Piñera y Duque sometidos a Trump serán señalados por la
historia como cómplices de la articulación de otra siniestra “bandera falsa”
diseñada para legitimar una acción de guerra.
Sufrimos estos días las tensiones surgidas de un insólito “concierto” financiado por el
magnate británico Richard Branson. Con un gasto multimillonario de dólares en
una costosa parrilla de figuras del espectáculo, logística, sonido, expansión
televisiva a todo el globo. Todo se desplegará sobre la tarima del gobierno
colombiano que registra diez mil víctimas de los falsos positivos en la ONU,
400 líderes sindicales asesinados, más de 4 mil niños wayúu de la Guajira. Lo
que configura un show de falso coro humanitario que pretende encubrir la
provocación de “bandera falsa” que materialice la agresión militar de Trump
contra el pueblo de Bolívar, trasladando el terror y la muerte desde el Medio
Oriente a nuestro suelo.
Piñera y Duque sometidos a Trump serán señalados por la
historia como cómplices de la articulación de otra siniestra “bandera falsa”
diseñada para legitimar una acción de guerra, como la del Golfo de Tonkín para
desencadenar la guerra de Vietnam o las dudas de las Torres Gemelas que amparó
la Guerra de Irak o más lejos el Hundimiento del Maine en 1898 para la guerra
en Cuba.
Vergonzosa es la presencia de Piñera en Cúcuta alardeando
con “ayuda humanitaria” etiquetada visiblemente USAID (descuido gubernamental),
mientras aluviones e incendios afectan a millares de chilenos o cuando los
trabajadores de la salud denuncian en La Moneda que en el año reciente murieron
9.724 chilenas y chilenos producto de las listas de espera de un sistema de
salud privatizado.
Piñera remacha su obsecuencia precedida por aquella en que
entre sonrisas e incontinencia gestual agito ante Trump una bandera gringa
mancillando la nuestra. “Business is business” piensa el mercader.
La manida “ayuda humanitaria” tiene funestos precedentes:
Yugoslavia, Irak, Libia, Somalia, tal como la secuela de golpes de estado
provocados por EE. UU en América Latina y el Caribe: Paraguay 1954; Venezuela
1948 y 2002; República Dominicana 1863; Brasil 1964; Guatemala 1954; Bolivia
1971; Argentina 1966 y 1976; Chile 1973; El Salvador 1979; Uruguay 1973; Perú
1992; Panamá 1989; Haití 2004; Honduras 2009.
Hoy van por Venezuela.
Se reedita la doctrina Monroe impuesta por el complejo
militar industrial, ante el debilitamiento de su hegemonía por la emergencia
China y Rusia que activan su presencia en el continente provocando el
desenfreno de Trump que emulando a Hitler se desboca el objetivo: el petróleo,
las riquezas del Arco Minero del Orinoco, las fuentes de agua y biodiversidad
del continente.
Estados Unidos con el 4,7 % de la población mundial, consume
más petróleo que China, Rusia, la India, Japón y Alemania juntos, su
dependencia energética se acrecienta por la espiral bélica, nutriéndose de
fuentes provenientes del Golfo Pérsico, cuyo Estrecho de Ormuz, -definido por
Nixon como “la garganta del diablo” por la volatilidad de la zona, aumenta los
costos en protección naval y aérea navegando 45 días hasta Texas en tanto que
Venezuela está a 5 días.
Esta es la causa real que se encubre en la parafernalia
propagandística de “ayuda humanitaria” y que John Bolton, asesor de seguridad
Nacional de la Casa Blanca confiesa sin rubor:” haría una gran diferencia “si
las petroleras estadounidenses pudieran acceder a los pozos de crudo en
Venezuela. Estamos conversando con las principales compañías estadounidenses
ahora” …” Sería bueno para el pueblo de Venezuela y el pueblo de Estados
Unidos”.
Esto manifestado horas antes que el propio Bolton anunciara
las sanciones contra Petróleos de Venezuela (PDVSA) congelando unos 7 mil
millones de dólares en activos de la compañía venezolana.
“A confesión de parte relevo de pruebas”, reza el axioma
jurídico, y la afirmación publica de uno de los “halcones “de la guerra es un
mentís categórico que evidencia la burda maniobra de “la ayuda humanitaria”
generando una intensa solidaridad con
el pueblo hermano el rechazo a la injerencia y la articulación de una cruzada
por la paz.
Coordinador COMBOL/CHILE
imuroj@gmail.com
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