martes, 8 de mayo de 2018

Nadie llora por ti Palestina


Por Rolando Prudencio Briancon:
¡Enhorabuena qué así sea! Y es que lo menos que podemos sentir por Palestina, es pena; y llorar por lo que pasa con Palestina sería traicionar su lucha. Y es que hoy su lucha se va materializando en la “Marcha del Retorno”, que no es sino sentar soberanía sobre los territorios de donde fueron expulsados por el sionismo expansionista hace más de medio siglo atrás.


Y cabe aclarar, que ni siquiera es el pueblo judío el responsable de la barbarie genocida cometida contra los palestinos, sino es el sionismo israelita, que valiéndose de la ficción del pueblo “errante” -judío errante- se ha instalado sanguinariamente en los territorios que fueron de Palestina, después de que hace más de medio siglo atrás fueron recibidos por los palestinos; justamente cuando los judíos huyeron del holocausto nazi.
Es más; existe tal parecido de lo que pasa en Palestina, con la pasión que vivió Cristo, que no sólo Palestina soporta una crucifixión como la de Cristo, sino también la indiferencia del mundo entero, que más allá de voces aisladas de activistas y la posición minoritaria de gobiernos -sobre todo los progresistas- que condenan esta asesina alevosía, las “potencias” guardan un silencio cómplice con el cinismo genocida del sionismo.

La muestra más clara de la indiferencia mundial sobre las agresiones hacia Palestina, ha sido la indolencia e hipocresía que se ha mostrado en el mundo respecto al reconocimiento que los EE.UU., ha desafiantemente declarado a Jerusalén como capital de Israel, que no es sino una proterva provocación, cuyas consecuencias estamos observando hoy con nuevas embestidas genocidas del Ejército israelí contra la población civil, en la que no se ha respetado ni a niños, mujeres, ni ancianos.

Ese es el precio entonces que Palestina tiene que pagar, sin tener que derramar lágrimas, sino sangre que es la feraz fe que se tiene el pueblo palestino, que nunca se consumará la alevosía de desterrarlos como el sionismo expansionista se ha obsesionado en ocupar los territorios que no son suyos.
Palestina no necesita ya que lloren por ella; y ni siquiera el que las potencias  intercedan paternalmente por ella, pues hoy más que nunca es su fe en que sí podemos decir que los palestinos son el pueblo elegido.
prudenprusiano@gmail.com

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