Por Juan Martorano:
Así inició y decidí titular el presente artículo, en virtud
de una serie de hechos que se vienen suscitando en nuestra República
Bolivariana de Venezuela. Algunos de manera abierta, otros de manera más
encubierta y casi imperceptible, pero no por ello menos importantes. Este
articulista, cada vez que presenta ante la opinión pública algunos aportes
producto de lo que van arrojando algunas investigaciones junto a colectivos y a
un maravilloso equipo lo hace con el fin de alertar sobre amenazas y peligros que
se ciernen en estos momentos en nuestro proceso revolucionario.
A fin de que puedan tomarse las acciones pertinentes a
tiempo. En estos momentos, nadie puede dudar que a la Patria la estén
agrediendo por diferentes frentes y flancos. Las agresiones no se limitan solo
al campo estrictamente militar tradicional como nos tenían acostumbrados los
gringos, sino que lo hacen en lo económico, en lo político, en lo social, en lo
ambiental, en lo cultural. Asimismo, no podemos obviar los terribles errores
que se han cometido en la gestión de
gobierno. Omisiones de acciones, la falta de oportunidad en la adopción
de esas decisiones, persecución y criminalización de la crítica
necesaria, aunque también ha habido la proliferación de “críticos” que señalan
lo malo, más no presentan ideas y
propuestas para solventar los problemas.
De eso se aprovecha el enemigo para camuflarse y para que
importantes sectores de nuestro pueblo no distingan con claridad las agresiones
y los actores protagonistas de esas agresiones, a fin de responsabilizar única
y exclusivamente al Gobierno Bolivariano. Estamos entrando, como lo han
advertido importantes pensadores, entre ellos Slavoj Zizek, a una era de la
post política, consistente en anestesiar lo político, reduciéndolo a una mera
actividad de gestión de lo existente.
En estos momentos se pretende entregar a técnicos el manejo
de los asuntos públicos, obviando ciertos contextos, cuando en estos momentos,
el análisis de los fenómenos políticos debe estar centrado en la producción de
significados compartidos. Es muy importante, a la hora de realizar análisis
políticos, para ser lo más objetivos a la realidad que nos circunda, sin obviar
por supuesto la subjetividades que sin duda siempre estarán presentes,
identificar algunos elementos que nos permitirán clarificar esto: Muy
importante la identificación de las identidades políticas, evaluarlos discursos
(tomando en cuenta no solo la expresión oral, sino artículos, reuniones de actores y
correlaciones de fuerza, entre otros aspectos) y sobretodo, muy importante para
estos momentos, las demandas o problemáticas sociales.
Si esto no se hace así, entonces veremos que el discurso de
la dirigencia irá por un lado y con una agenda, y el discurso, intereses y
sobre todo la agenda de los dirigidos irá por otro. Y en este escenario de nuevas dificultades,
eso resultaría desastroso. Indudablemente Chávez sabía mantener una conexión y
a través de informaciones claras y hablándole con la verdad al pueblo, este último,
actor fundamental de los cambios políticos e históricos de las sociedades,
comprendía los por qué el líder adoptada ciertas tácticas o acciones en
determinados momentos.
Asimismo y por la inmensa capacidad de empatía de Chávez,
este también estaba en capacidad de interpretar los intereses populares, y en
razón del mandato obediencial, dirigir sus acciones en función de los intereses
de las clases más vulnerables de nuestra población, y de ahí no sólo los altos
índices de popularidad que tuvo, sino la conexión amorosa de este pueblo con su
líder que persiste, aún a cinco años de su asesinato. Debemos estar atentos a
las señales de los tiempos, y sobre todo de las señales no tan evidentes, pero
que permiten visualizar peligros que no observamos, por exceso de confianza y
subestimación de los adversarios.
Indudablemente, y posterior a la realización de los comicios
regionales del año pasado, continuado en las municipales de diciembre de 2017 y
reconfirmado en las legislativas y presidenciales de mayo de 2018, se observa a
los actores políticos de la oposición venezolana atomizados y muy divididos.
Ese es un elemento de ventaja para las fuerzas de la izquierda y
revolucionarias, las cuales no ha sido, a mi criterio, suficientemente
aprovechada. Indudablemente los ataques de la derecha venezolana se han basado,
en más de un 90%, del exterior, i del
protagonismo y direccionalidad del gobierno estadounidense, específicamente de
voceros de la administración Trump.
La derecha trata de re articularse y reorganizarse en un
frente interno, más hasta ahora no lo ha logrado. Sin embargo, principales
elementos de ataque contra la Revolución Bolivariana y en este caso del
gobierno de Nicolás Maduro,
ha tenido que ver en lo social. Y hay que advertir que, el
impulso de una agenda de conflictividad social en las últimas semanas, donde
observamos que el gremio de enfermeras ha logrado protagonizar focos de
protestas en 20 de las 24 entidades federales del país (incluyendo la capital
de la República), aunado al conflicto de profesores del sector universitario, fallas
en el sistema de transporte, la crisis y colapso de servicios públicos
esenciales.
Que se está traduciendo en descontento, incomodidad y
malestar de la población producto del deterioro de su calidad de vida, en
desmejora de los indicadores sociales de bienestar tantas veces divulgado por
Chávez, debe declarar en máxima alarma al Gobierno Bolivariano, ya que ese es
el frente
más activo que tiene la contrarrevolución para agredirlo y
buscar su salida del poder. No se trata, evidentemente, descriminalizar
y perseguir a los protagonistas de la protesta ante fallas en servicios
públicos y en exigencia a justos reclamos y derechos de la población.
Reivindico la protesta social como un logro y una conquista
de la Revolución Bolivariana, reconocida en nuestro texto y Estado
Constitucional Democrático y Social, de Derecho pero sobre todo de justicia,
pero cuando ciertos y determinados
actores políticos como Jesús Armas (Primero Justicia), José Manuel Olivares (Primero Justicia), y grupos
vinculados con sectores de oposición pretenden aprovechar las mismas, incluso
utilizarlas de fachada para ocultarse y desplegar planes perversos sin que
ellos aparezcan abiertamente y manejar los hilos tras bastidores.
Es cuando no podemos permitirlo y debemos dar nuestras expresiones
de alerta, sin dejar de reconocer las fallas, los errores y las necesarias
críticas propositivas que nos permitan superar las dificultades y poder
avanzar. Todo esto lo formulo, inspirado en la lectura del extraordinario libro
del compañero ex embajador de la hermana República de Cuba en Venezuela, Germán
Sánchez Otero, titulado:
“Abril sin censura”, donde éste hace todo un análisis de los
acontecimientos previos, durante y posteriores al Golpe de Estado contra Hugo
Chávez del 11 de abril de 2002. La lectura de ese libro, me ha hecho pensar en
estos últimos días muchísimo, y salvo algunos elementos que Sánchez Otero
señala en la mencionada obra, creo que
estamos en presencia de la generación de condiciones para un nuevo zarpazo del
poder por parte de las fuerzas reaccionarias en Venezuela.
Obviamente el fascismo no está en las condiciones ni se
están repitiendo los hechos de la misma manera del 2002. Todo lo contrario,
creo que algunas de las condiciones previas las han mutado, las han variado,
tratando de aprender de los posibles errores cometidos durante la asonada de
abril de ese año. Y si a eso le aderezamos los dos últimos programas de La
Hojilla de Mario Silva, sobre todo el último donde estuvo acompañado de las
brillantes analistas Larissa Costas y Laila Tajeldine, donde hicieron mención
de la estrategia de “Golpe Suave” promovida por Gene Sharpp, o “Golpe Mecha
Lenta” alertada por Hugo Chávez, confirma mis sospechas producto de mis
análisis y algunas informaciones que vemos manejando.
En medio de este contraste de informaciones, análisis y
lecturas, es en donde con mi televisor encendido, observó la insistente
publicidad por parte del canal Televen de la transmisión de un micro sobre el
ex presidente de la República ya fallecido, Ramón José Velásquez el próximo 5
de julio de 2018, día de conmemoración de la firma del Acta de la Independencia
de Venezuela y día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Dicho documental será transmitido en horario estelar (10pm)
por la mencionada planta televisiva, y este detalle pudiera pasar desapercibido
si no fuera por los siguientes detalles. En primer lugar: ¿Por qué Televen
transmite ese documental en un día que es fecha patria? ¿Por qué resaltar la
figura de un Presidente de la República que se encargó durante un período
bastante convulso de la historia venezolana de conducir una transición pacífica
hacia el segundo gobierno de Rafael Caldera en ese entonces?.
Casualidad que el impulso y la generación de un proceso de
transición política sea parte de la idea fuerza de ciertos y determinados
sectores de la oposición en el país?¿Será casualidad que dicho “documental” se
transmita a las 10 de la noche, una hora improbable para la realización de cadenas
presidenciales? Por ello es que creo que no hay hechos inocentes, y por eso es
que hago estas advertencias.
Evidentemente actores políticos nacionales e internacionales
se están coordinando en estos momentos en toda una estrategia para impulsar la
fragmentación de los modelos de Estado- Nación. Ahí está el ejemplo de la
hermana Nicaragua Sandinista, el ejemplo nuestro, que algunos actores del
fascismo pretenden reactivar con el reimpulso de una agenda violenta,
disfrazada de protesta social, la cual no podemos perder de vista.
Alerta porque el enemigo acecha. Y a cada conjura y amenaza
del fascismo debemos responderla con la profundización de nuestra revolución.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos
legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranoster@gmail.com,
j_martorano@hotmail.com,
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