Por Rolando Prudencio Briancon:
Podríamos empezar por el final. Vale decir: De Invasiones
imperialistas a intervenciones humanitarias, ya que no importa tanto el orden
como el objetivo que se busca; ya sea cuando imperialmente se invade para luego
humanitariamente intervenir, o interviniendo humanitariamente para luego
invadir imperialmente.
Y es que el objetivo es el mismo, sólo cambia la cortada en
aquello que se ha convertido en una calesita que nunca acaba, como fue el hecho
de que los EE.UU., invadió Irak 2003con el prefabricado pretexto de las armas
de destrucción masiva, para luego ser quienes reconstruyan lo que deshicieron,
a través de las empresas estadounidenses, una vez de que sus mariners
invadieran, asolaran y saquearan el petróleo iraquí.
No en vano el genio de Galeano retrataba así: “es como si
Jack el descuartizador tuviese una tienda de venta de prótesis ortopédicas para
las víctimas que descuartizó”. Y es que esa es la esencia carroñera del
capitalismo que rehace de lo que deshace el imperialismo; el mismo que no es sino
su fase violenta que vive de destruir para reconstruir después; no sin antes
amansar fortuna, como son los recursos naturales que se apropia a sangre y
fuego.
Hoy Siria bajo el provocador pretexto de las “Armas
Químicas” ha sido objeto de la mayor destrucción en los últimos tiempos, a
manos del Ejército Islámico, el mismo que no es más que otra obra de la
creación del imperio yanqui; tal como en su momento fue Al Qaeda en Irak,
cuando derrocaron al gobierno de Saddam Hussein, dejando piedra sobre piedra ése
país.
Hoy, por aquella presumible predestinación de la
providencia, los EE.UU. -a decir de Simón Bolívar- después de devastar Siria;
cínicamente ha anunciado que realizará un “intervención humanitaria”; después
que las fuerzas combinadas de Rusia y el Ejército sirio fueran recuperando
territorio de manos de los terroristas del Ejército Islámico. Es más, Trump ha
mandado un mensaje que es una muestra, que más que una intervención humanitaria
la que anuncia Trump; trágicamente se traduce en una invasión imperial la que
preparan.
Así es como acaba de señalar Trump: “cometerían un grave
error humanitario si Rusia e Irán participan en esta potencial tragedia humana,
en la que cientos de miles de personas podrían ser asesinadas”. Vale decir que
el imperio yanqui quiere seguir teniendo el sartén por el mango, determinando
cuando una invasión imperial se convierte en una intervención humanitaria.
Claro que el tiempo de todopoderosos está llegando a su fin, porque no hay mal
que dure cien años, ni pueblos que resistan. O como dice ese refrán: Donde
nacen yeguas nacen potros; donde hay unos hay otros.
prudenprusiano@gmail.com
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