Por Ilka Oliva Corado:
La muestra más reciente de lo que significa la traición a un
pueblo se está viviendo en estos momentos en
Ecuador, que confió plenamente en Lenin Moreno y lo escogió como su
presidente gracias a que Rafael Correa puso el pecho por él y lo honró con
lo respaldo en un momento crítico
para toda América Latina; pero ni Correa
ni los pueblos latinoamericanos nunca
imaginamos que sería el gran traidor de los últimos cien años en el continente
y que con todo su odio y mezquindad (porque sabe muy bien que jamás logrará ser
ni la sombra del zapato de Correa)
atacaría las raíces de la Revolución Ciudadana para arrancarla e
instalar de nuevo en el país la política del terror, de la opresión y el
saqueo.
Lenin Moreno, un títere más de los que abundan en Latinoamérica,
se arrastra sediento de poder a los pies
de sus amos, un pobre pelele que obedece las órdenes de las mafias oligárquicas
a cambio de migajas que le lanzan al suelo y levanta hambriento con lengüetazos
agonizantes.
Pensando en que sus
amos le den su palmadita en la espalda y
le sigan lanzando migajas, ha echado a andar una persecución ideológica contra
todo aquel que se atreva a tan solo nombrar a Rafael Correa y a reconocer su impresionante labor en la reconstrucción
de un país que encontró en ruinas.
Para intimidar a las
bases de la Revolución Ciudadana le puso
precio a la cabeza de Correa y apoyado por las turbas puestas a dedo que pudren
el sistema de justicia, ha seguido las
órdenes de sus amos que le exigieron humillar al presidente más digno que ha
tenido Ecuador, dirigiendo una orden de captura que busca meterlo en una mazmorra y exponerlo como un criminal; para que la
raíz no siga germinando, pero no sabe que Correa se hizo pueblo y que habita en
los cerros nevados, en las calles de tierra, en las casas de adobe, en los
barrios de lámina, en los caminos de zacatales que reverdecen al compás del
latino de su corazón. Correa y las bases de la Revolución Ciudadana
son uno solo.
Claro está que lo que hace
Lenin Moreno es copia (que no crea que le da la cabeza para tanto) de
todo un entramado que ataca a América Latina cada diez años, los amos buscan a
los más ruines para que laman sus zapatos y se pongan a gatas, para que
obedezcan órdenes vendiendo hasta su propia madre a cambio de las patadas en el
culo que vendrán cuando ya no sirvan ni para recoger las sobras a lengüetazos.
A Lenin Moreno se han unido los que trafican con la
información, los medios corporativos que manipulan, que esconden la verdad y que crean enormes
cortinas de humo que buscan impedir la visibilidad a la población, para evitar
a toda costa una reacción masiva que lo saque inmediatamente de la presidencia.
Lenín Moreno apenas es el títere que se sienta en la poltrona presidencial, no
es capaz de dirigir un país, está ahí para recibir órdenes y ser la fachada del
sistema político podrido que busca retornar.
Su ataque no es solo contra el pueblo ecuatoriano y los
maravillosos cimientos de la Revolución Ciudadana, es contra los pueblos de
América Latina, Lenin Moreno, como todos los presidentes neoliberales busca acabar con la unidad y el avance de las políticas progresistas de los líderes de la
región. Por esa razón no solo ha
detenido el avance de la Revolución Ciudadana, busca erradicarla y que las injerencias
del capital arrasen de nuevo con el pueblo para hacerlo padecer otra vez las
miserias causadas por la imposición.
La continuidad de Lenin Moreno en el gobierno es
responsabilidad absoluta del pueblo ecuatoriano, si está dispuesto o no a
luchar por la Revolución Ciudadana y su libertad.
Correa hizo su trabajo y extraordinariamente, la
reconstrucción de Ecuador lleva su nombre: les dio voz, recursos, fortaleció la
semilla, abonó la tierra, ahora es el tiempo en que el pueblo ecuatoriano
demuestre si la semilla germinó y si dará frutos.
¿Permitirá el pueblo ecuatoriano el retorno de la política
del terror? ¿El retroceso a los tiempos del miedo, el hambre y la
incertidumbre? ¿El tiempo de los asesinatos ordenados desde el gobierno, las
torturas, las desapariciones forzadas, las fosas clandestinas? ¿El robo de
tierras, los ecocidios? ¿La corrupción y la política clientelar?
¿Será capaz el pueblo ecuatoriano de no defender lo ganado?
¿Qué más tiene que pasar para que Ecuador reaccione y saque
del gobierno a un traidor como Lenin Moreno, sea juzgado y encerrado en una
mazmorra? ¿Tan pronto han olvidado la
forma en que Correa los dignificó?
Que las manifestaciones de los días recientes sean un hálito
y la llamarada que encienda los
corazones libertarios de quienes tienen Memoria Histórica y están dispuestos a
no dejarse arrebatar la belleza de la
Revolución Ciudadana.
ilka@cronicasdeunainquilina.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario