Por Rolando Prudencio Briancon:
El impacto mediático-mercenario es el que en las mentes de
la impresionable opinión pública brasilera ha planificado posicionar el
candidato ultraderechista Jair Bolsanaro, para lograr aumentar su popularidad
en las encuestas electorales.
Cabe hacer notar que el acuchillamiento en zona media
abdominal de una persona, es una práctica muy recurrente entre los reos,
quienes para poder ser atendidos de emergencia en los hospitales, se auto
infligen adrede cortaduras en esa zona del cuerpo, la misma que por ser una de
las partes menos inervadas e irrigadas del cuerpo no reviste un peligro para la
salud de quienes; en muchas ocasiones, y con suerte logran escapar del hospital
y lograr así su libertad.
Jair Bolsonaro es un candidato cuasi delincuencial por sus
alardes de racismo e intolerancia contra varios
sectores de la sociedad, como la gente de color, migrantes, mendigos y
todos contra quienes ha descargado su desprecio, el mismo que tiene un fóbico
fondo que nace de su complejo de inferioridad. Es más está a favor del porte de
armas para defender los valores más rancios de una sociedad conservadora que
tiene abismales diferencias económicas, y a la que alienta a defenderlos a
bala.
Es en ese entendido que para hacerla más digerible una
candidatura de esa naturaleza extremista, debe armar un show el como el de ayer
para ganar apoyo, y si es necesario hasta una solidaridad sorprendida en su
buena fe, como lo han manifestado hasta el propio Lula; a quien sí le han
metido el puñal por la espalda inhabilitándolo como lo ha hecho una justicia
corrupta que no usó el puñal del supuesto “atacante” de Bolsonaro, sino la
espada de la diosa Themis.
Y es que si se analizan las imágenes del “atentado” de ayer,
se puede observar que es un ataque de lo más tibio y temeroso, pues nadie que
quiere matar o dañar arremete con la casi finura y falta de fuerza del atacante
de ayer, quien todo caso parece ser alguien que fue contratado por el mismo
Bolsonaro para armar el teatro de ayer, sin dañar en extremo la integridad
física de Bolsonaro.
Ciertamente que enpolítica valen todas las armas para
hacerse del poder; hasta las más inimaginables, como la de la “victimización”,
que en el caso de un ultra facho como Bolsonaro habría que por lo menos que
pensar de que trata de un auto atentado proselitista.
prudenprusiano@gmail.com
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