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miércoles, 1 de julio de 2020

Además de todo, López Obrador –como Juárez- debería exigir a Trump respeto a Venezuela y a Irán



Por Pedro Echeverría V.:

 1. Todos los gobiernos yanquis, por lo menos desde las bombas atómicas que arrojaron criminalmente contra dos pueblos de Japón, al finalizar la segunda guerra mundial, se han creído los amos del mundo, el policía mundial, al que todos los países deben respetar. Para que se recuperaran algunos países brutalmente destruidos, EEUU no ofreció ayuda; enganchó préstamos del Plan Marshall –como hoy sucede con el FMI, el BM- hipotecando la economía para luego someterlos con el lesivo pago de grandes intereses. Desde entonces ha crecido gigantescamente la deuda mundial y con ello EEUU “ha matado dos pájaros de un tiro”: a) Vive saqueando a países endeudados y b) los mantiene en un severo régimen de sometimiento.


 2. México nunca ha sido un país independiente: estuvimos sometidos unos 300 años a España y después de lograr nuestra independencia en 1821, fuimos víctimas de asechanzas intimidatorias de países europeos como Inglaterra, Francia y EEUU. Incluso Porfirio Díaz buscaba mayor intervención europea para contraponerla a la desesperada intervención de los EEUU. Este país no solo nos robó la mitad de nuestro territorio de 1836 a 1848, sino que todo el siglo XX y lo que va del XXI, nos ha impuesto su política y economía como ha querido. El último asalto fue lo que conocimos como el Tratado de Libre Comercio (TLC) que se inició en 1994 en beneficio de los grandes empresarios; hoy AEUMC o USMCA, en México creo que el TMEX.

 3. Lo importante es –como dijimos antes que se firmara el TLC en 1993: Este tratado entre EEUU, Canadá y México sólo sería para beneficio de las grandes empresas de los tres países mientras los pueblos –particularmente el de México- sólo recogería las sobras del suculento banquete. Y eso que decíamos hace 27 años es lo que ha resultado: México ha tenido crecimiento de grandes empresas, pero el 60 por ciento de la población ha seguido en la pobreza y la miseria. Pero en la modernidad lo que siempre aparece son los números que falsean la realidad. Ejemplo: si México ganó 100 millones de pesos y sus habitantes son 100 millones, pues le tocó a un millón de pesos por cabeza. Nada más justo y equitativo.

 4. El problema es que el presidente AMLO –en su próximo viaje a EEUU- no tiene más salida que portarse bien. No puede olvidarse que todos los presidentes de los países dependientes, como México, con gigantescas deudas y con millones de trabajadores que laboran en el país de Trump y envían su dinero a sus familiares del país, no pueden ofenderlo ni con el pétalo de una rosa. ¿Podrá López Obrador repetir frente a Trump el famoso apotegma de Benito Juárez: “autodeterminación y no intervención” en Venezuela y en Irán porque “el respeto al derecho ajeno es la paz”?  México, como casi todos los países del mundo, respeta a todas las naciones, no interviene en ninguna para evitar que otras lo hagan en México.  Con suerte Trump se educa y agradece a México. (26/VI/20)
alterar26@gmail.com

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