el experimentado Consejero de Seguridad Nacional, para venderle (mejor dicho imponer), su “visión” como si fuera la del Senado de los EE.UU., respecto de Cuba y Venezuela; como también, que acciones debía comenzar a tomar el capitán Bolsonaro, si deseaba que lo mantuvieran en Washington, como un “fuerte aliado” de Trump durante su mandato.

Las directrices parecería están claras. Bolsonaro deberá romper de forma inmediata las relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela. Otras "dictaduras", según ellos, existentes en America Latina, como por ejemplo, Nicaragua y el Estado Plurinacional de Bolivia, están en la mira como próximos objetivos de la Administración Trump, si no se alinean a la geopolítica que formulan los asesores presidenciales (y tras de ellos, los neocom), al actual gobierno norteamericano contra nuestra querida y amada, America Latina. A como de lugar, tienen previsto retomar el control perdido de lo que ellos consideran es su “Patio Trasero”. En mi opinión, el Presidente Trump, se encuentra en una crítica disyuntiva e incluso, acorralado entre querer aplicar su visión “Aislacionista” de las RR.II. (Que es fundamental para poder impulsar sus propuestas de rescatar la economía interna estadounidense), versus la agenda abiertamente injerencista de sus antecesores.

En el cuadro de lo anterior, se evidencia, a todas luces, una lucha interna por el control hegemónico de la política norteamericana entre dos grandes y poderosos grupos. Por un lado el músculo económico de los Neocom expresado en el aparato bélico de la industria militar que opera junto al sector financiero y por el otro, quienes fundamentalmente desde el sector construcción y capital no especulativo, acompañan al hoy Presidente Trump. No podemos olvidar ni dejar por fuera en esta reflexión, al lobby sionista que fue determinante para que Trump llegara a la Casa Blanca; al respecto, al mudar la embajada de los EE.UU., a Jerusalén, cumple con su promesa de reconocer a ésta como la capital de Israel.  

Regresando al tema central de nuestro análisis, durante la visita del “último de los halcones” a Brasil, el  sr Bolton le indicará al “administrador” de Planalto, aplicar una modalidad o versión del “Programa Parole” para los médicos cubanos, buscando se produzca una deserción en masa de los galenos de la Isla que aún se encuentren diseminados en varios estados del Brasil y en naciones cercanas como por ejemplo, Venezuela y Bolivia. Lo anterior pasaría por garantizarles residencia permanente, pero antes deben prestarse a declarar ante los medios nacionales e internacionales que abandonaron el Convenio Estatal, por no tener todas las libertades necesarias en Cuba. La política de Bolsonaro hacia los médicos cubanos es una vulgar copia del “Programa Parole” que en su momento histórico impulsó George W. Bush mediante el cual ofrecían “beneficios” exclusivos a los profesionales cubanos que abandonaran misiones oficiales en el exterior; tales como, la residencia automática y visados para sus familiares, pero sin garantías de revalidación de sus títulos. 

Al respecto, cabe destacar que quienes se han acogido a dicho programa a lo largo de los años, no han podido ejercer como médicos en EE.UU., como tampoco podrán hacerlo en Brasil, dada la fuerte oposición, en el caso de la Patria de Anita de Garibaldi, del Colegio Médico Brasileño. Supongo que lo mismo sucedería tanto en Venezuela, como en Bolivia, dado que dichos gremios en las respectivas naciones, son controlados por grupos ideológicos adversos a los gobiernos progresistas en ellos existentes.

La intención principal de impulsar dichas acciones no es la de atenuar una emergente crisis social, en aquellas zonas abandonadas por los médicos cubanos contratados de forma oficial, sino acusar y señalar al Estado Socialista Caribeño, como el principal responsable de la crítica situación existente en más de 700 municipios brasileños, tal y como lo ha reconocido anteriormente la OMS. Ellos buscarán mantener el programa “mais médicos”, pero sin beneficio directo del Estado cubano, será el emblema que circulará en las redes sociales y medios internacionales, según se pudo corroborar a través de una fuente periodística dentro del Ministerio de Salud brasileño.

Este golpe será esencial en los planes de la Administración Trump contra una de las trabas internacionales que a juicio de ellos, representa “el castrismo”. El gobierno brasileño estaría dispuesto a asumir el arribo de centenares de médicos cubanos, a cambio de que éstos responsabilicen a Cuba de ser el causante principal de la fuga de sus talentos e incentivar una crisis migratoria, en la cual los cubanos volverían a estar como una de las nacionalidades de mayor peregrinaje y diáspora mundial. Cualquier parecido con lo que han intentado ocurra en Venezuela y Haití, no es, mera casualidad.

Aparentemente la medida pudiese ser contundente; sin embargo, no se puede obviar que Bolsonaro tiene en su contra a un “poderoso grupo”, encabezado por empresarios y personalidades radicadas en Brasilia y Sao Paulo; mismas que ejercen en la actualidad, una fuerte presión para que se mantenga una política exterior diáfana y no de confrontación tanto con la Habana, como con China, Rusia e incluso Venezuela (Ésta última, en el marco de una posible activación de la denominada “Operación Tenaza” contra la Tierra que vio nacer al Padre Libertador), no obstante su alineamiento directo con Washington.

Ahora bien y para cerrar este ciclo reflexivo, una cosa es hacer campaña electoral para ganar unas elecciones incluso manipulando las creencias, mente y valores de los electores, tal como también lo hicieron en otros países en los últimos años para imponer presidentes y otra, intentar desconocer luego de ello, la dinámica internacional y la experiencia y sabiduría en materia de Política Exterior y Relaciones Internacionales de la Cancillería más antigua de nuestro Continente.
Veremos que le dicen y recomiendan desde Itamaratí al nuevo inquilino de Planalto.

monlan2001@gmail.com

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