Por Rolando Prudencio Briancon:
Alguna vez escuché decir que en los países capitalistas como
emblemáticamente son los EE.UU., todo está privatizado, y que hasta por el aire
que respiras te cobran.
Considere una exageración aquella frase, pero como decía
Marx: "Sólo la realidad supera a la imaginación", que es una verdad
que en los países que viven bajo ese modelo, y aceptan esa lógica de: cuánto
tienes cuánto vales; no les es nada extraño pagar hasta por el aire que
respiras.
Y es que en esa lógica está la razón de ser del capitalismo
que todo vende y toda compra, o sea ése es el modelo de libre mercado, en el
que, si tienes plata compras, y si no te aguantas. O si prefieren, tienes plata
eres feliz, y si no eres un pobre diablo.
Pero el sistema bajo el que se ha fundado el capitalismo,
tiene raíces más profundas para su prosperidad, como es que gracias al
esclavismo tuvieron la fuente de su riqueza y poderío hasta el día de hoy, pero
quienes fueron sus forjadores es de lo que hasta el día de hoy no ha podido
liberarse, pues siguen siendo sus víctimas; aunque líricamente se llenen la
boca con la Libertad, pues es el racismo el que no ha podido superar, aunque
como recalco hoy declaren a los 4 vientos que son un país "libre".
Vale decir que el capitalismo como un sistema de acumulación
de riqueza, y que se funda en el trabajo ajeno, ha sido a través de la
esclavitud a la que sometieron a los negros cazados en el África y trasladados
a América, que los EE.UU., se convirtieron en la nación más próspera, hasta el
día de hoy, pero que también se vislumbra la pérdida de su hegemonía.
Y esta hecatombe de la hegemonía estadounidense, como suele
suceder en toda crisis, está develando sus propias contradicciones internas
como las que hoy están viviéndose precisamente contra la población negra. Vale
decir aquella cuyos antepasados dieron sus vidas en las condiciones más
inhumanas y protervas para la prosperidad de una nación que hoy; desde su
propio presidente hasta sus policías los desprecian.
Así es como la muerte de George Floyd el pasado 25 de mayo,
y durante este fin de semana la de otros afroamericanos; Derrick Scott y
Rayshard Brooks; sin mencionar el de Javier Ambler en mayo del año pasado, no
hacen más que develar lo demagógica que es la Carta de la declaración de
derechos ( Bill of the rights); pero además hasta el propio valor de la
"libertad", pues quienes antes fueron esclavos hoy son asesinados; y
nada menos que por los propios policías, y que de la manera más humillante como
es pisándole el cuello que los matan.
Y es que no debe haber representación más real y degradante
del desprecio a la dignidad humana que morir pisado por alguien, suplicando
porque le dejen de respirar.
Nuevos aires deben renovar el ya encarecido aire racista que
respiran hoy los estadounidenses, y a quienes el gobierno racista de Trump,
lejos de apaciguar los ánimos está dispuesto a echar gasolina, para que los
EE.UU., arda igual que Roma.
prudenprusiano@gmail.com
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