Por Víctor Manuel Barceló R.:
La aprobación por unanimidad en la Cámara de Senadores, del
proyecto de “Guardia Nacional” –que llevó a intensas negociaciones al interior
del recinto camaral y a posiciones de la sociedad civil organizada, con
críticas varias, marca un hito en los últimos años y en especial en las semanas
que lleva de acción concreta el gobierno del presidente Andrés Manuel López
Obrador.
La democracia mexicana tiene momentos de quiebre
importantes. Por un lado, la pérdida del poder por el partido que gobernó más
de ocho décadas –con variantes positivas, intensas –ya reseñadas- que mediante
crecimientos del PIB superiores al 6%, crea en buena medida al México actual y,
graves, negativas, entreguistas, en las postrimerías de esa época-, que tira el
crecimiento del país a menos del 2%, entregando el control de la economía a
grupos antinacionales y extranjeros.
Tal privación del poder político ocurre en la elección
presidencial del año 2000. El país entró en un momento de gran expectación, por
el triunfo de la oposición, que pronto se diluyó ante la incapacidad del
gobierno de la alternancia –de derecha cantada- para dar respuestas a los
múltiples requerimientos de la sociedad, en su conjunto y de los grupos más
vulnerables en lo particular.
Los avances del capital sobre los derechos de los
trabajadores se fortalecen, la economía tiene crecimientos magros y la política
internacional sufre reveses en la relación con varios países del Planeta, en
particular con naciones latinoamericanas y caribeñas progresistas. Para muestra
está documentado el sonado caso del trato abrupto al presidente de Cuba, Fidel
Castro, paradigmática carencia de tacto político y cortesía debida hacia un
dignatario extranjero. Para los anales de la diplomacia es un “crimen de lesa
diplomacia”. Dicha actitud burda, renegaba la línea de “dignidad y decoro
seguida por México en su trato hacia la Mayor de las Antillas”.
Ver:http://www.escambray.cu/2017/por-meterse-con-fidel/
El fiasco popular fue mayor cuando en el proceso electoral
del 2006, se juega con el voto ciudadano y se arrebata burdamente el triunfo a
Andrés Manuel López Obrador. Quien toma el control de la nación –“haiga sido
como ahiga sido- es un hombre gris, sin grandes vuelos, pero ansioso de pasar a
la historia, aunque para ello tenga que inventar la más atroz y sanguinaria
guerra contra el narcotráfico, que terminó su sexenio con más de 104,000
muertos, sumando los desaparecidos más de 14,000, de acuerdo a cifras del
Sistema Nacional de Seguridad Pública. Ver:https://www.chicagotribune.com/hoy/ct-hoy-8766718-la-guerra-contra-el-narco-en-mexico-costosa-cara-y-mortal-story.html
Esta situación se repite con gran fuerza en el 2012, cuando
llega al poder otro representante de la oligarquía –en esta ocasión priista,
miembro del grupo Atlacomulco- que hunde al país aún más, en la más grave
“guerra” inventada por su antecesor. El tema desaparece del discurso
presidencial, pero los hechos marcan un rumbo: las operaciones militares se
mantuvieron con la misma intensidad. En 2016, la Secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena) contabiliza 265,000 operaciones y la Marina 37,000; por su
parte el gasto en seguridad llega a 248,000 millones de pesos en 2015 y 2016.
La guerra contra el narco costó 1.8 billones de pesos al Estado mexicano, sin
más resultados visibles que el incremento de personas desaparecidas y muertas.
Los homicidios también crecen. Llevaban casi 70,000 hasta el
2016, para un acumulado de 174,000 en la década, según el SNSP. Otros análisis
llevan esta cifra a más de 200,000. (INEGI entre 2007 y 2016). Desaparecidos
superan 29,000. Observadores internacionales, afirman que durante el período,
fueron práctica común: ejecuciones masivas, abusos de poder, tortura (provocada
por criminales, pero también por agentes del Estado), desaparición forzada, ataques
a defensores de derechos humanos y asesinato de periodistas.
El gobierno federal presume la detención de 33 de los 37
capos de la droga que, en 2009, la PGR ubicó como los más buscados. Pero
investigadores especializados (Eduardo Guerrero (Lantia Consultores) y Luis
Astorga (UNAM)) advierten que los cárteles siguen operando y proliferando. Un
elemento que muestra tal situación es el del mercado de la droga, aumentando y
ensanchando el consumo doméstico en general, máxime entre los más jóvenes. Entre
2008 y 2011, se pasó de 3.9 millones a 5.7 millones de consumidores de drogas
ilegales en México (según versión de la Encuesta Nacional de Adicciones) y, en
2014, 1.7 millones de jóvenes de secundaria y bachillerato, consumieron alguna
droga.
En esos casi 30 años de acciones alocadas, los partidos
políticos pierden identidad. Muchos abandonamos filas en aquellos que ahora se
rigen por la búsqueda del dinero fácil, sin importarles la pérdida de confianza
de sus seguidores, poniendo en la representación de muchos de ellos a
personajes ligados con la brutal corrupción galopante que atosiga a la nación,
incluso en contubernio con grupos delincuenciales de toda índole. Al no haber
precisiones ideológicas -en casi todos los partidos- estos abandonan la sana práctica
de capacitar a sus miembros y a los ciudadanos en general.
Los ciudadanos –por su lado- se organizan en grupos,
intentando dar valor a su participación en la política, desde apreciaciones
sociales que en muchas ocasiones pretenden rescatar tesis que los partidos
abandonaron al enfrascarse en el reparto de la riqueza producida, entre ellos y
sus socios –por lo general empresas transnacionales-. Un gran desafío para el
país y su organización electoral es darles auténtica representación a los
ciudadanos en la política nacional. Las normas que se dictan tienen un claro
objetivo: evitar al máximo la participación de esas agrupaciones en procesos de
elección, poniendo taxativas muy elevadas, que hacen por lo general, muy
compleja y costosa económicamente la participación. El privilegio se mantiene
para los partidos, en especial los que poseen nichos de poder local, estatal y
federal.
Solo una agrupación social –primero-, partidaria –después-
logra cruzar el umbral y brincar la vara tan alta impuesta para nuevas
organizaciones políticas: el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Su
líder se constituye en la lucha social de larga data –por más de cuarenta años
encabeza movimientos reivindicatorios por todo el territorio nacional-,
organiza todo un andamiaje de voluntad y acción política, que va conformando
una ideología en que los grupos sociales más vulnerables –campesinos
(comuneros, ejidatarios, pequeños propietarios), obreros cuyas organizaciones
requieren renovación o respeto a sus normas de acción gremial por el poder
público y empresarios de toda índole,
con decisión para apuntalar una nueva nación que escape de la corrupción, la
impunidad y avance a la aplicación correcta de la Ley.
Ese líder –Andrés Manuel López Obrador- es finalmente el
presidente de la república mexicana, quien llega a esa posición con el
porcentaje de votación más alto de todos los tiempos. La democracia
participativa es su meta, llegar a la 4ª Transformación pacífica del país, su
ruta, lograr la coparticipación para las decisiones fundamentales del país, de
pueblos y comunidades su actuación diaria, que cubre en conferencias mañaneras
dentro de Palacio Nacional y en sus recorridos por el territorio nacional,
presentando programas sociales, en avance a lo que vendrá señalado en el Plan
Nacional de Desarrollo.
Su pensamiento se va dibujando en 17 libros escritos a lo
largo de su vida activa en la investigación y la política. Señala en el último
publicado: “En este libro reafirmo mi postura de que la corrupción es el
principal problema de México…convoco a todos los mexicanos, mujeres y hombres,
pobres y ricos, pobladores del campo y de la ciudad, religiosos o
librepensadores, a construir un acuerdo nacional y a hacer de la honestidad una
forma de vida y de gobierno…y con un recto proceder, no hará falta aumentar
impuestos ni seguir incrementando la deuda pública, y…mejorarán las condiciones
de vida y de trabajo”.
Se adelanta AMLO y afirma: “Si triunfamos en el 2018 y
llevamos a cabo los cambios que proponemos, a finales del sexenio… (2024)
…habrá un nivel de bienestar y un estado de ánimo completamente distinto al
actual. Tendremos una sociedad mejor…por lo que vamos a construir entre todos y
desde abajo en el plano de lo material…y haber creado una nueva corriente de
pensamiento…consumado una revolución de las conciencias que ayudará a impedir,
en el futuro, el predominio del dinero, del engaño y de la corrupción, y la
imposición del afán de lucro sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor
al prójimo. Ver
https://www.gandhi.com.mx/2018-la-salida-decadencia-y-renacimiento-de-mexico
Pero no todo es “miel sobre hojuelas”. La oposición actúa
desde la sombra. Múltiples expresiones en las “benditas redes sociales” señalan
descontento
por cualesquiera programa o expresión del presidente,
utilizando fake news, cuentas falsas, robots y otros elementos, que no solo no
afectan la popularidad del presidente –el llamado bono democrático- sino que lo
elevan hasta cifras muy cercanas al 90 % de aceptación a sus programas. Pero
también hay gente pensante que expresa dudas y preocupaciones.
Sin duda, mucho habrá de precisarse en el Plan Nacional de
Desarrollo, respecto a diversos planes sectoriales, programas y estrategias que
se vienen aplicando. Del presidente para abajo, en la jerarquía gubernamental
hay conciencia de que las cosas van muy veloces y el afán de terminar pronto
con la corrupción, puede dejar de lado algunas normas para controlar acciones y
evitar caer nuevamente en lo mismo. Los equipos trabajan arduamente para vencer
las inercias y definir las formas de control, modernas, ágiles, convenientes
para que no retornen las lacras que empobrecieron a las mayorías a costa del
enriquecimiento de unos cuantos.
Uno de los pasos más sólidos y con consenso nacional es la
conformación de la Guardia Nacional, oferta de López Obrador desde la campaña,
misma que se concretó hace unos días. El Secretario de Seguridad Pública
-Alfonso Durazo- precisó que dicha guardia contará con 80,000 elementos a fin
de año. Señalamiento fundamental que cubrirá la primera etapa de su puesta en
marcha, tras una tarea camaral de cien días, en que los debates fueron
notorios, presentándose y aprobándose diversas modificaciones a la propuesta
original.
El artículo
Conviene recordar que la Guardia Nacional fue creada en 1846
por el general José Mariano Salas, presidente de México durante 4 meses
(agosto-diciembre de 1846), pensando que era necesario defender al país de la
invasión de E.U. Otro de los presidentes que ocupó la Guardia Nacional fue
Benito Juárez, en 1858, para combatir a fuerzas externas y contra los
conservadores en la Guerra de Reforma, cuyo resultado fue la instauración de la
República. en 1853, Antonio López de Santa Anna intentó erradicar la Guardia
Nacional por medio del Ministerio de la Guerra. A través de un decreto comunicó
que disolvería a este grupo, inutilizándolo por dos años. El presidente Ignacio
Comonfort, volvió al Reglamento de dicho grupo para contrarrestar el desorden
que existía al interior del Ejército, buscando que el Ejército se depurara,
pero la solución salió mal, los gobernadores aprovecharon el momento y
utilizaron a la Guardia Nacional para sus propios intereses. Tras su
utilización por Benito Juárez, Porfirio Díaz la elimina de facto.
la Guardia Nacional se contempla en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos de 1917; en la Ley del Servicio Militar y en la
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, pero no existe una ley
orgánica que la sustente por lo que hay un vacío legal. Por otra parte, hay
contradicciones entre las leyes señaladas respecto a la Guardia Nacional. En
una apreciación somera podemos colegir que en el pasado la guardia nacional
tuvo motivos militares para enfrentar ejércitos extranjeros y nacionales
creados por los conservadores. Hoy constituirá un grupo policial que se irá
alejando del Ejército y la Marina, a la velocidad que logre formar sus cuadros
fundamentales para la lucha contra el crimen.
Ver:Jesús Solano García en su publicación La Guardia
Nacional que se encuentra en la Biblioteca Jurídica Virtual de la UNAM.
https://www.nacion321.com/elecciones/la-guardia-nacional-que-quiere-amlo-ya-se-uso-en-el-pasado.
Las obras humanas, por más empeño que se haga en su
perfección, son complejas y como tales adolecen de fallas que requieren irse
ajustando en el tiempo. Legisladores del partido MORENA están conscientes de
ello por lo que preparan criterios para realizar la evaluación del desempeño de
quienes integrarán la Guardia Nacional, así como la regulación en el uso de
armas de fuego. Pronto se sabrán las normas, que serán consensuadas con los
otros agrupamientos existentes al interior del Congreso Federal.
v_barcelo@hotmail.com
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