Por: Dr. Néstor García Iturbe:
La palabra globalización es un instrumento del imperio para
encubrir un nueva forma de expansión, en este caso económica, con la cual
fortalece su hegemonía sobre otros países y el régimen de explotación que
somete a los mismos, todo eso encubierto bajo un limitado beneficio que reciben
estos, con el “desarrollo” de sus
economías, lo cual no deja de ser un desarrollo controlado y ajustado a los
intereses económicos de los grandes capitales del imperio y las grandes
potencias mundiales. Algunos organismos internacionales, en su definición sobre la globalización, tratan
de presentarla como un fenómeno inexorable, determinado por la historia como parte del progreso de la
humanidad, tendiente a desarrollar una especie de división internacional del
trabajo, que se encamina a la integración de la economía mundial, lo cual no es
cierto.
El Fondo Monetario Internacional, uno de los instrumentos
creados y utilizados en función de los intereses de los grandes consorcios y de
los países donde estos tienen el poder en sus manos, define la globalización de
la siguiente forma:
“La "globalización" económica es un proceso
histórico, el resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Se
refiere a la creciente integración de las economías de todo el mundo,
especialmente a través del comercio y los flujos financieros. En algunos casos
este término hace alusión al desplazamiento de personas (mano de obra) y la transferencia
de conocimientos (tecnología) a través de las fronteras internacionales. La
globalización abarca además aspectos culturales, políticos y ambientales más
amplios que no se analizan en esta nota.
En su aspecto más básico la globalización no encierra ningún
misterio. El uso de este término se utiliza comúnmente desde los años ochenta,
es decir, desde que los adelantos tecnológicos han facilitado y acelerado las
transacciones internacionales comerciales y financieras. Se refiere a la
prolongación más allá de las fronteras nacionales de las mismas fuerzas del
mercado que durante siglos han operado a todos los niveles de la actividad
económica humana: en los mercados rurales, las industrias urbanas o los centros
financieros.
Los mercados promueven la eficiencia por medio de la
competencia y la división del trabajo, es decir, la especialización que permite
a las personas y a las economías centrarse en lo que mejor saben hacer. Gracias
a la globalización, es posible beneficiarse de mercados cada vez más vastos en
todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos de capital y a la tecnología, y
beneficiarse de importaciones más baratas y mercados de exportación más
amplios. Pero los mercados no garantizan necesariamente que la mayor eficiencia
beneficiará a todos. Los países deben estar dispuestos a adoptar las políticas
necesarias y, en el caso de los países más pobres, posiblemente necesiten el
respaldo de la comunidad internacional a tal efecto.”
En esta definición se trata de presentar la globalización como
un fenómeno propio de las transacciones
internacionales comerciales y
financieras, como si fueran las “fuerzas del mercado” las que originaron el
fenómeno, cuando el mismo es un producto
de la política hegemónica y de explotación a otros países que han desarrollado
Estados Unido y otras potencias mundiales durante un proceso de inversión indiscriminada, donde prima el interés del
inversionista y no del país donde se realiza la inversión, por lo regular
países pobres, que encuentran en estas nuevas fuentes de empleo, al menos un
poco de oxígeno que les permite continuar respirando.
Nuevamente se trata de presentar al monstruo como parte de
un proceso de integración económica y social, a escala mundial donde se destaca
la comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo, cuando
en realidad son acciones forzadas y dirigidas por un país que se beneficiará de
las mismas y otro al cual se le crea una dependencia planificada y por lo
regular permanente, pues su desarrollo queda comprometido con los intereses
económicos del inversionista, regularmente una de las grandes potencias mundiales. Una publicación
especializada, “El Portal Estadístico” nos describe la globalización en una
forma más comprensible y cercana a la realidad. En este caso la describe “Como la Inversión Directa Extranjera (FDI),
sencillamente el dinero que invierte una empresa en otra empresa, de un país
diferente. Estas compañías usualmente poseen una parte de la compañía
extranjera en la cual han invertido e influyen en el proceso de producción, la
toma de decisiones y todo aquello que se relaciona con el proceso de
producción, incluyendo los salarios.
Aunque el fenómeno saque en gran medida ventaja de los
avances tecnológicos del siglo 21, así como también de la flexibilidad cultural
de la población en edad laboral de hoy, la inversión directa extranjera tiene
una larga historia, remontándose a los imperios coloniales. No sin críticos, el
FDI generalmente traer ventajas para la compañía inversionista, como el acceso
a los nuevos mercados además de costos
de la mano de obra, los materiales y las instalaciones de producción a un costo
disminuido, acorde a la situación del país donde se realiza la inversión.. La
economía local puede sacar provecho de una infusión de capital, acceso a las
nuevas tecnologías, disminución del desempleo, salarios por encima de la norma
nacional, pero la que recibe beneficios extraordinarios es la empresa que
realiza la inversión, amparada en el proceso de globalización.”
La inversión de Estados Unidos en el extranjero ha
tenido un crecimiento vertiginoso en los
decenios pasados. Las corporaciones
multinacionales estadounidenses, especialmente enfocadas en el incremento de
sus beneficios financieros, han
invertido en fábricas en ultramar, que le ofrecen esas ventajas. Sin embargo,
una parte grande de estas corporaciones enfocan la producción no sólo a suministrar el mercado de Estados
Unidos, sino también la demanda local de los productos que fabrican y competir en el mercado internacional.
En el año 2016, la inversión acumulada total de Estados
Unidos en otros países, representó 5, 33 trillones de dólares.
De acurdo con la información obtenida en “El Portal
Estadístico” las inversiones estadounidenses en algunos países desde el año
2000 al 2016 acumulan los siguientes totales.( En Billones de dólares)
ASIA PACIFICO
846,68
AUSTRALIA
165,35
JAPON
114,64
ALEMANIA
107,71
CHINA 92,48
MEXICO
87, 64
AFRICA 57,47
ORIENTE MEDIO
45,93
INDIA 32,94
ITALIA 24,69
Este ritmo de inversión estadounidense en otros países
pudiera calificarse como “resultado de la globalización”, sin embargo está
dirigido, en su mayoría, hacia países
donde el dólar está altamente cotizado cuando se compara con la moneda del
país, lugares donde el realizar una
inversión tiene un costo muchísimo más barato que si se realizara en Estados
Unidos, donde se pagarán salarios muchísimo más bajos que los que podría
recibir un obrero estadounidense realizando la misma labor, donde debido a la
nueva inversión regularmente el país receptor otorga varios años de exención de
impuestos a la empresa inversionista y le permite extraer una alta proporción de sus utilidades, que
regularmente van a parar a los paraísos fiscales, para que el gobierno
estadounidense no pueda imponerles impuestos por las mismas.
En este caso estamos analizando el proceso inversionista de
un país, Estados Unidos, lanzado contra los recursos del mundo para obtener las
mayores ganancias posibles.
Podemos también analizar el caso de un país, receptor de
inversiones foráneas, que estimula las mismas ofreciendo sus recursos
naturales, su mano de obra barata, exenciones de impuesto y otra ventajas para
que el capitalista encuentre el mayor beneficio posible invirtiendo en el
mismo. Tomemos la República Popular China como ejemplo en este análisis. Para este ejercicio hemos seleccionado los
diez países que han realizado las mayores inversiones en el misma, lo que
evidentemente ha resultado en un desarrollo de su economía debido a la
Inversión Extranjera Directa, que está sujeta a problemas de los mercados,
internos y externos, el adelanto tecnológico de la inversión realizada, las
relaciones diplomáticas y la política comercial entre China y el país
inversionista.
Estados Unidos: 92,480 millones hasta el 2016.
Anualmente se invierten cerca de 2,000 millones. La presencia de compañías estadounidenses se
extiende a casi todos los sectores manufactureros o de servicios pero, según
diversos analistas de las relaciones bilaterales, la desaceleración económica
china, una regulación más estricta de los mercados y un aumento de los costos
laborales han llevado a un repliegue de la inversión estadounidense en los
últimos años.
Corea del Sur, cerca de 3,000 millones anuales.
Sus inversiones se concentran en los sectores automotriz e
informático-
Singapur: 12,000 millones hasta el 2016.
Anualmente realiza inversiones cercanas a los 2,500 millones de dólares. China es su principal destino de
inversiones en Asia. Tiene presencia en las empresas Pvilion Energy Pte,
dedicada a los problemas energéticos y Jurong Consultants.
Taiwán: Invierte cerca de 2,500 millones anuales.
A pesar de las diferencias políticas, está entre los
primeros inversores en China. Sus
inversiones están presentes en el campo de la minería, el sector electrónico y
los textiles. Sus empresas de mas peso
son la Foxconn y Want Want China Holding ltd.
Alemania: Se registra una inversión promedio de 2,000
millones de dólares anuales
La inversión germana en China, que dio un salto entre 2009 y
2013, la cual s ha dirigido la industria
automotriz, teniendo presencia de Audi,
BMW, Mercedes and Jaguar Land Rover. La
inversión directa alemana también se ha concentrado en la manufactura de maquinaria y equipamiento, en particular el
sector de alta tecnología.
Reino Unido: Inversiones por aproximadamente 800 millones
anuales.
La inversión directa br4itánica se ha centrado
principalmente ene le sector farmacéutico
Francia: Inversiones cerca de los 500 millones de dólares
anuales
Concentrada en el sector manufacturero, productos químicos,
automotriz, alimentos, maquinaria y en el energético. La Renault tiene fuerte
presencia en el país. Además de la Electricite de France, Suez, Telecom, Total
Oil, Carrefour, Danone y Loreal.Hong Kong
Hong Kong .-
Esta ciudad ha sido el puente de entrada de la mayor
cantidad e inversiones en China, en algunos casos para empresas y capitales que
no desean aparecer directamente como inversionistas. Se crea una empresa en
Hong Kong, algo relativamente fácil y por medio de la misma se invierte en
China. Por esta vía pudiera llegar
dinero proveniente de las drogas y otras actividades criminales.
Se han registrado cuantiosas inversiones como las de los
primeros mese del 2016 ascendente a 33,000 millones de dólares, estas se
registraron principalmente en los sectores electrónico y textil
Japón.-
El proceso inversionista japonés presenta algunas
dificultades y ha disminuido, primero por la disputa sobre las islas Senkaku.
Adicionalmente el costo manufacturero chino ha aumentado, por lo que muchas de
las inversiones japonesas se han desviado hacia Vietnam, Cambodia, Indonesia y
Filipinas.
El sector automotriz, junto al electrónico, han sido los más
importantes ejes de la inversión nipona en China.
Holanda. Operan en China cerca de 600 empresas holandesas. En su mayoría son pequeñas y medianas que no
tiene más de 50 empleados. La presencia holandesa eta presente en el sector de la agroindustria hasta servicios.
Un buen número se dedican al comercio electrónico.
Después de analizar las dos situaciones presentadas, las
inversiones de Estados Unidos en el Exterior y el proceso inversionista que
durante años se ha desarrollado en China, no podemos pensar en una “división internacional
del trabajo”, tampoco en el desarrollo normal de un país, en mi criterio ambos
procesos están impulsados por el afán de lucro, la explotación de la mano de
obra barata donde esta se presente y en casos como el de China, sujeto a que otros países no ofrezcan mejores ventajas
a los inversionistas, incluyendo la
propia mano de obra, como ha sucedido en el caso de Japón y el desvío de sus
inversiones.
Un país con pocos recursos económicos requiere de la
inversión extranjera para su desarrollo económico, nadie lo duda, sin embargo
el proceso inversionista puede crear dependencias y vulnerabilidades,
económicas y políticas, que deben medirse adecuadamente y estar preparados para
ellas.
Algunos teóricos de la globalización la presentan como un
proceso, además de económico y tecnológico, (que se relaciona directamente con
el proceso inversionista) como político, social y cultural, lo cual adicionan
para mostrar como el proceso se humaniza, ya que no solamente se dedica a la
explotación de los países de poco desarrollo por parte de las potencias
mundiales, sino que además se preocupa por el aspecto social y cultural de los
desposeídos.
La globalización, si fuera un fenómeno para beneficiar a la
población mundial y no solamente a una pequeña parte de esta, los
inversionistas, tendría que agregar en sus propósitos la utilización de las
ganancias para resolver los problemas de hambruna, la carencia de atención
médica, los problemas de la educación que se ponen de manifiesto,
principalmente en los países situados en el
Sur del globo terráqueo.
Al hablar de la globalización no se hace referencia la
globalización militar, algo que ya existe y que pone en peligro la paz mundial.
En el caso de Estados Unidos, que se auto otorgó el papel de gendarme mundial,
para defender los intereses económicos de su clase dominante, tiene
perfectamente organizada la globalización militar, por medio de los Comandos
establecidos, los cuales cubren totalmente el globo terrestre. Pudiéramos decir que esa es una perfecta
globalización.
sarahnes@cubarte.cult.cu
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