Por Víctor Manuel Barceló R.:
En Brasil el proceso contra Lula Da Silva –ex presidente de
la República- es el tema de mayor relevancia en el país y uno de los de mayor
interés para la Región. El asunto tiene varios meses y últimamente se vinculó
–seguramente sin buscarlo- con temas del Día internacional de la Mujer, dado
que la presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF), ministra Carmen Lúcia, dijo
que no va a someterse a la presión para “pautar” una acción que lleve a la
revisión de la prisión, tras la condena en segunda instancia.
Esto ocurre al participar en un debate sobre la cuestión de
género en la Justicia de Brasil, patrocinado por el diario Folha de S. Paulo,
en Sao Paulo, en donde la ministra celebró las conquistas de las mujeres en las
últimas décadas en Brasil, pero que aún queda mucho por hacer –subrayó-.
Carmen Lúcia -la segunda mujer en llegar al STF (2006) hizo
remembranza de varios casos donde tuvo su competencia cuestionada a priori,
sólo por su condición de mujer, como “cuando prestó concurso para procuradora
del Estado de Minas Gerais, en 1982”. Consideró, que los evaluadores de la
banca tenían preferencia por procuradores varones. Ese tipo de apremio aún
sobrevive dentro del Poder Judicial nacional –señaló- camuflado bajo formas más
o menos sutiles. En ese contexto la presidenta del Supremo Tribunal Federal
(STF), ministra Carmen Lúcia, declaró que no se somete a la presión, para poner
en votación las acciones que pueden llevar a la Corte a reevaluar el
entendimiento de la ejecución provisional de la pena, después de la segunda
instancia: “…simplemente no me someto a la presión", de políticos para
poner en pauta el tema, en el plenario del STF.
La declaración se hizo un día después de aceptar una
petición de audiencia con Sepúlveda Pertence, abogado del ex presidente Luiz
Inacio Lula da Silva, misma que se había hecho semanas atrás. Por su parte el
Partido del Trabajo (PT) que postula a Lula, afirmó que "No aceptaremos
mansamente" (Gleisi) la detención de nuestro candidato. Hay la
posibilidad, entretanto, de un nuevo juicio que pueda revisar la jurisprudencia
del tribunal, que permite la detención tras condena en 2ª instancia, si bien la
última decisión es reciente -finales de 2016-
Ver:http://www.gazetadopovo.com.br/eleicoes/2018/nao-me-submeto-a-pressao-diz-carmen-lucia-sobre-manobra-para-salvar-lula-2pegxjzdc8vsxhhs3x4o96420?utm_source=facebook&utm_medium=midia-social&utm_campaign=republica
Recuérdese que la justicia acusa a Lula de recibir un
apartamento en la playa, como soborno de la constructora OAS, a cambio de
beneficiar a la empresa con contratos de Petrobras. “Si cometí un crimen que me
lo presenten, y si me lo presentan, desisto de la candidatura”, insistió Lula
durante un mitin, en el que se repitieron las consignas de “Lula presidente” y
“Elección sin Lula es fraude”. Se busca que pueda dar comienzo a la campaña
presidencial (octubre), en la que es favorito en los sondeos.
“La decisión hasta la respeto –espetó- lo que no acepto es
la mentira por la que ellos tomaron la decisión. Saben que no cometí el crimen.
Estoy condenado otra vez por un apartamento que no tengo, que no es mío. Si me
condenan, que me den por lo menos el apartamento. Que me den una escritura”,
insistió. Pidió a sus correligionarios: “Quiero que no bajen la cabeza. Nada de
decir pobre Lula. Levanten la cabeza”, dijo el ex presidente (2003-2010),
convencido de que la izquierda se unificará y “vamos a volver, no sólo a
gobernar, sino a cuidar del pueblo brasileño como se merece”. “Sólo me van a
sacar de la lucha cuando muera”. En el mitin estuvo, entre otros, el líder del
Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, Guillherme Boulos, quien convocó a
los partidarios de izquierda, a tomar las calles.
En San Pablo, unas 10.000 personas, muchas ataviadas de rojo
y llevando pancartas, se convocaron en la Plaza de la República -corazón de la
capital económica de América Latina- para apoyar al legendario dirigente de la
izquierda, que gobernó Brasil (2003 a 2010). “Ni condena, ni detención”, se
leía en las banderolas que descollaban en la “marea roja”. “Salimos a la calle porque defendemos a Lula
con uñas y dientes y porque lo consideramos el mejor presidente de Brasil”, precisó
Albingo Barzi, uno de los jóvenes en la manifestación. Estas expresiones de
apoyo a Lula se multiplicaron por todo el territorio de Brasil, con consignas
similares.
Entretanto y tras 10 horas de sesión, los tres jueces que
integran la octava sala del Tribunal Regional Federal, de la 4ª Región de la
ciudad de Porto Alegre, decidieron elevar la pena de nueve años y medio de
prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero -de julio pasado contra el ex
mandatario en 1ª instancia- a doce años, en el marco de la operación Lava Jato.
“Hay prueba, encima de lo razonable, de que Lula fue uno de
los articuladores, si no el principal, de la trama de corrupción” que operó en
la estatal Petrobras, afirmó el juez Joao Pedro Gebran Neto, instructor del
caso, durante la lectura de su voto. En general los jueces tuvieron un acento
rudo contra el líder del Partido de los Trabajadores (PT) usando expresiones
destructoras que barrieron los argumentos de su defensa al considerar que las
“violaciones” fueron “gravísimas”. “Lula fue beneficiario personal y directo de
los sobornos puestos a disposición del PT”, aseguró el juez Leandro Paulsen. La
defensa solicitará precisiones o aclarará dudas (recurso de declaración). Pero
la sentencia no puede revertirse. Los abogados defensores de Lula denunciaron
las irregularidades del proceso, en el Comité de Derechos Humanos de la ONU. La
decisión al respecto se prevé será emitida para el mes que corre (marzo) del
2018.
Si los recursos de 2ª instancia se perdieran y la reacción
de la Comisión de Derechos Humanos (ONU) se retrasase, los abogados de Lula
tienen un recurso especial, ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ
-instancia previa al Supremo Tribunal Federal-) consistente en 15 días para
ofrecer un recurso especial, en el que se pida discutir el mérito de la acción
o su nulidad. No prevé discutir hechos nuevamente. Posteriormente, ante el
Supremo Tribunal Federal (STF-Corte Suprema): la defensa cuenta con otros 15
días para cuestionar la condena o pedir la nulidad del proceso, también con un
recurso extraordinario. La aceptación del pedido de nulidad en esta instancia,
obligaría a realizar un nuevo juicio de primera instancia.
La prisión podría dictarse al agotarse todos los recursos de
2ª instancia. De encararla, Lula podría gestionar un habeas corpus ante el STJ
y recurrir ante el Supremo Tribunal Federal STF. Conforme al marco jurídico
brasileño, la condena en 2ª instancia lo inhabilita electoralmente (ley de
“Ficha Limpia”). Pero podría iniciar la campaña gracias a una medida cautelar
del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Ver:
https://www.alainet.org/fr/node/190642
El plazo para inscribir candidaturas parte del 20 de julio
al 15 de agosto. Si la candidatura fuese contradicha, el Partido de los
Trabajadores (PT) puede proponer a quien ocupe el lugar de Lula, hasta el 17 de
septiembre, veinte días antes de la 1ª vuelta del 7 de octubre. Si continúa en
la lucha y gana, su toma del cargo estará en manos de la evolución judicial del
caso y los recursos legales que sostengan su candidatura. Aún, si sale
victorioso en las elecciones de octubre, Lula deberá obtener el beneplácito de
la Justicia Electoral, a mediados de diciembre, para asumir la presidencia. Su
elección podría ser impugnada, por lo que asumiría el Gobierno su eventual vice
presidente. Si su victoria no fuera invalidada, el proceso podría “congelarse”
hasta concluir su gestión. Constitucionalmente en Brasil un presidente no puede
responder por crímenes previos al ejecución de sus funciones.
Conforme avanzan los tiempos, más se precisa que el Poder
Judicial y el protagonismo del juez de 1ª instancia, Sergio Moro, muestran
artimañas de la Justicia, para echar a pique la candidatura del dirigente con
mayor intención de voto. La causa –como la lleva la justicia brasileña- vulnera
varios de los principios del debido proceso: no se respeta el derecho del
acusado a una defensa amplia e irrestricta, se usan pruebas ilícitas, hay un
bombardeo mediático con fake news, para manchar la imagen de un “acusado” cuyas
pruebas en su contra, no son ciertas ni evidentes.
las encuestas sugieren que el líder del izquierdista Partido
de los Trabajadores (PT) gana apoyo en los últimos meses y encabeza la
competición para elecciones presidenciales de octubre. La firma Datafolha da en
diciembre a Lula 36% de intenciones de voto, escoltado por el ultraderechista
Jair Bolsonaro, con 18%.
El ex presidente seguirá libre hasta que se juzguen los
recursos presentados por su defensa al tribunal de apelaciones, pudiendo
recurrir a instancias superiores de justicia, en nuevos intentos por revertir
la condena. Analistas consideran que el apoyo a Lula no caerá tras la
sentencia. Los jueces de Porto Alegre resolvieron que las pruebas en su contra
son "absolutamente verosímiles" y "resistieron las
críticas", como expresó uno de ellos.
Ver:http://www.celag.org/brasil-lula-los-vericuetos-la-justicia/
V_barcelo@hotmail.com
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