Por Ilka Oliva Corado
Desde el gobierno de Calderón se está ejecutando en México
con todas las estrategias renovadas el Plan Cóndor, algo a lo que llamaron
“guerra contra el narcotráfico” para
encubrir el genocidio que realiza el gobierno mexicano contra la población más
golpeada sistemáticamente y a todo aquella que se atreva a denunciar y a levantar la voz defendiendo el ecosistema o
los Derechos Humanos.
Es por esa razón que diariamente son asesinadas, torturadas
y desparecidas en México, docenas de personas de las cuales los medios de comunicación corporativos jamás
informarán a la sociedad, o tergiversarán la información para ensuciar
sus nombres y favorecer a las clicas que trafican desde los altos mandos del
gobierno.
Pueblos enteros están siendo eliminados en esos falsos
enfrentamientos que presentan los medios como enfrenamientos entre
narcotraficantes contra policías o ejército. Es al revés, la policía y el
ejército entran a estos pueblos para violar niños, niñas, adolescentes y
mujeres mientras torturan a los hombres, para después asesinarlos a todos y
desaparecerlos en las fosas clandestinas.
Son miles de casos de denuncias en el Ministerio Público, de
padres de familia que exigen que aparezcan con vida sus hijos que fueron
levantados por la policía y el ejército. Son cientos de cuerpos los que
aparecen diariamente en fosas clandestinas: desmembrados con señales de
tortura. Y son encontrados porque familiares no han desistido de buscarlos
estado por estado, pueblo por pueblo.
La agenda de Estados Unidos
y los medios que manipulan la información movilizan las temáticas hacia
Venezuela para ocultar el genocidio que vive México. Mediáticamente han creado
un monstruo de nombre Maduro para que lo odie la sociedad y teman convertirse
en otra Venezuela, en la Venezuela que les dibujan en calco con todo programado
para la manipulación en masas; pero
mientras tanto en esos países con gobiernos neoliberales se realizan los
desfalcos más grandes de las últimas décadas: ecocidios, desapariciones
forzadas y en el caso de México el genocidio migrante y el genocidio de la
población mexicana, es el país donde más feminicidios se realizan en
Latinoamérica.
Han sido más de 10 de años de exterminación indígena en
México. Diez años asesinado por canastadas a cuanta persona se niega a dejarse
arrancar la dignidad. La fachada de la guerra contra el narcotráfico les ha
funcionado muy bien. El Plan Mérida y el Plan Frontera Sur ha instalado el
terror en la población, con esto el gobierno dirigido por las oligarquías e
injerencistas como Estados Unidos han tomado el control de todo el país.
Una guerra contra el narcotráfico que ayuda a ocultar todo
lo que sucede a puerta cerrada en el gobierno. Una guerra que es la excusa
perfecta para intimidar a la población y no tenga reaccionar ante los
desfalcos, las ventas de tierra, la eliminación de recursos en educación,
salud, infraestructura y cultura. Mafias que han empobrecido más al país que
obliga a las migraciones forzadas.
México es el gigante de América Latina, es el hermano mayor
de todos, para su desgracia está a la par de Estados Unidos a quien le resulta
tan fácil menospreciarlo, utilizarlo y saquearlo. Las oligarquías fieles a su
origen colaboran facilitando las
estrategias y ejecutando todo lo que Estados Unidos les ordena. Ponen títeres
de presidentes y establecen con marca registrada las propagandas que idiotizan
a las masas, porque saben explotar muy bien: su racismo, clasismo, homofobia y
doble moral.
Pero no todo está perdido, en México han existido milenariamente pueblos que se
resisten al abuso y al olvido, y siguen en pie luchando por sus derechos y sus
tierras. Por la justicia. Estos pueblos están con Manuel López Obrador, quien
les ha ofrecido un cambio radical en el país. Las oligarquías saben el poder
que tiene un pueblo despierto y que no se deja engañar. En unos días se
realizarán elecciones en el país y las mafias harán hasta lo imposible por
arrebatárselas a López Obrador.
El pueblo tiene que estar despierto y alerta. México se merece una
oportunidad. López Obrador les puede
fallar y si eso sucede tendrán cómo enfrentarlo, si siguen luchando, pero si
las grandes mafias siguen en el control del poder, en México sin lugar a dudas
seguirán los ríos de sangre y las versiones renovadas de la famosa y solapada guerra contra el narcotráfico.
ilka@cronicasdeunainquilina.com
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