Hacia perspectivas de rupturas y rebeliones
Por Hugo Ruiz Díaz Balbuena
La crisis de legitimidad de Estado oligárquico acompañada
por la crisis hegemónica abierta de la dominación oligárquica; son realidades
constatables. Hasta una evidencia. Es
tal vez la peor pesadilla para las 150 familias dueñas del país: la posibilidad
real de una rebelión de las masas que les pida rendir cuentas de sus actos.
En Paraguay, la disputa por el Poder, por el cambio y por la
superación de la tradicional dominación del Poder oligárquico, están en curso.
I La oligarquía
paraguaya, los grupos fácticos de Poder,
comprenden los alcances e implicancias de esta crisis y actúan en
consecuencia. Esta situación de agonía del Estado creado en 1870, que es aún,
ha logrado superar la última
crisis con la ficción democrática y la
ilusión de institucionalidad con la nueva “constitución” de 1992.
Pero la historia es terca e insiste: la crisis de dominación
está de nuevo en la sociedad y carcomiendo el poder oligárquico.
II. Poder oligárquico en descomposición
Esta oligarquía es aún el Poder en y del Estado. Pero un
Poder en proceso de descomposición real.
El aun el único poder real, la que tiene conciencia en sí y
para sí. La llamada Constitución no es
más que un pedazo de papel para encubrir su dominación con el espejismo de una legalidad inexistente. La otra salida a su crisis, la materializó
con el reciente Golpe de Estado de junio de 2012 que un acto de verdadero crimen colectivo.
III. La lucha
político-ideológica orgánica por el Poder. La mentira de la verdad oligárquica
Este Poder oligárquico concreto, real
desarrolla hoy la lucha política e ideológica para imponer su “verdad” al pueblo; a toda la
sociedad.
En esta lucha por mantener sus privilegios y su dominación
sobre el pueblo paraguayo, no existen ni parámetros ni límites morales, ni moral, menos aún parámetros y límites
éticos y escrúpulos. El Estado de 1870, es aún, con un rostro más deformado que
nunca.
Ante el riesgo de ser desplazada del poder por el pueblo y
por un proyecto democrático; emplea
todos los medios a su alcance para saturar a la sociedad con la “mentira de su verdad”. Mentira que se vuelve, a fuerza de repetición
constante y permanente; una “verdad de verdades”.
Falsificación de la historia, del fondo de la actual crisis,
pero Verdad Falsificada que deviene finalmente Verdad Objetiva.
La repentina defensa de una supuesta “democracia”; la
defensa de un supuesto “estado democrático”, de una supuesta
“institucionalidad”; con la complicidad
de intelectuales, académicos, juristas; profesionales; periodistas, escritores,
dirigentes políticos de todos las tendencias; no es más que parte de la farsa y
del discurso ideológico para imponer su visión y su interpretación de los
hechos, ante la posibilidad real de la irrupción del pueblo como sujeto real
que conlleve a la ruptura del sistema de
dominación.
IV. La oligarquía;
desapoderarían y guerra a la sociedad. Las mentiras del Poder como verdades
Una de las maquinarias de manipulación, de mentiras-
“verdades”, de ficciones- “realidades”, de propaganda y contaminación de la
sociedad, son los medios de
comunicación, en manos privadas.
Una verdadera maquinaria de sicariato. Es la maquinaria
infernal con que el Poder de las 150
familias de la oligarquía paraguaya, con el coro de intelectuales, académicos,
periodistas, etc, desata la guerra
abierta contra a sociedad.
V. El imperativo de
la ruptura y de la refundación del Estado
Ante esta situación, Foucault, uno de los más brillantes
estudiosos del Poder y de la dominación del Poder de élites en lucha por la
supervivencia de su Poder; diría:
“sólo la rebelión de las masas, la rebelión de la “plebe”, la irrupción del sujeto pueblo; sólo el
coraje de sectores políticos y sociales;
sólo la decisión abierta de confrontación con la oligarquía dominante en
agonía, puede superar el oscurantismo,
el latrocinio y el crimen impuesto como
“verdades democráticas” con la creación del Estado en 1870, que es aún y que
reclama imperiosamente un cambio radical”.
En otras palabras: confrontar el Poder y la dominación
oligárquica, con el Poder y la liberación de sujeto que hoy está sujetado en
la caverna platoniana de la ilusión.
La voluntad colectiva de la que habla Gramsci, está. La crisis de dominación de la oligarquía es
un hecho. La crisis por la disputa del Poder del Estado, por la democratización
del Estado, es una evidencia. El
desafío ante la MENTIRA VERDAD DE LA OLIGARQUÍA PARAGUAYA, pasa por la transformación de la voluntad
colectiva en VOLUNTAD POLITICA.
No puede co- existir la política de destrucción que realizan
hoy las 150 familias, con la
construcción de una Nueva Sociedad. Son puntos inconciliables, no sólo antagónicos,
sino contrapuestos.
En esta situación de confrontación, el jacobinismo de
Rodríguez de Francia, que derrotó a la oligarquía parasitaria y construyó un
Estado independiente, es más que
actual. El pueblo paraguayo necesita
del Príncipe Moderno de Gramsci. Ese Príncipe Moderno gramsciano EXISTE EN EL
PARAGUAY, también está y es aun.
hugordb@gmail.com
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