Por Diego Olivera Evia:
Trump hacen la vista gorda a la droga
Colombia en EEUU
En este nuevo artículo nos pareció
importante señalar, que Colombia y el Grupo de Lima, utilizaran las fronteras
con Venezuela, para crear una farsa sobre una ayuda humanitaria, para ingresar
producto enviados por EEUU, en mal estado y varias personas han muerto, pero lo
más peligroso es los falsos positivos, sobre hechos de violencia en las
fronteras, por los grupos guarimberos venezolanos, en la quema de camiones en
los puentes, entre Colombia y Venezuela, como una farsa musical con cantantes
por gringos, para intentar una agresión con la anuencia del narco Duque y sus
familia, como los inmorales presidentes de Chile Piñera y el fascista
presidente Marito de Paraguay y los funcionarios de EEUU y la amenazas de una
intervención armada.
En ese sentido el farsante Juan Guaidó, que
ha llegado a manifestar en Colombia, que las muertes de venezolanos son parte
de una guerra civil necesaria, pero el fracaso de la pantomima en la frontera
del lao colombiano, y los ataques de los grupos violentos, pagados por
funcionarios de Colombia y el mismo intento de esta farsa, llevo a la ruptura
de relaciones por parte del gobierno de Venezuela.
En respuesta a la bravuconada y la
violencia creada por Colombia y EEUU, el presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, ofreció una entrevista con la cadena estadounidense ABC News en la que
se refirió al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, y
al apoyo que le da Estados Unidos a Guaidó, quien se proclamó presidente
interino de Venezuela el 23 de enero. “Él tendrá que enfrentar a la justicia”,
dijo Maduro sobre el regreso a Venezuela Guaidó, que desde el pasado 22 de
febrero se encuentra en territorio colombiano. “Él no puede ir y venir y la
justicia le tenía prohibido dejar el país. Yo respeto las leyes”.
La violencia, el terrorismo y los narcos
cultivos en Colombia
Según la Defensoría del Pueblo de Colombia,
entre el 1 de enero de 2016 y el 30 de junio de 2018, fueron asesinados 311
líderes sociales. La violencia contra defensores de derechos humanos se
recrudeció después de la firma de los acuerdos de paz.
La creciente ola de homicidios de líderes y
defensores de derechos humanos en las regiones que más se vieron afectadas por
el conflicto armado sigue preocupando. Después de la firma del acuerdo de paz,
los sectores sociales han luchado por reestablecer el tejido social en sus
territorios, por reclamar sus tierras y devolver el progreso que la guerra les
negó por más de 50 años.
Estos hechos de violencia se presentan en
los lugares más azotados por el narcotráfico, donde hacen presencia bandas
criminales y otros actores ilegales, que impiden el desarrollo del
posconflicto. Lo paradójico es que, aunque en el país se han reducido los
homicidios, día a día se conocen nuevos casos de colombianos asesinados que
ejercían un liderazgo importante en su comunidad.
Las víctimas más recientes fueron Margarita
Estupiñán, asesinada en Tumaco, municipio del departamento de Nariño, que tiene
uno de los mayores índices de violencia del país; Ana María Cortés, Gerente de
la Campaña de Gustavo Petro en Cáceres (Antioquia); Felicinda Santamaría, en
Quibdó (Chocó), y Luis Barrios Machado, en Palmar de Varela (Atlántico).
Hay desacuerdos en las cifras de líderes
asesinados
No existe un consenso por parte de las
autoridades y organizaciones sobre el número de personas muertas a la fecha, lo
que hace difícil establecer y verificar cada uno de los casos. Según el informe
presentando el pasado mayo por La Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y popular,
La Marcha Patriótica e Indepaz, 123 líderes y defensores de DDHH han sido
asesinados durante el 2018.
Sin embargo, la cuenta que lleva el
Ministerio del Interior es menos robusta, ya que a hoy ha verificado la muerte
de tan solo 33 líderes sociales. Por su parte, la Defensoría del Pueblo habla
de 311 dirigentes muertos. La entidad señaló que Cauca es el departamento que
más reporta defensores asesinados, con 78. Le sigue Antioquia con 43, Norte de
Santander con 21, Nariño con 18, Valle del Cauca con 16, Chocó con 16,
Risaralda con 14 y Arauca con 13.
La Organización de Naciones Unidas, no solo
señaló que con "el recrudecimiento de la violencia" en estos
departamentos se hace imposible construir una “paz estable y duradera” sino que
instó al gobierno a “reforzar las medidas de prevención, protección e
investigación para garantizar el derecho a la vida de los colombianos.
Desde hace ocho años y hasta la fecha,
4.770 menores dejaron sus vidas en hospitales y rancherías, convirtiéndose en
escalofriantes cifras que no han sensibilizado a gobernantes y entidades
involucradas en este flagelo. Al dar a conocer esta triste realidad, el
magistrado de la Corte Constitucional Alberto Rojas Ríos afirmó que “esto es
una barbarie”.
Lo hizo en la audiencia pública en la que
el alto tribunal, junto a la Procuraduría General de la Nación, abordó en
Riohacha las “problemáticas estructurales” que se describen en la sentencia
T302, a través de la cual se declaró el estado de cosas inconstitucional en el
departamento de La Guajira, donde este año han muerto 39 niños por desnutrición
o causas asociadas a esta.
Trump hacen la vista gorda a la droga
Colombia en EEUU
Colombia sigue siendo el principal
productor de cocaína del mundo al registrar aumentos históricos de las
plantaciones de coca y de su capacidad para producir esa droga en 2017, según
informó ayer miércoles la ONU. Los cultivos de hoja de coca crecieron 17% hasta
171.000 hectáreas, mientras que el potencial de producción de cocaína subió 31%
respecto de 2016 a 1.379 toneladas, un récord desde que comenzaron estas
mediciones en 2001, dijo la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito (Onudc).
"Quiero expresar mi profunda
preocupación por la cantidad de dinero que mueven las drogas ilícitas",
dijo el representante en Colombia de la Oficina de las Naciones Unidas contra
la Droga y el Delito (Onudc), Bo Mathiasen, en la presentación del informe anual.
En 2016 los sembradíos ilícitos de coca, cuya hoja es insumo básico para la
cocaína, se situaban en 146.000 hectáreas y la capacidad de producción de la
droga era de 1.053 toneladas métricas. Mathiasen dijo que no solo hay más
plantaciones, sino que estas producen un 33% más de hojas que en 2012 por la
variedad de las plantas y su menor afectación de plagas. "Una de las
razones para el incremento es la percepción de menor riesgo frente a la
actividad ilegal. Ante esta baja percepción en el riesgo, aumentó el área
sembrada", afirmó.
La ONU alertó que las fronteras con
Venezuela y Ecuador son las más impactadas por los narcos cultivos, actividad a
la que están vinculados 119.500 hogares colombianos. El departamento más
afectado sigue siendo Nariño, limítrofe con Ecuador, que tiene un área sembrada
mayor a la de Perú, segundo país con más cultivos ilícitos con 43.900
hectáreas. Por ser un punto estratégico de salida de droga a Estados Unidos,
esa zona es disputada por los rebeldes del ELN, narcotraficantes y disidencias
de las FARC, la otrora guerrilla que el año pasado se desarmó y transformó en
partido político.
El 64% de los aumentos de los sembradíos se
presentó en los departamentos de Antioquia, Cauca, Putumayo y Norte de
Santander, en los límites con Venezuela. Pero el 80% de las plantaciones sigue
encontrándose en los mismos sitios que en la última década. "La economía
ilegal en estos municipios supera ampliamente la economía legal", afirmó
Mathiasen.
En este sentido, la ONU declaró que tiene
"una profunda preocupación por el capital derivado de la economía de las
drogas", que afecta los esfuerzos para superar medio siglo de conflicto
armado y la estabilidad del Estado.
El presidente estadounidense, Donald Trump,
ha criticado el aumento de los narcos cultivos, que su gobierno sitúa en
209.000 hectáreas (diez veces el departamento de Montevideo), aunque ha
ratificado la ayuda que le otorga a Colombia hace décadas. Duque aseguró que en
las próximas semanas su gobierno, que asumió el 7 de agosto, presentará una
"política integral" contra el narcotráfico. Las medidas incluyen
desarticular redes de suministro, prevención de la drogadicción y erradicación
forzosa.
La meta del gobierno es acabar con por lo
menos 140.000 hectáreas en cuatro años. "La decisión aquí es frontal
contra ese delito", aseveró Duque. El mandatario ha cuestionado la
estrategia antidrogas de su antecesor Juan Manuel Santos, que combinaba la
eliminación de plantaciones con acuerdos de sustitución voluntaria con los
campesinos cocaleros consagrados en el acuerdo de paz con las FARC. En el
pacto, apoyado por Estados Unidos, los excombatientes se comprometieron a
ayudar a combatir el narcotráfico, cuyos recursos financiaron su levantamiento
armado.
diegojolivera@gmail.com
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