Por Néstor García
Iturbe:
Hablar de Trump se ha convertido en el deporte preferido de
muchos. Algunos que tiene la obligación de cubrir un espacio periodístico,
cuando encuentran un cable que lo menciona, no dudan en hacer un “refrito” y
sacar su propio despacho utilizando la información que leyeron en el cable. Al
hacer eso ya se ganaron el salario del día, independientemente de que la
información se verdadera o falsa.
Muchas veces, los que de esa forma divulgan informaciones,
se convierten en repetidores inconscientes de las campañas contra Trump y
cuando le preguntas algo de la información que divulgaron, te das cuenta de que
no dominan el tema.
Hablan sobre Trump, como al día siguiente pudieran hablar de
Macri, después de la Merkell y son capaces
de hablar sobre un indeterminado número de aspectos que cubren la
política exterior, la economía, el desarrollo científico, el terrorismo, la
situación internacional y otros. Son lo
que se denomina un “todólogo”, que habla de todo y no domina nada.
Lo importante, en mi criterio es dar una información
objetiva sobre Trump y su actuar, de forma tal que el lector pueda conocer
verdaderamente cuáles son sus motivaciones y las razones por lo que hace o se
expresa de una forma determinada.
Por ejemplo, el famoso muro que se achaca a Trump lo comenzó
a construir Bush, lo continuaron los demás presidentes, incluyendo a Obama y ya
tiene cerca del 50 por ciento construido, lo más que puede hacer Trump es
terminarlo, lo que aspira a realizar con una empresa estadounidense de capital
israelita, la cual en sus planes tiene el de contratar personal mejicano para
realizar la obra, con el fin de que la mano de obra les salga más barata.
Obama deportó 2,4 millones de inmigrantes ilegales, un
promedio de 34,000 personas mensuales, Trump ha deportado un promedio de 17,000
mensuales. ¿Es que Donald Trump quiere ayudar a los inmigrantes ilegales?.
Los inmigrantes ilegales van a cárceles privadas, donde el
gobierno estadounidense paga 127 dólares diarios por cada uno. Los principales
propietarios de estas cárceles son la GEO Group y la Core Civic, que en el año
2017 tuvieron ingresos pos 4 mil millones de dólares. Este es un negocio que comenzó durante la
administración Clinton con la ayuda de los hermanos de Hillary.
Cuando comenzaron las protestas por separar a los hijos de
los padres, Trump planteó que los encerrar con ellos, lo cual aumentó los
ingresos de las dos grandes empresas. Todos estarán sujetos a un proceso
judicial que demorará la deportación. Se cumplen las leyes y se aumentan las
utilidades.
En ocasiones leemos o escuchamos comentarios de que Trump
está trabajando en función de su reelección en el 2020, que las bases
electorales que lo eligieron en el 2016 se mantienen intactas y que ha llegado
al 50 por ciento de popularidad como lo tuvo Obama.
Lo que Trump está haciendo en estos momentos es tratando de
asegurar las elecciones de noviembre del 2018. Está haciendo campaña dentro de
su propio partido para eliminar a los “disidentes” del mismo y que aspiren y de
ser posible ganen, personas que tengan sus misma ideas y que cuando estén en el
Congreso lo apoyen incondicionalmente. Si no logra eso, el sabe que las
aspiraciones del 2020 están en el aire y
que un Congreso con mayoría demócrata, seguramente presentará un “impeachment”
contra él, entre otras cosas tomando como base la investigación del Fiscal
Especial Robert Muller por el problema Ruso, la cual seguramente presentará,
antes de que se efectúen las elecciones de noviembre.
¿Por qué Trump es tan odiado por algunos, si muchas de las
cosas que ha realizado también las hicieron los presidentes que lo
antecedieron, demócratas y republicanos?
La oposición a Trump nos muestra claramente una seria fisura
dentro del “establishment”. Nos permite conocer que aunque los propósitos de
todos sus miembros son similares, que Estados Unidos sea el que domine el
mundo, los métodos para llegar a esto son distintos.
Una parte del “establishment” promueve la globalización como
estrategia para consolidad su poder a escala mundial, estos son los que tienen
fuertes inversiones en otros países, principalmente China, Corea del Sur,
Taiwan , México y otros, donde fueron a explotar la mano de obra barata,
realizaron cuantiosas inversiones y
llevaron la tecnología más avanzada existente en Estados Unidos.
Trump representa el sector de “establishment” que tiene como
estrategia, para consolidar a escala mundial el poder de Estados Unidos, el
debilitamiento del gran capital financiero y fortalecer el capital productivo
industrial estadounidense. Esto claro está puede poner en crisis los centros
financieros del mundo, incluyendo los de Estados Unidos.
Para avanzar en su plan, Trump debe desconocer los tratados
comerciales con sus “aliados”, el
tratado sobre el Medio Ambiente, firmados por los amantes de la globalización.
Requiere de barreras arancelarias fuertes, que han provocado la guerra
comercial con China y Europa occidental.
La gran prensa, en su mayoría en manos del sector que tiene
sus capitales invertidos en la globalización, no puede menos que sumarse a la
campaña y destacar cada vez que sea posible “los errores de Trump”.
Sobre este asunto planteó un artículo de RusiaToday. “La
consigna “Estados Unidos Primero” sintetiza la política de Trump. En el
escenario mundial tiene que subvertir la política globalizante para regresar a
una economía mundial competitiva. Su punto de partida tiene como base el
supuesto que Estados Unidos puede ganarle a los demás países del mundo y
someterlos a una “pax americana” global.
La tesis globalizante, impulsada desde la década de 1970 por
todos los presidentes estadounidenses, se basaba en poner fin a las fronteras,
construir un súper gobierno mundial dirigido por tecnócratas y disolver las
identidades nacionales. Los capitales del centro financiero de EEUU seguirían a
la cabeza, en alianza con Europa occidental y con la nueva potencia emergente
en China.
Los grandes capitalistas detrás de Trump quieren desmontar
el esquema globalizante. Hay que minimizar los acuerdos comerciales, hay que
desestabilizar a la Unión Europea y frenar el auge de China. La Casa Blanca se
ha convertido en un laboratorio donde se barajan las tesis más increíbles.
Todas dirigidas a un fin: Acabar con el poder del “establishment”.
La idea de Trump es construir un sistema que asegure un
equilibrio político mundial dirigido por Estados Unidos. En sus planes está el contener a China,
desestabilizar la Unión Europea, mantener con Rusia relaciones y el resto del
mundo sumido en el neo colonialismo, principalmente América Latina que continúa
considerándola su traspatio.
La idea es tener subordinados, no socios.
sarahnes@cubarte.cult.cu
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