Por Rolando Prudencio Briancon:
Sólo un estúpido que se mira al ombligo creyendo que el
mundo gira alrededor de él, como es el caso del majadero magnate de la Casa
Blanca Donald Trump podría llenarse la boca diciendo que: "su gobierno
siempre estará en contra del Socialismo"; cuando entre la juventud
estadounidense: 7 de cada 10 millones simpatiza con el Socialismo.
Este resultado no responde a un informe interesado por
corrientes izquierdistas de los EE.UU., sino que ha sido difundido por la
Fundación en Memoria de Víctimas del Comunismo -¡ojo!, muy crítica a las
corrientes socialistas o comunistas- que publicó en octubre del año pasado, un
informe en el que señala: "Este último año se duplicó la cantidad de
jóvenes que votarían por un candidato socialista".
Las cifras se refieren a la que un 50% de los milenios (los
nacidos entre 1981 y 2006), votarían por un candidato socialista, y el 20%
afirma que es muy probable que lo haría.
Cabe aclarar que el contexto cognitivo de la percepción que
se tiene del Socialismo ha variado a la idea que los abuelos de las dilleniales
conocieron y/o vivieron en regímenes socialistas después de la Segunda Guerra
Mundial; muy influenciados por la de la profusa propaganda que las
multinacionales de los Medios pro capitalistas que vendieron la versión
demonizada del Comunismo.
Pero más allá de la idea que los milenios puedan tener del
socialismo; son las evidencias fácticas que arroja la realidad sobre las
obscenas diferencias por las que justifica el estudio la inclinación de los
jóvenes por el Socialismo, como es el hecho de que el 1% más rico de los
estadounidenses ha incrementado 242 veces más sus ingresos de la clase media
estadounidense, la que lleva a establecer esa preferencia.
Pero además que los referentes para la juventud
norteamericana se proyectan en la figura de gente joven, como es el caso de la
senadora demócrata Alexandria Ocasio Cortez, que recoge en su proyecto
estrella: "Green New Deal", las ideas de corte más socialista, como
es la: Mejor redistribución de la riqueza, o el acceso libre, universal y
gratuito a la sanidad o la educación gratuita; como hasta una mayor atención
por atender el deterioro medioambiental.
Es toda esta agenda que ha sido recogida esta visión por los
millennials, lo que ha llevado a Trump a no desperdiciar la obsesiva oportunidad
de criticar al Socialismo, atacando a Venezuela, que no hace más que
testimoniar el temor y sentimiento de inseguridad que tiene, hacia Venezuela
cuando hipócritamente ha indicado en ocasión de la celebración del 209
aniversario de la declaración de la independencia de la patria del libertador
que: "El Socialismo es dar el poder a la clase dominante"; cuando
Trump en todo él es parte de ese 1% que ha incrementado en 242 veces sus
ingresos, formando parte de la plutocracia planetaria que; obviamente nunca
estará a favor del Socialismo.
Claro que esta óptica de Trump es aquella que hoy está
experimentando los estertores de la vieja visión de mirarse egocéntricamente en
el espejo de: "volver hacer grande América", que esa grandeza de los
EE.UU., sigue anacrónicamente viendo como enemigo al Socialismo, cuando las
generaciones jóvenes han comenzado a sentir simpatía por él.
prudenprusiano@gmail.com
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