Por Rolando Prudencio Briancon:
Cuba ha sido siempre tan solidaria que nunca ha reclamado un
reconocimiento siquiera ruidoso, pues en Cuba sí se puede decir que son las
convicciones como los valores revolucionarios, lo que está por encima de
cualquier cálculo capitalista; incluso por encima de lo que
propagandísticamente se propague lo que la Revolución cubana le ha dado al mundo, sin
pedir absolutamente nada a cambio.
Sin hacer mayor alarde: salvo la que emane de su ejemplo;
incluso en países con quienes Revolución cubana no mantiene formalmente ningún
tipo de acuerdo en el área de atención oftalmológica, como es el programa
Operación Milagro; ciudadanos de esos países: Argentina, Brasil y Perú, han
sido atendidos por problemas de vista que tienen; precisamente por el carácter
Solidario e Internacionalista de la Revolución cubana.
Vale decir que Cuba no sólo es ese faro para seguir
alumbrando las luchas revolucionarias en el mundo; sino que, siendo esa luz
para la lucha de los pueblos, es también la luz para quienes, por problemas
visuales, están en riesgo de quedar en la oscuridad para siempre, como son los
más de 800 mil beneficiados de otros países por operaciones de todo tipo de
patologías visuales.
Por contrapartida, el omnímodo oscurantismo en el imperio
yanqui ha vuelto a canallescamente campear, a partir de la viciada victoria
-con 3 millones votos menos se hizo de poder- de Trump, que le ha dado carta
blanca para imponer políticas regresivas, que tienen a Cuba -entre otros
blancos- como las principales fichas a derribar.
Esa es la razón por la que Trump dio marcha atrás el acuerdo
de Normalización de Relaciones, alcanzadas el 2015 entre la administración
Obama y la del comandante Raúl Castro; y se ha enceguecido por todos los medios
para sabotear el acuerdo alcanzado anteriormente. Si fue esa también la canalla
razón por la que la administración Trump burdamente armó el bullicioso caso de
los “Ataques Acústicos”, contra su delegación diplomática en La Habana, para
tener así el pretexto para echar por tierra el acuerdo de Normalización de
Relaciones entre ambos países.
Así que tenemos en el mundo hoy la más diáfana diferencia
entre el nuevo Orden oscurantista impuesto imperialmente por Trump, y la
Revolución cubana que más bien va abriendo los ojos del mundo para seguir
creyendo en el espíritu de la emancipación que la Revolución cubana encarna, y
es la luz para la lucha para los pueblos
prudenprusiano@gmail.com
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