Por Rolando Prudencio Briancon:
¿Qué viene ahora? ¿Qué va hacer ahora los Trump? Ésa es la
pregunta que no sólo se están haciendo los venezolanos, sino de la opinión
pública mundial que hace poco menos de una semana estaba segura de que Nicolás
Maduro caía, pues la revolución bolivariana no podría; en primer lugar con los
mismos venezolanos que estaban harapientos y hambrientos, dispuestos a
jugárselas con su propia vida, que no sólo ingrese la ayuda humanitaria, sino
que con la ayuda de Colombia, y todo el grupo de Lima, lleven a Maduro y todos
sus colaboradores ante la Corte Penal Internacional, si es que antes no lo
ejecutaban como a Khadafi, como insidiosamente insinuó Narco Rubio.
Es más, teniendo a los 5000 mariners yanquis parqueados en
Panamá, no sólo que ellos supervisarían y ejecutarían el golpe, sino que hasta
mejorarían genéticamente la nueva raza que vendía después del derrocamiento,
tal como declaró una desvergonzada mujerzuela.
Pero no prosperó aquella asonada; ni siquiera sembrando los
“falsos positivos” que sembraron para enardecer más a los propios venezolanos
que no apoyan precisamente a Maduro. Los venezolanos cerraron filas en defensa;
no precisamente de Maduro sino de su misma patria, y el golpe no prosperó ante
las mismas narices de los norteamericanos y sus amilanados mariners que siguen
parqueados en Panamá.
Cinco días después se vino el contragolpe diplomático contra
el Grupo de Lima y Trump, que se ha producido ayer durante la votación dentro
el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se acaba de vetar el proyecto de
resolución que los EE.UU., presentó desconociendo a Nicolás Maduro y
reconociendo al golpista de Guaidó, tal como Trump lo hizo después que lo
declarara presidente “encargado”.
Hoy, que, aunque no hay que bajar la guardia, todo tiene un
tono menos dramático -parafraseando al Che- la verdad es que hasta cierto punto
el decreto de Obama que declara a Venezuela una “amenaza” para los EE.U.,
parece ser cierto, pues la pregunta ahora es, ¿qué va hacer ahora la
administración Trump, que por cierto ratificó ese decreto?
Desde luego que no es para cantar victoria, sería una
deslealtad con la Revolución bolivariana bajar la guardia, y pensar que en un
arrebato de arrogancia Trump no ordene a sus mariners invadir Venezuela, pero
estas dos derrotas del intervencionismo yanqui le han puesto un alto, aunque
sea por ahora.
Así que los yanquis saben que no les tenemos miedo, y al
parecer ellos sí nos tienen miedo, porque justamente saben que no les tenemos
miedo; y más aún si nos consideran una “amenaza” para su angurria imperial.
prudenprusiano@gmail.com
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