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miércoles, 15 de marzo de 2017

Crisis del Estado y crisis de dominación oligárquica en Paraguay:

Hacia perspectivas de rupturas y rebeliones

Por Hugo Ruiz Díaz Balbuena

La crisis de legitimidad de Estado oligárquico acompañada por la crisis hegemónica abierta de la dominación oligárquica; son realidades constatables. Hasta una evidencia.  Es tal vez la peor pesadilla para las 150 familias dueñas del país: la posibilidad real de una rebelión de las masas que les pida rendir cuentas de sus actos.



En Paraguay, la disputa por el Poder, por el cambio y por la superación de la tradicional dominación del Poder oligárquico, están en curso.

I La oligarquía  paraguaya, los grupos fácticos de Poder,  comprenden los alcances e implicancias de esta crisis y actúan en consecuencia. Esta situación de agonía del Estado creado en 1870,   que es aún,  ha logrado superar  la última crisis  con la ficción democrática y la ilusión de institucionalidad con la nueva “constitución”  de 1992.   

Pero la historia es terca e insiste: la crisis de dominación está de nuevo en la sociedad y carcomiendo el poder oligárquico. 

II. Poder oligárquico en descomposición

Esta oligarquía es aún el Poder en y del Estado. Pero un Poder en proceso de descomposición real.

El aun el único poder real, la que tiene conciencia en sí y para sí.  La llamada Constitución no es más que un pedazo de papel para encubrir su dominación  con el espejismo  de una legalidad inexistente.   La otra salida a su crisis, la materializó con el reciente Golpe de Estado de junio de 2012 que  un acto de verdadero crimen colectivo. 

III.  La lucha político-ideológica orgánica por el Poder. La mentira de la verdad oligárquica

Este Poder oligárquico concreto,  real  desarrolla hoy la lucha política e ideológica para   imponer su “verdad” al pueblo; a toda la sociedad.  

En esta lucha por mantener sus privilegios y su dominación sobre el pueblo paraguayo, no existen ni parámetros ni límites morales,  ni moral, menos aún parámetros y límites éticos y escrúpulos. El Estado de 1870, es aún, con un rostro más deformado que nunca.
  
Ante el riesgo de ser desplazada del poder por el pueblo y por un proyecto democrático;  emplea todos los medios a su alcance para saturar a la sociedad con  la “mentira de su verdad”. Mentira  que se vuelve, a fuerza de repetición constante y permanente; una “verdad de verdades”.   

Falsificación de la historia, del fondo de la actual crisis, pero Verdad Falsificada que deviene finalmente Verdad Objetiva.

La repentina defensa de una supuesta “democracia”; la defensa de un supuesto “estado democrático”, de una supuesta “institucionalidad”;  con la complicidad de intelectuales, académicos, juristas; profesionales; periodistas, escritores, dirigentes políticos de todos las tendencias; no es más que parte de la farsa y del discurso ideológico para imponer su visión y su interpretación de los hechos, ante la posibilidad real de la irrupción del pueblo como sujeto real que  conlleve a la ruptura del sistema de dominación.    

IV.  La oligarquía; desapoderarían y guerra a la sociedad. Las mentiras del Poder como verdades

Una de las maquinarias de manipulación, de mentiras- “verdades”, de ficciones- “realidades”, de propaganda y contaminación de la sociedad,   son los medios de comunicación, en manos privadas. 

Una verdadera maquinaria de sicariato. Es la maquinaria infernal  con que el Poder de las 150 familias de la oligarquía paraguaya, con el coro de intelectuales, académicos, periodistas, etc,  desata la guerra abierta contra a sociedad.

V.  El imperativo de la ruptura y de la refundación del Estado

Ante esta situación, Foucault, uno de los más brillantes estudiosos del Poder y de la dominación del Poder de élites en lucha por la supervivencia de su Poder;  diría:

“sólo la rebelión de las masas,  la rebelión de la “plebe”,  la irrupción del sujeto pueblo; sólo el coraje de sectores políticos y sociales;  sólo la decisión abierta de confrontación con la oligarquía dominante en agonía,  puede superar el oscurantismo, el latrocinio  y el crimen impuesto como “verdades democráticas” con la creación del Estado en 1870, que es aún y que reclama imperiosamente un cambio radical”. 

En otras palabras: confrontar el Poder y la dominación oligárquica, con el Poder y  la  liberación de sujeto que hoy está sujetado en la caverna platoniana de la ilusión. 

La voluntad colectiva de la que habla Gramsci, está.  La crisis de dominación de la oligarquía es un hecho. La crisis por la disputa del Poder del Estado, por la democratización del Estado, es una evidencia.   El desafío ante la MENTIRA VERDAD DE LA OLIGARQUÍA PARAGUAYA, pasa  por la transformación de la voluntad colectiva en VOLUNTAD POLITICA. 
No puede co- existir la política de destrucción que realizan hoy las 150 familias,  con la construcción de una Nueva Sociedad. Son puntos inconciliables, no sólo antagónicos, sino contrapuestos.

En esta situación de confrontación, el jacobinismo de Rodríguez de Francia, que derrotó a la oligarquía parasitaria y construyó un Estado independiente,  es más que actual.   El pueblo paraguayo necesita del Príncipe Moderno de Gramsci. Ese Príncipe Moderno gramsciano EXISTE EN EL PARAGUAY,  también está y es aun.

hugordb@gmail.com


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