martes, 9 de octubre de 2018

Chile y la vara alta de la impunidad en el intento de magnicidio contra Maduro


Por Rolando Prudencio Briancon:

No voy a referirme al fallo que la Corte Internacional de Justicia dictó el día lunes en La Haya en contra de Bolivia; sino al intento fallido del magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro Si bien es evidente que después del fallo en el juicio en La Haya en el que el Estado boliviano demandó que Chile cumpla sus múltiples compromisos de efectivizar una salida soberana al mar que se ROBO, el Estado chileno ha quedado impune; hoy ha vuelto a quedar impune, después que a dos meses (4 de agosto) del magnicidio en grado de frustración contra el presidente, y en el que se ha visto envuelta la diplomacia chilena; también ha quedado en la impunidad, sin que hasta el día de hoy no haya dado una respuesta valedera para creer en su inocencia.


Es más, a quien quiere paradójicamente llevarlo ante la Corte Penal Internacional; es nada menos que es a quien ha sido la víctima del magnicidio en grado de frustración, como es el presidente Nicolás Maduro. O sea, el mundo patéticamente: ¡patas arriba!

Así es como ésa misma diplomacia que acaba de salir triunfadora en La Haya vociferando su victoria, hoy mantiene la boca bien cerrada sobre las acusaciones de Henryberth Emanuel Rivas Vivas, alias “El Morfeo”, ejecutor del atentado fallido contra Maduro, quien después que ejecutara el mismo, tenía planificado salir de Venezuela bajo la furtiva protección de funcionarios  de nada menos la legación diplomática chilena, tal como ha confesado ante autoridades judiciales venezolanas.

Ha sido “El Morfeo”, quien ha dado los detalles no sólo del magnicida operativo frustrado; sino del Plan de Fuga que tenía preparado una vez ejecutado el mismo. Una confesión que ha sido muy tímidamente divulgada por los medios de comunicación, quien según su propio relato, contaba con la colaboración de los personeros de la embajada chilena en Venezuela, después de esconderse en Lagunillas. 

Obviamente, como ambos operativos -el magnicidio, como el Pan de Fuga- se frustraron, ¿qué le tocó a la diplomacia chilena? Negar; tal como se ha negado en el caso de la demanda boliviana sobre la obligación de otorgar una salida al mar, o en el caso del magnicidio frustrado; y que han advertido agresivamente -la mejor defensa es el ataque- que es una acusación “infundada”, pidiendo se retire las calumniosas acusaciones. Es más, ha demandado al gobierno venezolano “actuar con responsabilidad y cordura”.

Vale decir que la diplomacia chilena no ha hecho más que negar sus delitos, como lo han hecho en el caso de Bolivia, con el robo y asalto de sus territorios hace ya más de 130 años, como también ahora, en éste magnicidio en grado de frustración contra el presidente Maduro, en el que ha participado encubriendo para que escape el “Morfeo”.

Esa es la razón por la que Chile es el Caín de la integración latinoamericana que anda agrediendo a sus hermanos latinoamericanos; como ayer a Bolivia -la hija predilecta del libertador Bolívar- y hoy contra Venezuela; la más solidaria de todas.

Pd. No debemos la actitud desleal y felona contra la Argentina, cuando se prestó a ser la alcahueta del agresor inglés.

prudenprusiano@gmail.com

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