Por Ilka Oliva Corado:
No reconozco al señor Cabrera como vicepresidente de mi
país. Ni a él ni a ningún miembro del gabinete de la corrupción que ha infestado
el gobierno de Guatemala.
Por haber aprovechado el río revuelto de las manifestaciones
del 2015, él es vicepresidente de Guatemala, un puesto inmerecido, demasiado
grande para una persona que no respeta a su pueblo. No es digno del lugar que
ocupa. Él y toda la clica criminal que infesta el Estado de Guatemala no
representan a nuestro país, representan a una mínima parte que votó por la
continuidad de los saqueos, las empresas transnacionales, los feminicidios, las
limpiezas sociales, la corrupción y el neoliberalismo; el patriarcado, el
machismo y la misoginia en el país.
Un gabinete de marionetas que se ha atrevido a irrespetar a
su pueblo, que lo abusa, lo tortura y lo desaparece. Un clan de ingratos que se
ha atrevido a la injuria y a la mancilla.
Hay que explicarle con manzanas al señor Cabrera, que la
migración de guatemaltecos hacia Estados Unidos es forzada, son obligados a
abandonar su lugar origen, y a dejarlo todo para salvar sus vidas, para buscar
techo y comida en otras tierras, porque el gobierno de Guatemala es un Estado
fallido, corrupto y un saqueador que se ha olvidado de sus funciones básicas.
No hay mayor culpable de estas migraciones que el Estado del país. Las
migraciones son forzadas y en lugar de solaparlas, el señor Cabrera debería
exponer la mediocridad de su gobierno ante la dignidad de los migrantes.
Ya quisiera el señor Cabrera, tener los arrestos de los
guatemaltecos que migran sin documentos, ya quisiera tener las agallas para
emprender una hazaña como esta, ya quisiera tener la dignidad de miles de
migrantes que viven en Estados Unidos porque su país de origen les negó la
vida. La vida.
El gobierno actual es un ejército de vasallos, que no
merecen al pueblo de Guatemala y no merecen a los migrantes que los honran en
el extranjero. Por eso es urgente que estos personajes impresentables salgan
del gobierno, es urgente un cambio radical en el país, ya es tiempo que
Guatemala tenga una oportunidad.
Escribo estas letras en nombre de miles de guatemaltecos que
trabajan 3 turnos de lunes de domingo, para poder enviar las remesas que
mantienen a flote al país. Porque son ellos los que mantienen respirando a
Guatemala, son ellos, esos migrantes que fueron expulsados, los que levantan la
cara y sacan el pecho por el país. No la horda de mequetrefes, corruptos,
oportunistas, majeadores y vasallos que han infestado en gobierno del país.
Que sepa el señor Cabrera, que los migrantes indocumentados
dignifican a Guatemala en el extranjero, algo que no ha podido hacer el
gobierno. Un gobierno inoperante que es incapaz de brindar las condiciones para
un retorno masivo de connacionales y mucho menos para detener las migraciones
forzadas. Que sepa el señor Cabrera que sus declaraciones son vergonzosas y
deplorables, dignas de una clica criminal que más temprano que tarde será
expuesta en las plazas del país y enfrentará la justicia.
Que aprenda modales y respeto el señor Cabrera y que sepa
que cada vez que hable de migrantes indocumentados tiene que lavarse la boca
con jabón y piedra poma, porque son los que le dan de comer a él y a su
familia.
ilka@cronicasdeunainquilina.com
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