Por Rolando Prudencio Briancon
Trump -que de política entiende lo que un niño podría
entender sobre la vida de un pensionado- se trajo como asesor de seguridad a
John Bolton, quien más parece un anciano que está a la espera de palmar, y que
no se adecua a los tiempos actuales, en los que la hegemonía estadounidense
también está camino a su extinción.
John Bolton ha sido el principal hombre de acción -Mike
Pence actuó más como político- de Trump para la defenestración; no sólo del
presidente Maduro, sino para acabar -entre otros con los gobiernos socialistas
de Cuba y Nicaragua- con la propia Revolución Bolivariana. Bolton no sólo que
mordazmente le dijo a Maduro que dejará el poder y se refugiara en una “isla
bonita” en el Caribe. Se encargó de estimular también a los militares venezolanos
para que se sublevaran contra el gobierno del presidente Maduro. En otros casos
se encargó de amenazarlos con que correrían la peor de las suertes sino
obedecían sus “consejos”. En fin, Bolton hizo del amenazante sheriff que tenía
a todos bajo su bota.
Decía que Bolton no se ha adecuado a los tiempos actuales,
en los que no sólo existen otras potencias -Rusia, China, India, Irán, etc.-
que están multiplicando un multilateralismo al que se resiste EE.UU., aceptar
que es lo que ha llevado a que el gobierno de Trump trastabille el pasado 23 de
febrero en su intentona intervencionista en Venezuela; sino que no pudo salirse
con su gusto de poner a Guaidó como presidente encargado, saliéndole el tiro
por la culata.
Después de éste abortado ataque a la Revolución bolivariana,
Bolton se ha volcado a atacar a la Revolución cubana, pretendiendo dar un
master stroke, que como efecto dominó, ya decía anteriormente, derribe al
gobierno cubano, nicaragüense y al boliviano, cuando el desgaste les de la
señal de aviso que el turno de poner también a Bolivia en la mira ha llegado.
Claro que en lo que en realidad Bolton ha mostrado es un
despiste descomunal creyendo que con Cuba sus desestabilizadores deseos
“democráticos” serán por lo menos el premio consuelo ante lo que no pudieron en
Venezuela. Claro que Cuba ya ha demostrado que no sólo que no pudieron con
ella, y que cuando lo intentaron salieron con el rabo entre las patas, como en
Bahía Cochinos; sino que Cuba es justamente la inspiración para los demás
pueblos, que como Venezuela le han hecho morder el polvo de otro fracaso
intervencionista.
El anuncio de la aplicación de sanciones contra Cuba ha sido
una iniciativa que el vejete de Bolton ha desempolvado de la Ley Helms Burton
por cuanto busca que la Revolución cubana resarza lo que en base al derecho
soberano la Revolución cubana confiscó a las familias mafiosas que se hicieron
de la riqueza del pueblo cubano, con la venia del corrupto gobierno de Batista,
que permitió que los yanquis tengan su burdel a uno kilómetros de distancia; y
que es lo que el vejete de Bolton quiere recuperar.
Así que si con Venezuela se ha encontrado con la horma de su
zapato; con Cuba se encontraran con la dignidad invencible; pero además
inconmensurable como acaba de expresar el presidente cubano Miguel Díaz Canel
de todo el pueblo cubano, que, si se atreven agredirla, el vejete chocho de
Bolton saldrá otra vez como salieron de Bahía Cochinos.
Si Trump quiere abalanzarse contra la “troika” de países
socialistas a los que quiere poner en horma Bolton, van a lograr la profecía
del Che: Un Vietnam, dos Vietnam, tres Vietnam…
prudenprusiano@gmail.com
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