Por Humberto Trompis Valles:
Acaba de partir hacia el infinito el amigo y maestro de
generaciones Asdrúbal Baptista. Perdida inmensa para un país que agoniza debido
a los embates del imperialismo neoliberal y de una catastrófica gestión
política del progresismo asistencialista liberal.
Este pensador que
tuvo la virtud de defender a ultranza la sustantividad histórica de la Economía
Política, nos lego el constructo teórico que aclara el destino de la renta
petrolera en los cien años de historia hidrocarburera del país: el capitalismo
rentístico. Esta contribución epistémica la hizo afincado en las cumbres más
altas de la Economía Política Clásica.
Baptista más que
ningún otro economista criollo, desnudo a la burguesía parasitaria venezolana,
al sostener que el proceso de acumulación de capital en estas tierras, se
sustenta en una renta internacional del suelo suministrada por el petróleo.
Este economista nos descubrió los verdaderos mamantones del petróleo. En tal
sentido afirmo refiriéndose los empresarios venezolanos: “…los capitalistas al
final de cuentas, dejaron de ser tales, y más allá de la forma y apariencia, su
conducta verdadera adquirió otros matices asociados con lo que se suele
denominar el parasitismo rentístico” (A. Baptista. 2004. 200)
Uno de los grandes aportes del “Pita” Batista a la encomia
política de Venezuela fue aclararnos el colapso del capitalismo rentístico,
determinado fundamentalmente por la caída de los salarios reales. Para el
periodo 1950-2001, la caída del salario real en Venezuela fue abismal: “…el
salario real, desde su valor máximo hasta el presente, experimento una caída
cercana al 67 por ciento Las encuestas de hogares, por su parte, dan una cifra
muy similar” (Idem.189). Por consiguiente, la pulverización de los salarios que
hoy padece el proletariado criollo, debido al maridaje entre el madurismo y el
capitalismo rentista agónico, ya había sido teorizado por nuestro insigne
pensador.
Para Baptista, el capitalismo rentista colapsa porque al ser
la renta petrolera una transferencia unilateral de petrodólares, al invertirse
en el aparato productivo nacional, ocasiona el incumplimiento inexorable de la
ley económica formulada por el economista clásico Jean B Say, aquella que
sostiene que toda oferta crea su propia demanda. El empresariado nacional hizo
enormes inversiones en el equipo capital de la economía, a partir de los años
setenta. apuntalado en la copiosa renta petrolera que le era drenada desde las
arcas estatales. Sin embargo. Esta inversión en equipo capital no se
correspondió con una masa salarial que sirviera para consumir la producción
emanada del aparato industrial., pues, a partir de estos mismos años comenzó la
caída sideral de los salarios reales en el país. “Baste solo puntualizar. ..que
la tasa de salario real en 1990 es 50.2
inferior a su nivel histórico
máximo, y, demás, que esta tasa de salarios de 1990 es menor que la observada
para 1950”(A. Baptista. 1991. 187)
La Venezuela de la postpandemia debe ineludiblemente
formular una política económica que enfrente el descarrilamiento neoliberal de
la prepandemia, proponiéndose en primer lugar, la superación de la
precarización salarial que se ha entronizado en nuestro cuerpo social.
Actualmente las elites del capitalismo mundial visualizan una postpandemia en
los siguientes términos neoliberales apuntando a :
Resistencia a una revalorización de los salarios, a la
regulación del mercado de trabajo y a las restricciones ambientales: porque es
necesario restablecer la tasa de ganancia. Resistencia también a las
relocalizaciones: porque el beneficio de las multinacionales depende de la
explotación de la mano de obra de los países periféricos y de sus recursos
naturales…. En realidad, los dominantes harán todo para garantizar que volvamos
a los business as usual. Se hará todo lo posible para mostrar que el destino de
los individuos está vinculado al del sistema, que la reanudación de la
actividad como antes es, por lo tanto, la condición para la vuelta al empleo. Y
si la convicción no es suficiente, el chantaje al empleo, ya iniciado, hará el
resto 37/. Esta aspiración de volver a la normalidad también es compartida por
muchos que desean olvidar los traumas relacionados con el confinamiento y/o que
necesitan compensar sus ingresos perdidos, en resumen, de curar las heridas de
todo tipo infligidas por la epidemia.”( Michel Husson Capitalismo al filo de la navaja|
27/06/2020-https://rebelion.org/capitalismo-al-filo-de-la-navaja/)
Frente a estos embates ideológicos del imperialismo
neoliberal, los defensores de los intereses coyunturales y estratégicos de las
clases trabajadoras, debemos apalancarnos en el legado teórico del maestro
Baptista y de su compañero intelectual Bernard Mommer, para enfrentar la
voracidad del capital transnacional por la mano de obra barata y los recursos
naturales de los países periféricos. Estos dos pensadores simbolizan el
ensamble creativo entre lo mejor de la economía política clásica y de la
crítica a la misma, formulada por el dúo Marx-Engels. En la postpandemia
venezolana, sin renta internacional petrolera no hay recursos financieros para
los salarios, y sin salarios la reproducción de la vida pende de un hilo y el
país se desbarrancará por la frontera.
REFERENCIAS.
Baptista. A. (2004). El relevo del capitalismo rentístico.
Caracas. Fundación Polar.
Baptista. A. (1991). “La cuestión de los salarios en
Venezuela. Revista SIC. Mayo. 1991
htrompizvalles@gmail.com
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