Por Yury Weky y Silva
El 23 de enero de 1958 fue derrocado Marcos Evangelista
Pérez Jiménez y desde entonces se
desbordó la desesperación por el poder de la burguesía. Adecos
y copeyanos detectaron el poder desde entonces hasta la llegada de Chávez. Usurpado en
fraudulentas elecciones, se adjudicaron
el ejercicio de gobernar por la ignorancia política de la mayoría. Se
apropiaron de la voluntad del pueblo a
través del engaño con "las tarjetas de colores" que negociaban con
campesinos y los no avisados.
Luego en las urnas manipulaban los números de votos y se
turnaron el Estado que construyeron a su acomodo. En ese tiempo
se reprimía al pueblo no sólo con el desempleo y los sueldos bajos sino que se criminalizó la protesta, y se
asesinaron a miles de personas y otras
tantas "desaparecieron". El pueblo, la mayoría, la clase trabajadora
(como queramos categorizar) se excluyó
de verdaderas políticas de Estado (educación, salud, justicia) y pasó a una
vergonzosa pobreza.
Los gobiernos punto fijistas
(Acción Democrática y Copei) se adueñaron del poder y se privilegió a
una burguesía que se posesionó -con
negocios fraudulentos -de grandes
fortunas, mientras que mucho pueblo se
arrinconó en los cerros. Los extranjeros que llegaban de España y Portugal
también se enriquecieron porque fueron testaferros de los adecos y copeyanos y
tuvieron licencia para saquear a Venezuela y expatriar capitales. Con la auto
denominada Revolución Bolivariana perdió privilegio la burguesía Eso no tiene
perdón. Se inició una campaña de satanización del pueblo y sus gobernantes. Se
vilipendió al nuevo proyecto de país, que reivindicaba a los desposeídos y que
intentaba avanzar hacia el Socialismo.
En la actualidad Venezuela vive una situación especial: la burguesía
opositora liderada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha vestido de
sangre a la Patria, de violencia desmedida, de saqueos, muertes, ataques a
Instituciones militares, a Entes gubernamentales, aunado a la guerra del dólar
today y la desaparición de los alimentos y el aumento de precios que hace
inalcanzable la adquisición de los productos de
la cesta básica, higiene, repuestos, medicinas y otros. El pueblo bolivariano y patriota
resiste. La violencia se acrecienta y empiezan a aparecer los traidores del
Proyecto Bolivariano. A la extrema derecha neofascista aún No le
parecen suficientes los
destrozos, la violencia, los asesinatos.
La oposición MUD era
quiere volver a adueñarse de las riquezas de la Patria venezolana y por eso han
movilizado la OEA -brazo ejecutor de las políticas hegemónicas del imperialismo- han incentivado el odio, el
racismo y lo han trasladado fuera de las fronteras para que la Derecha
Internacional se ocupe de hacer el trabajo en el extranjero. Tienen un mismo discurso tanto en lo personal, como el utilizado por
las corporaciones informativas. Han fabricado de Venezuela
un "monstruo " mediático y añoran la del pasado, la Venezuela que pudieron expoliar.
De espaldas a la razón y con el rostro oculto han violentado
la paz del pueblo venezolano. Hay que repetirlo: han asesinado a efectivos militares, destruido bienes de la
Nación, han secuestrado la tranquilidad y la paz de las calles venezolana; han
mentido y falseado la realidad para justificar sus acciones irracionales,
antipatrióticas. Lo más grave de este
maléfico plan para derrocar a Maduro es el juego diabólico con la juventud.
Niños y adolescentes a los cuales se les ha inoculado no solamente odio sino
drogas para incentivar la violencia. Le han envenenado el alma y el cuerpo. Los
arman, drogan, pagan, dotan de material bélico y los usan para llevarlos a la muerte. Los financistas
de la droga han aportado su cuota. Siento
lástima y vergüenza por ellos.
Están intoxicados de rabia, de odio y de
desesperación por el poder. ¿Cómo pudieron podrirse la consciencia? ¿Cómo
podrán sanearse del virus de la maldad?.
Españoles, italianos y portugueses maldicen a Venezuela y a
los venezolanos, que otrora los recibieron, le dieron cobijo, trabajo y
amistad. El venezolano les tendió la mano cuando huyeron de Franco, de la
Segunda Guerra mundial, de la persecución fascista de sus países y ahora se
convirtieron en en victimarios de los venezolanos y financian a la derecha neo
nazi que se encuentra desesperada por volver a ejercer el poder. No era Chávez, no es Maduro es haber perdido los
privilegios, la licencia para expoliar la Patria de Bolívar, por eso atentan contra los derechos
humanos y pretender aislar a Venezuela de Latinoamérica y claman por una
intervención de EEUU.
De espaldas a la razón y con el rostro oculto han
ensangrentado las calles, han enlutado a
la familia venezolana
y todo por la despreciable
desesperación por el poder.
wekyyury@hotmail.com
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