Por Rolando Prudencio Briancon:
Hay que hacer algunas precisiones en el análisis, por cuanto
a golpe de oído suena como algo estrambótico, que siendo la DEA un organismo
creado para lucha contra las drogas, sea
a la vez un cártel. Pero además que suena extraño que habiendo sido expulsada
la DEA de Bolivia, esté presente en los Yungas; más aun deshaciéndose de la
“competencia”. Y otra precisión que se debe añadir cuando se identifica a la
DEA como un cártel yanqui, es por cuanto existen otros cárteles que compiten
con él, como son el de Sinaloa, Tabasco, Michoacán, etc., y por esa
puntualización es que la DEA debe ser identificada como: El cártel de la DEA.
Incurrimos también en un craso error, quienes consideramos
que los Yungas ha sido un “territorio USAID”, por los programas que ha
desarrollado ahí (también en el Chapare, con programas como el PDAR o el
PL-480), pues la verdad es que la DEA; no sólo ha tenido presencia en estos
territorios, cumpliendo tareas de lucha contra el narcotráfico, erradicando la
hoja de coca; sino erradicando también a su competencia.
Estos dos territorios -tal como en la jerga de las mafias se
los conoce. Recuérdese cómo en los años 20, durante la ley seca; celosamente se
disputaban territorios para el negocio del alcohol- siempre estuvieron
controlados por la DEA, sobretodo en cuanto a todo lo concerniente al proceso
de elaboración de cocaína, en el que la producción de hoja de coca, es la clave
para que el negocio no pare, toda vez que la materia prima para la elaboración
de cocaína, la misma que será comercializada con un costo exponencial cuando
sea exportada a mercados de ultramar.
Esa probablemente es la razón por la que hoy que el gobierno
ha decidido continuar con la erradicación, ajustando la metas de cumplimiento,
por cuanto ha habido un aumento en un 6% de hectáreas cultivadas de hoja de
coca, de acuerdo al informe de la UNODC; que hoy los Yungas se ha declarado en
pie de guerra; al extremo de advertir que no pararan hasta que se vaya Evo
Morales. El negocio del narcotráfico para los norteamericanos es una cuestión
vital para su economía, y si tiene que tumbar -como lo han hecho innumerables
veces con otros gobierno- al presidente Evo Morales; pero con el mayor de los
gustos.
Se me viene entonces a la mente aquel libro escrito por el
ex agente de la DEA Michael Levine: LA GUERRA FALSA, quien denunció que la
Guerra contra las Drogas, es una monumental mentira. Y la verdad es que no
miente el ex agente, señalando que es tan falsa esta guerra, que la verdadera
guerra es entre mafias, entre cárteles, en lo que ni siquiera ellos arriesgan,
sino que ponen de carne de cañón a los cocaleros de los Yungas para que les
defiendan; un negocio que lo defiende a dentellada limpia la DEA.
Esa es la razón por la que el presidente Evo Morales tomó la
decisión de nacionalizar la lucha narcotráfico, por cuanto tiene una verdadera
voluntad de luchar contra el narcotráfico; y no una GUERRA FALSA, que es la que
la DEA hace creer, cuando: LA DEA ES EL MAYOR CÁRTEL.
prudenprusiano@gmail.com
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