miércoles, 26 de octubre de 2016

El precio de Obama para la Seguridad Nacional

Por Néstor García Iturbe

“La sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes, es luchar contra el imperialismo 
donde quiera que este” Che

Cuando el señor Barack Obama recibió de forma inmerecida el Premio Nobel de la Paz, la mayoría de las personas se asombraron, pues en las acciones que este había realizado  no había nada que indicara lo hiciera merecedor de tan distinguido galardón, salvo la vinculación de Madeleine Albright con el presidente del jurado.


Algunos pensaron que le habían dado el premio por adelantado, que era una forma de estimularlo a luchar por la Paz y revertir la horrible carrera sangrienta que los presidentes anteriores habían desarrollado contra toda una serie de países, donde se mantenían tropas estadounidenses de ocupación y en los que morían diariamente cientos de personas.

Realmente, todavía yo no me explico por qué le dieron el premio, pues su actuación después de recibirlo ha provocado que sigan muriendo  decenas de miles de personas y que los conflictos bélicos, en vez de disminuir, aumenten.  Este señor ha presentado un presupuesto para la defensa de la Seguridad Nacional  que al ser analizado nos indica que la ocupación se mantendrá, las muertes se incrementarán y los intereses de la clase dominante estadounidense crecerán.

Todos conocemos que el termino de Seguridad Nacional, en el caso de Estados Unidos no se refiere solamente a la seguridad de su territorio, población y recursos que se encuentran dentro de los límites del país, sino que además incluye la injerencia y presencia en otros países en los que el imperio, mediante sus maniobras de rapiña, se ha adueñado o aspira a hacerlo de los recursos económicos de otra nación.
Para darles una idea inicial del monto de dicho Presupuesto, puedo decirles que para el año fiscal 2016-2017, el Premio Nobel de la Paz ha solicitado la cantidad de un Trillón de dólares, que para mejor comprensión lo describimos como un millón de millones de dólares.
En cuanto a los gastos del Departamento de Defensa, tomando como base lo pastado en el 2016, 527 billones, se solicita para el 2017  la suma de 524 billones, un pequeño aumento de tres mil millones de dólares.

Esto no incluye los fondos gastados en las Operaciones de Contingencia en el Exterior, Iraq, Afganistán, Siria, Somalia y otros, para lo cual se solicitan 59 mil millones de dólares,  esto nos dice que las operaciones continuarán, independientemente del presidente que ocupe la Casa Blanca y que el pueblo de Estados Unidos tendrá 59 mil millones menos para elevar en algo su nivel de vida, cuidados médicos y gastos sociales.

Dentro del presupuesto se especifica lo que se ha solicitado para el mantenimiento de la capacidad nuclear de las fuerzas armadas.  Esta partida nos indica, que el peligro de la guerra nuclear sigue latente y que, en función de poder destruir, no solamente a lo que se considere el ENEMIGO, sin además de paso provocar la destrucción del mundo que habitamos, se modernizan los arsenales nucleares, se incrementa su capacidad destructiva y se aumenta la proliferación de los mismos.  Para esto se destinarán 21 mil millones de dólares.
El presupuesto registra otras partidas que no están precisamente vinculadas a las guerras del futuro, sino a la atención de aquellos que en un momento determinado arriesgaron sus vidas por la Seguridad Nacional de Estados Unidos, los que consideraban que estaban realizando una hazaña patriótica, muchos de los cuales ahora se han dado cuenta que estaban defendiendo los intereses de las grandes corporaciones.
Para el pago de jubilaciones y atención a veteranos se solicitan 180  mil  millones de dólares.  Esta cifra cubre todo tipo de atención incluyendo la prestación de servicios médicos, algo que en varias ocasiones, se ha reconocido se encuentra en pésimas condiciones, siendo el ejemplo más evidente el Hospital para Veteranos de Guerra          que opera en la propia capital.

Muchos de los veteranos no han recibido los beneficios que  les prometieron cuando ingresaron en las fuerzas armadas con destino al Medio Oriente. Algunos de estos han recibido notificaciones de bajas deshonrosas, sobre todo latinos inmigrantes que pensaban esa acción les garantizaría la ciudadanía estadounidense y la garantía de un  prospero futuro  dentro del American Way of Life.

Esta notificación les niega todo tipo de beneficios, a pesar de haber arriesgado sus vidas por defender la Democracia Representativa, una buena muestra de la consideración y el respeto con que se tratan a los latinos en Estados Unidos.

En el epígrafe destinado a las  Relaciones Internacionales se solicitaron 58 mil millones de dólares. Si nos guiamos por el título que aparece en el presupuesto, pudiéramos pensar en una acción totalmente relacionada con una actividad diplomática, sin embargo nada más lejano a la realidad que pensar de esa forma.
Sta partida se utiliza para sufragar los costos de entrenamientos de miembros de las fuerzas armadas de otras naciones, algunos de estos se realizan en Estados Unidos y otros en los propio países.  Esta es la fuerza internacional que Estados Unidos está preparando, principalmente en América Latina para intervenir en conflictos en la región y que sea una fuerza conjunta, no solamente la estadounidense la que esté presente en la “intervención humanitaria”.
Digamos como ejemplo, que en Venezuela, las propias fuerzas de la llamada oposición, sufragadas y organizadas por Estados Unidos, crean una situación interna, que provoca muertes, saqueos manifestaciones callejeras, que los propios estadounidenses consideran existe “ingobernabilidad”.

Con el pretexto de la llamada “intervención humanitaria” se organiza una fuerza militar formada por países que pertenecen a la OEA.  Esa fuerza conjunta recibe la instrucción del Organismo Latinoamericano de pacificar el país. Además de Estados Unidos se integran a la fuerza tropas de Brasil, Argentina, Colombia y Panamá que han sido preparadas al respecto utilizando el dinero del Pentágono.

El resto de la historia la dejo al discernimiento de cada uno de ustedes.

 No podía faltar en este presupuesto el dinero asignado al FBI, en este caso 9 mil millones de dólares, solamente para que pueda sufragar sus operaciones en el exterior, pues para sus operaciones internas la tenebrosa agencia tiene disponible cerca de ocho veces dicha cantidad.

Para los gastos del Departamento de Seguridad de la Patria se destinan en el presupuesto solicitado 50 mil millones de dólares, lo cual los gastos de distintas agencias que el mismo tiene bajo su dirección.

Es interesante que en este presupuesto no aparezca  la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos, que como ustedes conocen, incluye entre otras agencias a la CIA, la DIA, la NSA y otras.  Se trata de que el presupuesto destinado al espionaje, a la intercepción de comunicaciones, a la organización de golpes de estado, a la ayuda a organizaciones terroristas que trabajan contra los enemigos de Estados Unidos no se haga público. De acuerdo con el criterio de varios expertos, Estados Unidos gasta anualmente en estas actividades un poco más de 400 mil millones de dólares.

Todo esto es lo que ha solicitado el Premio Nobel de la Paz para hacer la guerra, sentimos mucho que lo solicitado por el mismo, para hacer la Paz, no sea ni la cien milésima parte de este.
sarahnes@cubarte.cult.cu



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