Por Diego Olivera Evia:
El presidente Trump apuesta a dividir el Continente
La realidad de Latinoamérica se ha desfasado de la unidad
continental, ya que muchas de las propuestas de integración regional, ha sido
desestimadas por las nuevas Oligarquías, que han asumido sus vínculos con EEUU
y el mandatario estadounidense Donald Trump, creando estructuras como el Grupo
de Perú, centradas en la Organización de Estado Americanos (OEA), que ataca a
Venezuela, como hace caso omiso a la violaciones y asesinatos, en Colombia,
México, que cierran los ojos ante los carteles de la Droga y que son
indiferentes ante los grupos paramilitares y sicarios.
Parte de este esquema imperial es el Secretario General de
la OEA, Luis Almagro que ha vendido el alma al diablo Trump, para ensuciar las
relaciones de los gobiernos de América Latina, los ataques sistemáticos contra
la economía venezolana, la sanciones a funcionarios, son parte de una
estrategia imperial, los ataques a Nicaragua, son una réplica de las guarimbas
de Venezuela, hasta muchos terroristas y
sicarios son venezolanos, pero la OEA, solo apoya a las derechas venezolanas,
la constantes derrotas de EEUU, ante la imposibilidad de lograr una expulsión
de Venezuela, por no alcanzar los votos.
En ese sentido pese a la imposibilidad de lograr una mayoría
en la OEA, siguen las giras de funcionarios gringos, el vicepresidente de
Estados Unidos, Mike Pence, llamó a las naciones de América Latina a aumentar
la presión sobre Venezuela tras una reunión el jueves con el mandatario de
Ecuador, Lenin Moreno, el cual manifestó que “la solución definitiva a ese
problema solo la pueden adoptar los venezolanos”. Moreno fue más allá y también
criticó y condenó la violencia en Nicaragua.
Durante esta gira por la región, anteriormente en Brasil,
Pence fue repudiado por el Alcalde de Manaos, ante una visita para hacer
publicidad falsa, sobre los venezolanos inmigrantes, al decir el político
brasileño, que respete la soberanía y se vaya a su país.
El presidente Maduro dijo que Venezuela no es atacada por
falta de democracia sino que Estados Unidos y Europa buscan desmoralizar y
dividir al pueblo venezolano para ponerle la mano a las riquezas del país. A lo
que agrego que "cada vez que la culebra venenosa de Mike Pence abre la
boca" se siente "más fuerte" y "más claro" el camino a
recorrer.
El presidente Trump y su visión fascista en sus Supremacía
Blanca
El exgobernador de Massachusetts William F. Weld equiparó el
plan de inmigración de Donald J. Trump
con Kristallnacht, la noche de los cristales rotos cuando grupos de nazis
enfurecidos mataron a muchos judíos y destruyeron sus hogares y negocios en
Alemania.
Sin embargo, esta analogía provocadora no ha sido la única.
La campaña de Trump ha generado acalorados debates acerca de los motivos de su
atractivo y advertencias por parte de analistas de derecha e izquierda sobre el
posible ascenso del fascismo en Estados Unidos.
Sus críticos más vehementes han vinculado a Trump con Adolf
Hitler y Benito Mussolini.
Entre sus partidarios se considera que tales comparaciones
son tácticas sucias usadas para desacreditar a los conservadores y asustar a
los votantes. Para el statu quo del que participan ambos partidos, sacudido por
el ascenso de Trump es más fácil deslegitimar su apoyo que reconocer el enfado
extendido por la sociedad ante el fracaso de ambos partidos para resolver los
desafíos a los que se enfrenta el país.
El presidente Trump apuesta a dividir en Continente
Los liderazgos latinoamericanos no auguraban un triunfo de
Trump y, en la mayoría de los casos, manifestaron sus simpatías por la
candidata demócrata. Su victoria ha significado poner en jaque sus acuerdos
bilaterales e internacionales. Perú y Chile –paladines de Alianza Pacífico- no
sólo han resguardado sus acuerdos comerciales, sino que han destacado la
misoginia del mandatario. Otros como Brasil vislumbran nuevas oportunidades de
negocio, ante el rediseño del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), reforzando así las relaciones comerciales entre ambos. Contrariamente,
Correa considera que la falta de mercado jugará a favor de una nueva
integración regional, forzada por la coyuntura.
En cuanto a las políticas migratorias, México se erige como
el gran damnificado, ante la promesa de campaña de la construcción de un muro
con el vecino del norte. Este hecho ha sido cuestionado por los mandatarios de
diversos países con distinto grado de énfasis. Sin embargo, la política de
Trump no necesariamente constituye un nuevo modelo a seguir, Argentina y Chile
presentan dos caras opuestas en política migratoria. Argentina con medidas más
restrictivas y punitivas contra su población migrante y Chile con un proyecto
de ley para flexibilizar los requisitos para migrantes.
Venezuela y Bolivia se abstuvieron en ese de expresar su preferencia en cuanto a
demócratas o republicanos, sin embargo, no dejaron de manifestar el rechazo a
su discurso discriminatorio y xenófobo, una vez electo presidente. Sin duda las
críticas a Trump han aunado los discursos de líderes que habitualmente presentan
posturas disímiles.
Todos estos hechos y visiones han mostrado una realidad, que
nuestra región está dominada por los
intereses foráneos de EEUU y la Unión
Europea (UE), las cuales al unísono
aplican sanciones a las economías latinoamericanas, como Venezuela, Cuba, ahora
Nicaragua, contra los países del Caribe, a los cuales los gringos aplican
amenazas, al mejor estilo del Gran Garrote o
o Big Stick, como lo realizo en Centroamérica el presidente Teodoro
Roosevelt (1901-1909) basada en la aplicación del uso de la fuerza contra los
países.
diegojolivera@gmail.com
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