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sábado, 18 de agosto de 2018

Que preocupa a Trump en estos momentos


Por Néstor García Iturbe:

Hablar de Trump se ha convertido en el deporte preferido de muchos. Algunos que tiene la obligación de cubrir un espacio periodístico, cuando encuentran un cable que lo menciona, no dudan en hacer un “refrito” y sacar su propio despacho utilizando la información que leyeron en el cable. Al hacer eso ya se ganaron el salario del día, independientemente de que la información se verdadera o falsa.
Muchas veces, los que de esa forma divulgan informaciones, se convierten en repetidores inconscientes de las campañas contra Trump y cuando le preguntas algo de la información que divulgaron, te das cuenta de que no dominan el tema.

Hablan sobre Trump, como al día siguiente pudieran hablar de Macri, después de la Merkell y son capaces  de hablar sobre un indeterminado número de aspectos que cubren la política exterior, la economía, el desarrollo científico, el terrorismo, la situación internacional y otros.  Son lo que se denomina un “todólogo”, que habla de todo y no domina nada.
Lo importante, en mi criterio es dar una información objetiva sobre Trump y su actuar, de forma tal que el lector pueda conocer verdaderamente cuáles son sus motivaciones y las razones por lo que hace o se expresa de una forma determinada.

Por ejemplo, el famoso muro que se achaca a Trump lo comenzó a construir Bush, lo continuaron los demás presidentes, incluyendo a Obama y ya tiene cerca del 50 por ciento construido, lo más que puede hacer Trump es terminarlo, lo que aspira a realizar con una empresa estadounidense de capital israelita, la cual en sus planes tiene el de contratar personal mejicano para realizar la obra, con el fin de que la mano de obra les salga más barata.

Obama deportó 2,4 millones de inmigrantes ilegales, un promedio de 34,000 personas mensuales, Trump ha deportado un promedio de 17,000 mensuales. ¿Es que Donald Trump quiere ayudar a los inmigrantes ilegales?.

Los inmigrantes ilegales van a cárceles privadas, donde el gobierno estadounidense paga 127 dólares diarios por cada uno. Los principales propietarios de estas cárceles son la GEO Group y la Core Civic, que en el año 2017 tuvieron ingresos pos 4 mil millones de dólares. Este es un negocio que comenzó durante la administración Clinton con la ayuda de los hermanos de Hillary.

Cuando comenzaron las protestas por separar a los hijos de los padres, Trump planteó que los encerrar con ellos, lo cual aumentó los ingresos de las dos grandes empresas. Todos estarán sujetos a un proceso judicial que demorará la deportación. Se cumplen las leyes y se aumentan las utilidades.

En ocasiones leemos o escuchamos comentarios de que Trump está trabajando en función de su reelección en el 2020, que las bases electorales que lo eligieron en el 2016 se mantienen intactas y que ha llegado al 50 por ciento de popularidad como lo tuvo Obama.

Lo que Trump está haciendo en estos momentos es tratando de asegurar las elecciones de noviembre del 2018. Está haciendo campaña dentro de su propio partido para eliminar a los “disidentes” del mismo y que aspiren y de ser posible ganen, personas que tengan sus misma ideas y que cuando estén en el Congreso lo apoyen incondicionalmente. Si no logra eso, el sabe que las aspiraciones del 2020 están  en el aire y que un Congreso con mayoría demócrata, seguramente presentará un “impeachment” contra él, entre otras cosas tomando como base la investigación del Fiscal Especial Robert Muller por el problema Ruso, la cual seguramente presentará, antes de que se efectúen las elecciones de noviembre.

¿Por qué Trump es tan odiado por algunos, si muchas de las cosas que ha realizado también las hicieron los presidentes que lo antecedieron, demócratas y republicanos?

La oposición a Trump nos muestra claramente una seria fisura dentro del “establishment”. Nos permite conocer que aunque los propósitos de todos sus miembros son similares, que Estados Unidos sea el que domine el mundo, los métodos para llegar a esto son distintos.

Una parte del “establishment” promueve la globalización como estrategia para consolidad su poder a escala mundial, estos son los que tienen fuertes inversiones en otros países, principalmente China, Corea del Sur, Taiwan , México y otros, donde fueron a explotar la mano de obra barata, realizaron cuantiosas inversiones y  llevaron la tecnología más avanzada existente en Estados Unidos.

Trump representa el sector de “establishment” que tiene como estrategia, para consolidar a escala mundial el poder de Estados Unidos, el debilitamiento del gran capital financiero y fortalecer el capital productivo industrial estadounidense. Esto claro está puede poner en crisis los centros financieros del mundo, incluyendo los de Estados Unidos.

Para avanzar en su plan, Trump debe desconocer los tratados comerciales con sus “aliados”,  el tratado sobre el Medio Ambiente, firmados por los amantes de la globalización. Requiere de barreras arancelarias fuertes, que han provocado la guerra comercial con China y Europa occidental.

La gran prensa, en su mayoría en manos del sector que tiene sus capitales invertidos en la globalización, no puede menos que sumarse a la campaña y destacar cada vez que sea posible “los errores de Trump”.

Sobre este asunto planteó un artículo de RusiaToday. “La consigna “Estados Unidos Primero” sintetiza la política de Trump. En el escenario mundial tiene que subvertir la política globalizante para regresar a una economía mundial competitiva. Su punto de partida tiene como base el supuesto que Estados Unidos puede ganarle a los demás países del mundo y someterlos a una “pax americana” global.

La tesis globalizante, impulsada desde la década de 1970 por todos los presidentes estadounidenses, se basaba en poner fin a las fronteras, construir un súper gobierno mundial dirigido por tecnócratas y disolver las identidades nacionales. Los capitales del centro financiero de EEUU seguirían a la cabeza, en alianza con Europa occidental y con la nueva potencia emergente en China.

Los grandes capitalistas detrás de Trump quieren desmontar el esquema globalizante. Hay que minimizar los acuerdos comerciales, hay que desestabilizar a la Unión Europea y frenar el auge de China. La Casa Blanca se ha convertido en un laboratorio donde se barajan las tesis más increíbles. Todas dirigidas a un fin: Acabar con el poder del “establishment”.

La idea de Trump es construir un sistema que asegure un equilibrio político mundial dirigido por Estados Unidos.  En sus planes está el contener a China, desestabilizar la Unión Europea, mantener con Rusia relaciones y el resto del mundo sumido en el neo colonialismo, principalmente América Latina que continúa considerándola su traspatio.

La idea es tener subordinados, no socios.

sarahnes@cubarte.cult.cu

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