Por Jorge Aniceto Molinari:
Es necesario estudiar, analizar, los elementos tal cual hoy
se vienen dando. Los modos de producción nacen, se desarrollan y declinan, la
predominancia del modo de producción capitalista está en una crisis
irreversible, ¿qué quiere decir? que necesita morir en paz. No se trata del fin
del capitalismo sino del fin de su predominancia.
Hoy en el mundo el centro del capitalismo tiende a ser China
y su entorno, que es la que lidera el libre comercio, premisa esencial para el
desarrollo capitalista. Pero China está gobernada por el Partido Comunista y
tiene la mayor reserva de dólares del mundo. A su vez EE.UU. el centro que
declina, terriblemente endeudado, una corriente minoritaria que hoy ejerce el
poder actúa amurallando la economía y tratando de favorecer al núcleo duro
militar que hoy gobierna.
Hoy en el mundo ningún país puede planificar ante sí y por
si una matriz productiva, tampoco Noruega o cualquier otro ejemplo, el gobierno
económico del mundo está en manos de los complejos empresariales
multinacionales tal cual lo planteara Lenin en 1916 (El Imperialismo fase
superior del capitalismo). No se trata de buscar el lado humanitario de un
sistema cuya predominancia está llegando al fin. Se trata de desarrollar un
programa de transición que ponga en manos de la sociedad el control de la
economía.
El rol del Estado ha sido importante como escudo de los
débiles y en muchos casos para impedir que el aparato productivo se destruyera,
pero nunca como salida en manos de un capitalismo de Estado. Por eso el planteo
de moneda única y universal e impuesto a las transacciones financiera dando
muerte a los paraísos fiscales haciendo que ninguna transacción sea válida si
no está debidamente registrada donde la sociedad determine. Que esto pueda ser
la base de una organización social superior, no tengo dudas.
Antes estamos condenados a pasar vicisitudes dramáticas y
muy complicadas. De eso se trata hoy el hacer político. -
El grupo gobernante especialmente guerrerista (vinculado a
la industria de la guerra) en EE.UU., ha entrado en una fase crítica, lo que no
quiere decir que sus demandas de extender la guerra logren imponerse. Sus
intereses puntuales ahora se contraponen con los que integran los conglomerados
empresariales multinacionales que en pugna si gobiernan el mundo y también
tienen injerencia en la interna de ese país.
El problema esencial que tenemos que resolver si o si, es el
programa de aquí en adelante.
La predominancia del capitalismo en el mundo hoy no tiene
otro plan de desarrollo diferente al que impone China y su importante entorno,
con el libre comercio o la realidad amurallada de la economía de EE.UU., que
por las realidades similares que ha vivido el mundo en los últimos 100 años
podríamos considerar que ahora sus perspectivas, la actual de EE.UU., incluso
son muy menores.
¿En que están hoy las personalidades de los destacados
economistas que en estos tiempos han acaparado los premios Nobel? ¿En que están
todas esas legiones de técnicos y especialistas que acompañan el desarrollo y
para ello son imprescindibles en las distintas organizaciones empresariales?
Puede ser desesperanzador señalar su inanición, su falta de
perspectivas siendo que las salidas están ahí prácticamente elaboradas.
Admitamos que tampoco tenemos datos serios de que está pasando por sus cabezas.
El discurso de Mujica en la ONU en setiembre del 2013,
parecería que no hubiera existido, y ni siquiera para su autor. Pero ahí está
como la puerta de Alcalá.
Sin embargo, se siguen desarrollando teorías para cómo se
debe hacer en cada país para encarar el futuro.
Y acá no se trata de que cuando peor, mejor; acá se trata de
razonar, de volver a la base material del razonamiento. No hay otro camino
posible, la humanidad está frente a la necesidad de dar muerte a la
predominancia del capitalismo e instaurar instrumentos de democracia económica
que hoy no le pertenece como la moneda y los impuestos.
Por supuesto –y no los obligo a creerme- que me gustaría que
me dijeran: “estás equivocado” y me lo demostraran así no seguiría perdiendo el
tiempo en este camino. Que me demostraran que cada país debe tener una moneda
propia, o que cada comarca debiera tener su moneda, pero hasta ahora nada, la
necesidad de moneda única y universal
para mi sigue siendo irrefutable, como el metro, el kilo o el litro para hablar
de las medidas más comunes.
¿Y los impuestos?: el consumo o el giro del dinero.
Hay en la gente común, como nosotros, un aumento constante
en la preocupación por la violencia y la ineficiencia e ineficacia de los
gobiernos de derecha, de centro, de izquierda para combatirla, esto hay que sumarlo a la crisis en la
cantidad y calidad del trabajo que hemos abordado en notas anteriores, ¿tiene
esto que ver con los sistemas impositivos?: SI.
La baja en la calidad del trabajo para el conjunto de la
gente, acompaña directamente el agravamiento del problema.
No es que solo el cambio del sistema impositivo, que por las
condiciones de la gobernanza económica del mundo no se puede hacer
estableciendo fronteras dentro de las cuales se aplique –como de alguna manera
fue el Euro- sino que necesariamente debe hacerse a lo largo y ancho del
planeta, porque ello implica un control directo sobre el origen del problema
que no es otro que lo que era antes una virtud: buscar la rentabilidad que
ahora está convertida en un instrumento de putrefacción de las relaciones
sociales.
Hoy hacer que ninguna transacción sea legal sino está
debidamente registrada por los organismos que la sociedad democráticamente
establezca, significa en los hechos no solo la condena a muerte de los paraísos
fiscales, sino también de todos los negocios que ellos estimulan como el de la
droga. Acá en el Uruguay estamos discutiendo si el cierre de más de 2.000
puestos de venta de pasta base, es efectivo o no. Claro que nos parece correcto
que se cierren puestos de venta como se está haciendo, pero eso no alcanza hay
que ir al movimiento de dinero que provoca la apertura de los puestos de venta.
Si se puede, pero debe ser una acción coordinada en el mundo contra los
paraísos fiscales que son los que alimentan esa lacra social. Es esto además donde la izquierda debe exigir
definiciones a todos los contendientes electorales y exigírselas a sí misma.
E insistimos: no es el fin del capitalismo, es el fin de su
predominancia para que la humanidad transite hacia un modo de producción
superior. Con los recursos de este sistema impositivo basado en la circulación
del dinero, los organismos que la sociedad determine podrán realizar obras que
hoy no se hacen porque no son “rentables”.
¿Significa ello que la sociedad debe estatizar la economía
para poder realizar estas obras?: no, porque ello significaría retroceder al
capitalismo de Estado, al que muchas veces fue necesario recurrir para resolver
problemas puntuales y no tan puntuales pero que no es una salida viable aún
cuando pueda tener su peso en una planificación global de la economía donde
todos los aspectos del desarrollo humano deben ser contemplados.
¿Estamos soñando?: no. Uds. lo pueden comprobar analizando
los problemas que hoy tenemos y como con la crisis en la predominancia del modo
de producción capitalista van en aumento.
Podemos entender por ejemplo, que un cambio de gobierno en
el Uruguay puede significar como lo fue en Argentina un retroceso tremendo en
el nivel de vida de la gente, y los
ejemplos abundan en el mundo. Hasta EE.UU. tendría problemas si no siguiera
esta economía amurallada que ha impuesto Trump, y vaya si la disyuntiva es
tremenda para ellos y para el mundo, gobernada esta nación como lo está siendo
hoy a contrapelo de toda su rica historia.
Pero lo grave es que si no se encara de esta forma que
estamos proponiendo las consecuencias serán aún más dramáticas.
En Uruguay por ejemplo es seguro que los exportadores mas
inescrupulosos se están frotando las manos por la caída provocada de la moneda
argentina con respeto al dólar, pero es un drama para cualquier gobierno porque
su repercusión en la sociedad puede llegar a ser dramática como en la crisis
del 2002.
Sin embargo como nunca antes (Mujica lo planteó en la ONU,
pero luego lamentablemente retrocedió), estamos en condiciones de hacer un
llamado a lo mejor de la humanidad para que esta tarea se asuma de inmediato.
No es importante, aunque en algunas circunstancias si lo es,
quien tome la iniciativa, una sola chispa puede encender toda la pradera,
porque es una necesidad social que el mundo busca buceando en innumerables
textos pero sin reencontrarse todavía con el enorme trabajo de investigación
realizado en su momento por los maestros.
sipagola@adinet.com.uy
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