Por Rolando Prudencio Biancon:
No es por la influenza que como una variante de la gripe Almagro esté alborotado porque chinos como rusos estén acercándose a América Latina para combatir el Covid, sino por el grado de influencia, de incidencia que en la configuración de un Nuevo Orden Mundial tengan, o puedan tener ambas potencias emergentes, frente a una ya decadente.
Claro que para nadie es un secreto que también la OEA fue siempre el "ministerio de colonias" de los EE.UU., tal como ya advirtió el comandante Che Guevara hace más de medio siglo atrás, por lo que hoy que su alcahuete agente de Almagro se ponga en celo porque otras potencias tengan influencia sobre lo que los yanquis siempre consideraron su patio trasero, es pues la típica reacción enfermiza de los celos de un servil agente pro yanqui, quien como perro defiende a dentellada limpia los intereses de su amo.
Así es como Luis Almagro "urgió a Washington a
colaborar con sus vecinos, especialmente con la entrega de vacunas contra el
Covid-19, algo que los gobiernos de Rusia y China tempranamente hicieron en la
región, por lo que Estados Unidos debe hacer un compromiso más fuerte con
Latinoamérica y el Caribe, enfatizando la necesidad de liderazgo democrático y
apoyo en la lucha contra el covid-19".
Además Almagro recordó que: "China es un socio comercial clave en Latinoamérica y el Caribe, llamando a toda la región de las Américas a aumentar los intercambios internos".
Y es que es por ahí por donde se debería comenzar analizando ya que, ésa y no otra es la razón de los celos enfermizos que siente hacia esas dos naciones. Vale decir que la razón por la que ambas naciones tomen la punta en su presencia en la región, es lo que a este vasallo pro yanqui lo tiene irritado. No en vano Almagro recordó que China es un socio comercial clave en Latinoamérica y el Caribe, y que el gobierno chino ha llamado a toda la región de las Américas a aumentar los intercambios comerciales.
Pero no sé si el pelele de Almagro está enterado de que los
dos líderes mundiales contra los que ha lanzado su ataque han recalcado que las
vacunas obtenidas serán un "bien público mundial", lo cual desvanece
las alegres acusaciones de Almagro por desprestigiar el acercamiento de ambas
naciones hacia América Latina.
Y donde ya Almagro confirmó su verdadera preocupación por la
presencia china y rusa ha sido cuando ha recurrido al conocido repertorio de:
“restaurar nuestro compromiso de promover la democracia como un objetivo
central de la política exterior de Estados Unidos, no solo porque es lo
correcto, sino porque contribuye directamente a la seguridad y prosperidad de
todos los estadounidenses”, dijo.
Como un mea culpa Almagro advirtió que:
"No hacer nada en los últimos años ha tenido un costo. Rusia ha ampliado su apoyo a los líderes autoritarios en Venezuela y Cuba”, dijo. “China ha comenzado a exportar sus invasivos sistemas de vigilancia ciudadana a las Américas, junto con sus esfuerzos por utilizar la influencia económica para obtener beneficios políticos, por lo que debemos restaurar el compromiso hemisférico con los valores y principios democráticos en las Américas que requerirá el liderazgo de Estados Unidos”, sentenció.
No en vano Almagro ha alertado: “Si nos alejamos de estas responsabilidades democráticas, muy pronto nos encontraremos en un hemisferio de rostros hostiles, rodeados de regímenes que han rechazado la democracia, optando en cambio por una ideología de corrupción y represión”.
Y es que Almagro al margen de su preocupación por la presencia de China y Rusia en esta cruzada por aportar en la vacunación contra el Covid, está alarmado por la influencia de ambas potencias en lo que Norteamérica nostálgicamente considera aún su patio trasero, y del cual a Almagro lo tienen de su vil alcahuete vigilante.
rolandoprudenciobriancon@gmail.com
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