Por Carlos E. Lippo:
"… Estamos muy agradecidos por todo el trabajo que los
Cascos Blancos (de Siria) continúan haciendo en nombre del pueblo de su país y en nombre del Gobierno de Estados Unidos y de todas las
fuerzas de la coalición". Hearher Nauert, portavoz del Departamento de Estado
estadounidense
Hace algunas semanas, en un artículo que publicásemos con el
título de ¿Qué han venido a hacer los
“Cascos Blancos” de Argentina a nuestra frontera con Colombia? (1), dábamos
cuenta de la llegada de sendas misiones de dicha organización, adscrita
formalmente al ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la república
Argentina, a las poblaciones colombianas de Cúcuta (Norte de Santander) y
Maicao (La Guajira), fronterizas con Venezuela y enclavadas en dos regiones
totalmente abandonadas por el estado colombiano desde el punto de vista
sanitario, al extremo de que en la última de ellas cerca de 400 niños menores
de cinco años han fallecido de hambre en los últimos años, proyectándose una
cifra de 64 fallecimientos durante el presente año, en caso de que no se logre
revertir la tendencia actual (2).
En el mencionado artículo decíamos que la misión médica
argentina llegada a sus sitios de trabajo el pasado 23 de junio, para
permanecer en ellos hasta diciembre próximo, ya había comenzado a desarrollar
su agenda visible, que al parecer y con base en las declaraciones dadas por
algunos de sus miembros, incluye además
de las tareas de asistencia médica el contribuir a seguir posicionando la
matriz mediática de la supuesta “crisis humanitaria” en Venezuela.
También señalábamos que era necesario desvelar la agenda
oculta de la misión, dada la natural suspicacia generada por la extrema
animadversión hacia nosotros exhibida por el gobierno de Macri en escenarios
como la OEA y el “Grupo de Lima”, así como por su extrema sumisión a los
dictados del imperio y su probada disposición a sumarse en la primera línea de
la tan anunciada intervención militar.
Ocurre sin embargo, que algunos hechos que hemos conocido
con posterioridad a la publicación del citado artículo contribuyen de manera
significativa a desvelar dicha agenda, al propio tiempo que aumentan considerablemente
nuestra suspicacia; entre tales hechos podemos mencionar:
• Unas
altamente reveladoras declaraciones ofrecidas por el extitular de “Cascos
Blancos”, Gabriel Fucks al diario “Tiempo Argentino” (3), señalando entre otras
cosas: que la misión en la frontera colombiana "tiene más que ver con una
política de presión hacia Venezuela en sintonía con la posición que tiene el
gobierno argentino en la OEA que a la necesidad de montar una acción de
asistencia sanitaria"; que “… cuando los “Cascos Blancos” intervienen
sobre todo en países de América Latina, en general se articula con todos los
países afectados y no con uno solo", como está ocurriendo en este caso; y
que "Si acá existiera una crisis humanitaria de una migración
incontrolable que necesitara de la presencia de los “Cascos Blancos”, sería
importante que la Cancillería argentina articulara con los dos países y pudiera
tener una participación en ambos lados de la frontera". En las mismas
declaraciones el exfuncionario diplomático, atestiguando el extremo cipayismo
del gobierno Macri, señalaba que existe riesgo de intervención militar del
imperio en Venezuela, aunque "No inmediato, porque Estados Unidos lo que
quiere es mantener una presión permanente. Pero la Argentina siempre
sobreinterpreta estas cosas, y el señalamiento de la crisis humanitaria es como
una espada de Damocles que puede permitir en algún momento la
intervención".
• Que la
pretendida operación humanitaria de autoría presuntamente argentina,
actualmente en desarrollo es realmente una operación en la que participan
también el Consejo Noruego de los Refugiados y la Cruz Roja colombiana (4), la
misma que aceptó sin mayores reclamos el uso ilegal de su logotipo por parte
del ejército colombiano para engañar a unos guerrilleros de las FARC que iban a
liberar a Ingrid Betancourt y otros secuestrados, como parte de una operación
humanitaria debidamente coordinada por el gobierno del Comandante Chávez, con
el gobierno de Uribe Vélez en el 2008; lo cual le da el carácter de una
operación internacional multinacional.
• Que este
delicado carácter internacional, es confirmado por otros que señalan que la
operación se viene desarrollando con el acompañamiento de la Cruz Roja
Internacional y ACNUR (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados) (5), instituciones que teniendo la obligación de haber
coordinado con nuestro gobierno, ni siquiera han intentado hacerlo aún.
• Que
aunque “Cascos Blancos” es una organización adscrita al gobierno argentino
recibe financiamiento de numerosas instituciones argentinas de carácter privado
tales como: la OSDE, que es la primera red de servicios médicos asistenciales
de Argentina; el CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas
de Argentina); la ALAMI (Asociación Latinoamericana de los Sistemas Privados de
Salud; y el CSIS (Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales; así como
también de B´Nai B´rith Internacional, una ONG de presunto carácter
filantrópico, de confesión judaica fundada en Nueva York (5). Siendo el caso de
que como es ampliamente conocido este tipo de organizaciones privadas jamás da
“puntada sin dedal”.
• Que
algunos de los elementos que integran este tipo de organizaciones, adicional a
sus conocimientos sanitarios también son duchos en el arte de matar o apañar a
asesinos en otros países, así como además en perpetrar “falsos positivos” y
ataques de bandera falsa, como ha ocurrido en Siria. Siendo oportuno y
necesario recordar que el grupo llegado de Argentina, bajo la bendición del
presidente Mauricio Macri y en contubernio con el saliente mandatario
colombiano, Juan Manuel Santos, como parte de una farsa montada en el
aprovechamiento de la próxima asunción de Iván Duque, tiene por fuerza que
contar con aquiescencia y protección de las fuerzas militares norteamericanas
acantonadas en las bases de la OTAN desde la época de Uribe Vélez, quien
aprobase el establecimiento de las primeras siete.
Resulta evidente que hechos como los anteriormente reseñados
no hacen más que afianzar la hipótesis que formulásemos en el artículo citado a
comienzos de estas notas, consistente en que la operación de “asistencia”
internacional de la que hemos estado hablando tiene una altísima probabilidad
de estar asociada a la intervención militar multiestatal de Venezuela, asomada
de manera explícita por Donald Trump en agosto de 2017, y en la cual según
opinión de las insignes compañeras de origen argentino Stella Calloni,
periodista y analista geopolítica y Adriana Rossi, directora del “Observatorio
Geopolítico de los Conflictos”, la Argentina de Macri ha decidido colocarse en
la primera línea de ataque junto a las fuerzas armadas del imperio, así como
las de Colombia, Perú, Panamá y Brasil.
Comenzando ahora a abordar el tema central de estas notas es
necesario decir que la organización conocida con el nombre de “Cascos Blancos”
de Siria, que se anuncia fraudulentamente como la organización de defensa civil
de ese atribulado pero heroico país hermano, es una “ONG humanitaria” que tiene
como propósito declarado la protección y asistencia de civiles en las zonas
controladas por los distintos “grupos rebeldes” opuestos al gobierno legítimo
de Bashar Al Assad, en el marco de la invasión imperial eufemísticamente
llamada por las potencias occidentales, la guerra civil de Siria.
Se trata de una organización creada y dirigida por James Le
Mesurier, un oficial del MI6 inglés, distinguido en 2016 por la reina Isabel II
con el rango de Oficial del Imperio Británico, que se ha dedicado
fundamentalmente a publicar en internet
videos con imágenes sangrientas que supuestamente muestran los “crímenes del
régimen de Al Assad” y de los que se ha demostrado que están realizados con
actores y con fines de propaganda; para el logro de sus fines cuenta con un
generoso financiamiento de Estados Unidos a través de la USAID, así como de
algunas de sus principales potencias aliadas: Alemania, Dinamarca, Francia,
Japón, los Países Bajos y el Reino Unido. Tan espléndido financiamiento les ha
permitido disponer de equipos de filmación de la más alta tecnología y hasta
lucir cascos de afamadas marcas, más aptos para la práctica de deportes
extremos que para su utilización en un frente de combate. El gobierno francés
llegó al extremo de proponerlos al Premio Nobel de la Paz, cuando realmente
debió hacerlo al Premio Oscar de Hollywood en la categoría de documentales de
“guerra ficción”.
Es un hecho comprobado que siempre han estado detrás de los
ataques con armas químicas, reales y ejecutados como ataques de falsa bandera,
o ficticios, pero siempre atribuidos a las fuerzas de Al Assad; sin embargo
también han participado en no pocos combates al lado de los terroristas, muchos
de ellos debidamente documentados por el ministerio de defensa de Rusia, que
por ello los ha calificado como muy cercanos a Al Qaeda.
Su participación en la que ha sido sin duda alguna la más
terrible de las acciones terroristas perpetradas a lo largo de este cruento
conflicto a punto ya de terminar favorablemente a las fuerzas de Al Assad, cual
es la contaminación de las aguas del río Barada en diciembre de 2016, fuente
del preciado líquido para los más de 7 millones de habitantes de la capital
Damasco, ha quedado plenamente comprobada por la suscripción de la llamada
“Acta de Barada”, junto a seis de los grupos yihadistas invasores, en la que
amenazaban con impedir la ejecución de las tareas de saneamiento y recuperación
de las aguas, si el gobierno legítimo de Al Assad no se rendía (6); siendo
oportuno señalar que esta única acción es más que suficiente para calificarlos
de terroristas al servicio del imperio y sus potencias aliadas.
Desde el fin de semana pasado este inefable grupo ha vuelto
a ser noticia de alcance planetario debido a la evacuación de alrededor de 800
de sus miembros, entre activistas directos y familiares, a cargo de las fuerzas
de ocupación del estado sionista de Israel, a través de la frontera
sur-occidental de Siria, con destino a Jordania.
Aunque mucho se ha especulado sobre la razones para haber
ejecutado esta operación calificada de criminal por las legítimas autoridades
sirias, es un hecho cierto que la misma fue ejecutada con el apoyo de los
gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Jordania, Alemania y Canadá, lo que
viene a comprobar sus estrechos vínculos con el terrorismo yihadista, tantas
veces negados, y por solicitud directa y expresa del presidente Trump, el
primer ministro Trudeau del Canadá, y “otros grandes líderes mundiales” según
ha informado el premier israelí (7); todo lo cual viene a comprobar la
necesidad de evacuarlos para mantener ocultas las muchas otras atrocidades
cometidas por ellos a lo largo del conflicto y lo que es más importante, la
participación de sus mentores, que obviamente saldrían a la luz pública tras
los interrogatorios a las que habrían sido sometidos por las autoridades sirias
después de su captura. La necesidad de preservar este “valioso” grupo de
mercenarios terroristas para su utilización por parte del imperio y sus aliados
en cualquiera de los otros escenarios de guerra que mantienen vigentes a nivel
planetario pudiese ser otra de las razones para haber acometido con prontitud
semejante tarea.
A su salida de Siria, pasando por los territorios ocupados
por Israel, los evacuados fueron llevados a Jordania donde presuntamente
permanecerán por breve tiempo ya que el gobierno jordano sólo dio el permiso de
acceso después de que Gran Bretaña, Alemania y Canadá hicieran una promesa
jurídicamente vinculante de reasentarlos en sus propios países dentro de un
período específico.
Realmente me preocupa muy poco el caso de los evacuados que
puedan ser reasentados en Alemania y la Gran Bretaña, pues siendo terroristas
los gobiernos de esas naciones, entre terroristas ya encontrarán la manera de
entenderse; me preocupan si los que habrán de ser asentados en el Canadá, unos
250, de los cuales 50 son “socorristas”
y el resto sus parientes (8), una curiosa proporción que demuestra que
forman parte de una curiosa fauna que gusta de invadir países para hacer la
guerra acompañados de sus propios familiares. Y digo que me preocupan porque
siendo el Canadá uno de los más rabiosos miembros del llamado Grupo de Lima,
nada tendría de extraño que terminaran asentándolos en Colombia, país miembro
de la OTAN al igual que el resto de los países occidentales involucrados en la
operación de evacuación.
Resulta más que evidente que su traslado a Colombia se haría
para ser incorporados junto a sus homónimos argentinos a las tareas de apoyo:
mediático, operacional y eventualmente sanitario, a la intervención militar
multiestatal de Venezuela, que a juicio nuestro sigue teniendo el mes de
septiembre y las maniobras aeronavales conjuntas UNITAS LIX, como la fecha y el
escenario de más probable ocurrencia.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(1)
http://celippor.blogspot.com/2018/06/quehan-venido-hacer-los-cascos-blancos.html
(2)
https://www.telesurtv.net/news/fallecen-ninos-desnutricion-guajira-colombia--20180430-0001.html
(3)
https://www.tiempoar.com.ar/nota/el-impreciso-papel-de-los-cascos-blancos-argentinos-en-la-frontera-de-venezuela
(4)
http://cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/79905-cascos-blancos-real-amenaza-a-venezuela
(5)
https://www.lapatilla.com/2018/07/06/cascos-blancos-argentinos-asistiran-a-venezolanos-en-la-frontera-con-colombia/
(6)
http://www.voltairenet.org/article194858.html
(7)
https://elpais.com/internacional/2018/07/22/actualidad/1532257803_293991.html
(8) https://mundo.sputniknews.com/orientemedio/201807221080599700-que-pais-acogera-cascos-blancos/
celippor@gmail.com
tenemos que estar bien alerta pueblo y fuerzas armadas, en la frontera con Cúcuta y Maicao y el Apure
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